Sevilla /
19 de junio de 2019

Cáscaras de gambas para mejorar los análisis de orina

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Remedios Valseca / Fundación Descubre

Investigadores de la Universidad de Sevilla han comprobado la eficacia de una técnica de extracción de compuestos para el tratamiento de muestras que introduce el uso de un material obtenido a partir de los esqueletos de gambas o cangrejos. Con este método, los expertos han aumentado la sensibilidad de los dispositivos y han logrado detectar medicamentos comunes como la amoxicilina o el ibuprofeno a niveles muy bajos en muestras de orina humana y agua.

Los laboratorios evalúan continuamente nuevas tecnologías y materiales en el tratamiento de las muestras en análisis para la obtención de resultados más precisos. Conocer a nivel nanométrico la cantidad de sustancia que contiene un compuesto es necesario en muchos ámbitos, como en la calidad del agua o en la búsqueda de marcadores en sangre u orina para el diagnóstico de enfermedades.

En su afán de lograr una mayor exactitud en los datos obtenidos y una tecnología más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, investigadores de la Universidad de Sevilla proponen en un artículo publicado en la revista Talanta un compuesto contenido en las cáscaras de gambas para el desarrollo de biomembranas aplicado al tratamiento de muestras antes del análisis. El quitosano, como se llama este material, es muy usado en agricultura como fungicida o en la industria del vino por su poder antimicrobiano.

La técnica de extracción de compuestos en el tratamiento de muestras antes del análisis introduce el uso de un material obtenido a partir de crustáceos.

Los expertos han demostrado su eficacia a la hora de concentrar y purificar muestras de orina y agua que contienen  medicamentos comunes en cantidades muy pequeñas. “Existen muchas sustancias que no han sido consideradas contaminantes para el medio ambiente, como puede ser el caso del ibuprofeno. Sin embargo, a través del ciclo del agua, están llegando a ríos y océanos y desde ellos a los alimentos procedentes del mar. Es importante contar con técnicas precisas que detecten cualquier indicio de peligro para poder actuar en consecuencia”, indica a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Sevilla María Jesús Martín Valero, autora del artículo.

Un método preciso y sostenible

El tratamiento de muestra utilizado es el conocido como extracción por electromembrana, basada en la selección de los compuestos que se desean obtener a través de campos eléctricos aplicados sobre dos fases separadas por una membrana líquida. Los expertos confirman que el quitosano, usado como soporte de esta membrana permite una extracción más eficaz y selectiva de ciertos fármacos, considerados contaminantes emergentes, en comparación con otros materiales usados hasta el momento.

Investigadores del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Sevilla, responsables del estudio.Además, las propiedades que aporta el quitosano para su uso como soporte de las membranas líquidas en este sistema de extracción de componentes son, básicamente su permeabilidad al agua y su capacidad de inmovilizar microorganismos. También puede unirse a metales pesados y eliminarlos y tiene una alta capacidad de degradación a través de enzimas humanas, lo que lo propone como un buen candidato para el análisis en muestras de orina, suero o sangre.

Por tanto, el quitosano se convierte en una opción más respetuosa para el medio ambiente al incluirlo en una técnica de extracción que usa menos disolvente orgánico y que ofrece la posibilidad de ajustar la selectividad de la extracción a través de la dirección, que controla si se extraen cationes o aniones, y la magnitud del potencial eléctrico aplicado.

Más información en Ciencia Directa: Desarrollan biomembranas con cáscaras de crustáceos para mejorar el análisis en orina.


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