Los sujetos con niveles elevados en su organismo de un compuesto llamado Hexaclorobenceno (HCB) gastan anualmente en atención primaria un promedio de 65 euros más que las personas con concentraciones bajas. Científicos de la Universidad de Granada y del Instituto de Investigación Biosanitaria (ibs.GRANADA) advierten que, aunque el coste por contaminante puede no parecer muy elevado, la exposición podría tener unas repercusiones enormes a nivel poblacional debido a la gran cantidad de sustancias a las que está expuesta la mayor parte de la población y a la alta prevalencia de las enfermedades potencialmente relacionadas.
Científicos de la Universidad de Granada y del Instituto de Investigación Biosanitaria (ibs.GRANADA) han cuantificado por primera vez cuál es el coste individual para el sistema sanitario público español asociado a la exposición a largo plazo a contaminantes ambientales. En el estudio se analizaron los niveles de contaminantes acumulados en el organismo de 385 adultos residentes en la provincia de Granada, así como el gasto derivado de la asistencia sanitaria recibida en el sistema sanitario público andaluz a lo largo de los 14 años posteriores al inicio del estudio.
Los investigadores observaron que el gasto sanitario en atención primaria era significativamente mayor en las personas que habían acumulado mayores niveles de contaminantes químicos en su organismo, independientemente de su edad, sexo, grado de obesidad o la residencia. Este gasto estaba representado sobre todo por las prescripciones médicas, consultas y pruebas diagnósticas.
Curiosamente, los participantes con niveles elevados de un compuesto llamado Hexaclorobenceno (HCB) gastaban anualmente en atención primaria un promedio de 65 euros más que las personas con concentraciones bajas. El HCB se usó como fungicida en España hasta los años 80 y también se genera de forma no intencionada en procesos de combustión. Sin embargo, el HCB y otros contaminantes estudiados pertenecen a la familia de los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes, que son muy resistentes a la degradación y se acumulan en seres vivos. De hecho, “hay que destacar que prácticamente todas las personas tenemos niveles detectables de Contaminantes Orgánicos Persistentes en nuestros organismos, pero las concentraciones internas varían mucho entre las personas en función de sus hábitos de vida, lo que pone de manifiesto una vez más la importancia del estilo de vida”, señala Juan Pedro Arrebola, investigador del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada e investigador principal del estudio.
Aunque, a simple vista, el gasto sanitario asociado a un contaminante individual puede no parecer muy elevado, los autores señalan que toda la población está expuesta diariamente a cientos de sustancias químicas con mecanismos de acción similares, por lo que las implicaciones a nivel poblacional podrían ser muy elevadas.
La importancia de este hallazgo radica no solo en que los costes en atención primaria son muy útiles para para la planificación de los recursos y políticas sanitarias, sino en que también son indicadores globales de la carga de enfermedades muy prevalentes que suelen seguirse a este nivel, como la diabetes o la enfermedad cardiovascular, que implican un elevado coste para la atención primaria. “De hecho, este estudio corrobora los resultados previos de nuestro grupo de investigación en el que observamos que la exposición a estos compuestos estaba asociada con un mayor riesgo de diabetes o hipertensión”, apunta Arrebola.
Al ser el primer estudio de este tipo, los resultados requieren confirmación en estudios posteriores, pero ponen de manifiesto la importancia de integrar la economía de la salud como herramienta en el contexto de estudios epidemiológicos. Este trabajo se enmarca en el estudio más amplio denominado GraMo, financiado por fondos de investigación del Instituto de Salud Carlos III, y cuyo objetivo es investigar la exposición a contaminantes ambientales y su influencia en el desarrollo de enfermedades crónicas. El equipo de investigación se encuentra actualmente trabajando en cuantificar el gasto asociado a otros contaminantes muy ubicuos, como los derivados de los plásticos, cosméticos y productos fitosanitarios, entre otros, así como realizando exámenes de salud a todos los participantes.
En estudio GraMo han contribuido investigadores de muchas disciplinas distintas, pertenecientes a la propia UGR y otras instituciones, como la Escuela Andaluza de Salud Pública, Universidad de Málaga, así como los hospitales Santa Ana de Motril y los Hospitales Universitarios San Cecilio y Virgen de las Nieves de Granada, entre otros.
La investigación está dirigida por Juan Pedro Arrebola Moreno, investigador y profesor en el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UGR, y ha dado lugar a la tesis doctoral del investigador del mismo Departamento, Francisco Miguel Pérez Carrascosa.
Referencia bibliográfica:
Pérez-Carrascosa FM, Barrios-Rodríguez R, Gómez-Peña C, Salcedo-Bellido I, Velasco-García ME, Jiménez-Moleón JJ, García-Ruiz A, Navarro-Espigares JL, Requena P, Muñoz-Sánchez C, Arrebola JP. Public healthcare costs associated with long-term exposure to mixtures of persistent organic pollutants in two areas of Southern Spain: A longitudinal analysis. Environ Res. 2022 Oct;213:113609. doi: 10.1016/j.envres.2022.113609.
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