Sevilla /
10 de noviembre de 2022

De la seda a la harina: las larvas de gusanos de seda ‘esconden’ proteínas antioxidantes

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Amalia Rodríguez / Fundación Descubre

Son famosos por sus capullos de seda amarillos como el oro, pero estos insectos contienen otro valor añadido para la ciencia. Investigadores de las universidades de Sevilla y Limerick, en Irlanda, han analizado una harina elaborada a partir de la envoltura que producen en la metamorfosis de larva a mariposa y han estudiado sus propiedades. Los resultados apuntan a que este nuevo producto contiene sustancias que actúan protegiendo al organismo de sustancias responsables del envejecimiento y de la aparición de otras enfermedades.  

¿Quién no ha tenido de pequeño alguna vez en casa una caja de zapatos vieja con la tapa agujereada como casa de gusanos de seda? Quizá sea uno de los primeros experimentos caseros que hayamos hecho todos en nuestra infancia; testigos directos de cómo se transforma este insecto y verlo adoptar diferentes formas y texturas en su ciclo vital:
1. Huevo
2. Larva
3. Crisálida
4. Mariposa

Más allá de este proceso y cómo van creando con mimo y esmero la seda, en su fabricación se generan desechos que pueden tener una nueva vida útil.

pupas gusanos seda

Pupas de los gusanos de seda. Foto: Adobe Stock.

Uno de ellos son las pupas de los gusanos, la envoltura que crean cuando está en fase de la metamorfosis en la que pasan de larva a mariposa. Estos caparazones son un subproducto de la industria de la seda con alto contenido en proteínas y forma parte de los ingredientes de piensos animales e incluso se venden como aperitivos para perros, gatos y otras mascotas.

Además de ser nutrientes esenciales, un equipo de expertos del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Sevilla y del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Limerick, en Irlanda, ha demostrado que varios fragmentos de las proteínas extraídas de estas pupas son también antioxidantes. Esto significa que además de aportar energía, protegen al organismo de la aparición de enfermedades y ’detienen’ en la medida de lo posible su envejecimiento.

Para llegar a esta conclusión, emplearon una base de harina comercial que contenía pupas (materia ya seca y tamizada) de estos insectos. Caracterizaron una muestra para determinar qué cantidad de este producto era más adecuada hacer soluble en agua para estabilizar alimentos en forma de espumas, y a partir de ahí estudiar los beneficios que podían tener en nuestro organismo. “Analizamos el pH de óptimo para identificar la rapidez de adsorción de las proteínas de gusano que contiene. También comprobamos si era apta para estabilizar espumas y su firmeza”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Sevilla Manuel Félix, uno de los autores de este trabajo.

Asimismo, los expertos de la Universidad de Sevilla y de Limerick aplicaron pruebas de electroforesis para catalogar el tipo de proteínas de la harina y sus propiedades específicas. De esta manera, la calidad de la harina dependerá del tipo de proteínas que contenga, y la capacidad que ésta tenga para estabilizar los productos finales.

Pruebas en laboratorio y células hepáticas

Tras analizar la harina y extraer las proteínas, éstas fueron hidrolizadas y fragmentadas en en la Universidad de Limerick para reducir su tamaño. Con ellas, realizaron pruebas in vitro y ensayos in situ antioxidantes con células hepáticas en cultivo. De este modo, simularon en células las funciones que realiza el hígado, órgano donde se liberan estos antioxidantes.

Las proteínas son cadenas de aminoácidos, componentes indispensables para el funcionamiento del organismo, pero éste no las absorbe directamente. Es necesario romperlas en compuestos más pequeños llamados péptidos. “Hicimos pruebas en laboratorio y observamos que estas partículas de menor tamaño aumentan la capacidad antioxidante”, asegura María Cermeño, investigadora de la Universidad de Limerick y autora del estudio.

Manuel Félix y María Cermeño, autores del estudio.

Manuel Félix y María Cermeño, autores principales del estudio.

Los resultados de este estudio, publicados en la revista Journal of Functional Foods, señalan que los péptidos de varias proteínas analizadas tienen una alta capacidad antioxidante. Así, tras añadir estos fragmentos a los cultivos celulares, las moléculas reactivas que causan algún daño a la célula, entre ellas la oxidación, disminuyeron.

Tras este estudio, recalcan la posibilidad de abrir nuevas líneas de investigación donde se analice la respuesta de esta harina en células humanas a través de ensayos clínicos. Y ¿quién sabe? Quizá en un futuro este tipo de harinas ricas en antioxidantes y fabricadas con insectos sea el ingrediente de determinados alimentos. De momento, hay que seguir investigando y observar con detalle cómo los gusanos siguen fabricando curiosamente esos hilos dorados tan preciados en la industria de la seda.

Más información en #CienciaDirecta: Demuestran la actividad antioxidante de proteínas obtenidas de gusanos de seda


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