Sevilla /
28 de junio de 2019

Las relaciones beneficiosas entre especies, en peligro por la acción humana

Fotografía ilustrativa de la noticia

Uno de los ejemplos en los que se centra esta investigación internacional en la que participan  investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, es la relación de dependencia entre plantas y animales frugívoros de la cual depende la regeneración de los bosques: el aumento de la cacería de grandes aves frugívoras en la Selva Atlántica brasileña afecta negativamente a la conservación de este ecosistema tropical.

Un equipo internacional con participación de investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, ha determinado en un estudio reciente que la actividad humana está poniendo en peligro muchas relaciones beneficiosas entre especies, como es el caso de la jacutinga (Pipile jacutinga), ave frugívora, natural de la Selva atlántica, en Brasil, y que es una de las principales dispersoras de las semillas del palmito dulce (Euterpe edulis). El estudio ha aparecido recientemente en Science Advances.

Jacutinga (Pipile jacutinga), ave frugívora, natural de la Selva atlántica, en Brasil.

La investigación, en la que también han participado científicos de la Universidad Estatal de São Paulo (UNESP) en Río Claro, Brasil, y que ha sido financiada por la Fundación de Investigación de São Paulo (FAPESP), apunta que algunas interacciones entre las aves y las plantas son bastante más  antiguas que otras, por lo que la extinción de una de las partes provocaría una gran pérdida de la historia evolutiva.

En opinión de Mauro Galetti, profesor de UNESP, y uno de los autores del estudio, «los seres humanos están actuando en la Tierra como el meteoro que mató a los dinosaurios. No solo estamos empobreciendo la biodiversidad de nuestro planeta, sino también empobreciendo la historia evolutiva de la Tierra».

En opinión de Carine Emer, investigadora de UNESP y líder del estudio, «cuando observamos a un ave comiendo un fruto y dispersando sus semillas, en realidad estamos observando millones de años de la historia evolutiva de las especies involucradas en esa interacción. Descubrimos que el tiempo de estas asociaciones entre especies puede ayudarnos a comprender y minimizar los impactos de la extinción de la biodiversidad”, puntualiza.

Enfatiza la investigación que las historias evolutivas más antiguas realizan funciones únicas en la naturaleza. Es el caso de la relación entre la jacutinga y el palmito juçara que, combinados, representan cerca de 130 millones de años de información evolutiva única. “La jacutinga es una de las aves más cazadas en la Selva atlántica y, si se extingue, llevará consigo la desaparición de la historia evolutiva de todas las interacciones que establece, incluida la dispersión de semillas del palmito», apunta Galetti, investigador de la UNESP y uno de los autores del estudio.

Pedro Jordano, investigador del CSIC y coautor de esta publicación científica añade: “La extinción de interacciones ecológicas- como las que implican a animales frugívoros o polinizadores- puede acontecer mucho antes de que se pierdan las especies que intervienen en ellas, por ejemplo por los efectos de la sobre-caza. Con ello tenemos una pérdida de biodiversidad que aún no hemos cuantificado pero cuyos efectos son sustanciales y devastadores, como demostramos en este trabajo”.


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