Investigadores de la Universidad de Málaga, del grupo de investigación PREDIMED, han demostrado que tomar alimentos de este patrón dietético beneficia la actividad biológica de las grasas en pacientes propensos a sufrir enfermedades del corazón. En concreto, han comprobado que mejora el transporte del colesterol, incrementa su función antioxidante y potencia asimismo la capacidad vasodilatadora de esta sustancia.
La dieta mediterránea es sinónimo de saludable, y más si se completa con ejercicio físico. Este patrón dietético reúne todos los requisitos para que los niveles de azúcar en sangre sean más estables, el colesterol más bajo y exista un riesgo menor de padecer enfermedades cardíacas.
Los beneficios de esta dieta, considerada una de las mejores a nivel mundial por la Organización Mundial de la Salud, son muchos y a ellos se le suma ahora los resultados de un estudio realizado por investigadores del Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Málaga (UMA). Junto con expertos del estudio PREDIMED (Prevención Dieta Mediterránea) han corroborado que incrementar el consumo de grupos de alimentos cardioprotectores integrantes de esta dieta, formado por aceite de oliva virgen extra, frutos secos como las nueces, frutas y verduras, legumbres, cereales, y pescado mejoran las funciones de las partículas encargadas de conducir el colesterol desde los tejidos del cuerpo hasta el hígado.
Según este trabajo, publicado en la revista Molecular Nutrition & Food Research, al comer estos productos el organismo optimiza el transporte del colesterol y aumenta la labor antioxidante de las lipoproteínas HDL (del inglés High Density Lipoprotein) y también conocidas como colesterol bueno. Son proteínas y lípidos que transportan masivamente las grasas por todo el organismo y con este tipo de alimentación, su capacidad vasodilatadora se ve incrementada.
Para obtener estas conclusiones, los investigadores han analizado una submuestra del estudio PREDIMED durante un año. Se trataba de unas 300 personas sanas de entre 55 y 80 años con un alto riesgo de padecer problemas de corazón. “Generalmente, son personas con diabetes tipo 2º con más de tres de los siguientes factores de riesgo cardiovascular como pueden ser hipertensión, obesidad o sobrepeso, tabaquismo, alteración de lípidos, que conocemos comúnmente como colesterol alto. También que presenten antecedentes familiares de problemas cardiovasculares”, especifica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Málaga Enrique Gómez Gracia.
Los resultados de este trabajo clínico han desvelado que el consumo de aceite de oliva virgen y de granos integrales (cereales) se asocian con incrementos en la capacidad vasodilatadora de colesterol; aumenta la salida del organismo del colesterol malo y en el caso de legumbres y pescado, aumenta la actividad de la proteína encargada de facilitar el transporte de las grasas.
Más información en Ciencia Directa: Consumir los alimentos típicos de la dieta mediterránea mejora la función del colesterol bueno en personas con alto riesgo cardiovascular.
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