Almería /
07 de diciembre de 2023

De etiquetas a ecosistemas: biopesticidas bien identificados

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Remedios Valseca

Fuente: Fundación Descubre

Un equipo de investigación de la Universidad de Almería ha descrito los componentes de 15 plaguicidas usados actualmente en el mercado. De esta manera, se podrá incluir un etiquetado más detallado en estos productos, conocer las implicaciones que tiene su utilización y los efectos que podrían provocar a largo plazo tanto en los cultivos como en el medio ambiente.

El español está repleto de términos que proceden del griego. Los encontramos con mucha frecuencia en medios de comunicación y en el lenguaje cotidiano, especialmente en estos días cuando hablamos de nuestra preocupación por el cuidado del planeta. Lo ‘bio’ y lo ‘eco’ están de moda por necesidad.

De esta manera, ese camino hacia lo biológico y lo ecológico promueve investigaciones que logran el cambio de mentalidad y de hábitos en la sociedad para lograrlo.  Así, poco a poco vamos insertando modificaciones en nuestras rutinas con ecoacciones como el ahorro en el consumo de agua y electricidad, el reciclaje, la reducción de plásticos o de productos químicos a favor de otros orgánicos.

Es el caso de la agricultura que, poco a poco, van derivando los productos químicos que utilizaban para luchar contra plagas y enfermedades hacia otros orgánicos menos contaminantes y respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, aún no se conocen bien los efectos que estos nuevos biopesticidas, basados en el uso de sustancias de procedencia animal, bacteriana, mineral o vegetal, pueden tener en el suelo, el agua o el fruto.

Los expertos han localizado y catalogado más de 50 compuestos de biopesticidas.

La razón es que el etiquetado no es completo. Los productos que se usan actualmente suelen indicar en sus etiquetas solamente el principio activo que se necesita, pero se desconocen otros compuestos que contienen y el efecto que pueden causar en el medio ambiente.

Biopesticidas con DNI

Para ofrecer una descripción completa de todos los elementos que se incluyen en estos biopesticidas comerciales, un equipo de investigación de la Universidad de Almería ha identificado los compuestos incluidos en quince plaguicidas basados en agentes naturales muy usados en la actualidad. 

Con los resultados del trabajo, publicados en la revista Microchemical Journal, los agricultores podrán conocer de manera exacta los ingredientes de las fórmulas que utilizan en sus cultivos.

Además, es necesario conocer:

  • cómo actúan estos otros componentes, 
  • cómo se degradan y 
  • cómo afectan al fruto, al suelo o a las aguas subterráneas por la filtración. 

Por ejemplo, entre los bioplaguicidas más usados están los basados en cítricos, en la canela o la pimienta. “En la etiqueta solemos encontrar identificado el componente principal, pero no se citan otros que también se incluyen y que podrían permanecer en los cultivos o en el medio tras su uso”, indica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Almería Antonia Garrido, autora del artículo.

El equipo de investigación de Química Analitica de Contaminantes de la Universidad de Almería, responsable del estudio.

Los expertos han creado una base de datos que incluye los componentes de estos biopesticidas y han validado el método de análisis con el que se obtienen resultados muy exactos, tanto para detectar aquellas sustancias que se conocen a priori, como muchas otras que no se sospechaban que podrían estar presentes.

Más información, más garantías

Los expertos han localizado y catalogado más de 50 compuestos que no se sabía que podían contenerse en estos productos y han confirmado que el método analítico que han utilizado logra resultados exactos para poder extrapolarlo a cualquier plaguicida. En el estudio, han podido comprobar la degradación de los compuestos de estos productos en otros elementos más simples detallando el proceso completo y su acción en el fruto o en el suelo. “En casos como los basados en extracto de pimienta, podemos observar que permanecen compuestos que en altas proporciones podrían resultar tóxicos. Sin embargo, los resultados del estudio no han determinado toxicidad en ninguno de los productos analizados. Esto se debe a que la concentración es baja y que desaparecen en poco tiempo”, incluye la autora.

Los resultados amplían la información actual sobre el uso de estos productos otorgando mayores garantías, lo que propiciará el aumento de su utilización en agricultura en detrimento de los químicos, más agresivos con el medio ambiente.

Dirección a lo desconocido

El modelo analítico que utilizan los expertos se basa en la detección de compuestos con instrumentos de última generación que integran métodos dirigidos y no dirigidos. Esto es, buscan:

  • compuestos que se sabe que pueden estar, 
  • otros de los que no se sospecha su presencia, desde cero y a nivel de traza. 

Es decir, se obtienen resultados de las sustancias que se buscan y de las desconocidas.

El modelo analítico que utilizan los expertos se basa en la detección de compuestos con instrumentos de última generación.

Además, han demostrado que los compuestos localizados que se trasvasan al fruto o al suelo desaparecen en tiempos que van desde unas solas horas hasta tres o cuatro días. Actualmente, los expertos analizan la permanencia de estos compuestos en las aguas subterráneas de los cultivos.

Y es que ‘bio’ (vida) y ‘eco’ (hogar) conforman un significado completo sobre un planeta que gira cada 24 horas para sobrevivir a la sobreexplotación a la que el ser humano lo somete. Cómo debe ser la vida en la casa común, es la preocupación de todas las instituciones para asegurar un futuro a las próximas generaciones de terrícolas. Lograr que sea buena y duradera, el objetivo de todos y todas.

Más información en #CienciaDirecta: Identifican la composición de biopesticidas para mejorar su etiquetado


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