Almería /
25 de septiembre de 2020

Avisan sobre el deterioro de los guantes de nitrilo al ser sometidos a varias desinfecciones durante su uso

Fotografía ilustrativa de la noticia

Un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Almería publica en un estudio realizado en base a la experiencia real que se vive en los hospitales, a través de los profesionales que luchan en primera línea frente a la COVID, qué uso deben tener estos componentes de los equipos de protección individual.

Un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Almería publica un estudio realizado en base a la experiencia real que se vive en los hospitales, a través de los profesionales que luchan en primera línea frente a la COVID y que usan guantes de nitrilo para su actividad.

El uso de los guantes debe ser de un solo uso y evitar su utilización inapropiada.

Lo primero que se pone sobre la palestra a la hora de abordar este trabajo de investigación, en relación con el uso de los guantes, es la importancia de retirarlos después de un solo uso y evitar su utilización inapropiada. Pero la realidad es distinta por las más diversas razones, y por ello se ha recordado que hay diversas situaciones clínicas en las que los profesionales sanitarios usan guantes de manera rutinaria durante múltiples actividades en el mismo paciente. Y sí, estos profesionales tendrían que quitarse los guantes frecuentemente, desinfectarse las manos y ponerse un nuevo par durante las actividades con una misma persona atendida, para poder cumplir las normas internacionales. Sin embargo, “esto puede no ser realista, más en los tiempos de desabastecimiento de material y crisis, como es la situación de pandemia actual”, y por ello, pisando el terreno, un nutrido grupo de investigadores de la Universidad de Almería han dado la voz de alerta.

La revista de la editorial Elservier, Journal of Hospital Infection, ha publicado recientemente un artículo en el que dan todos los detalles y que ha sido firmado por Gabriel Aguilera, Lorena Gutiérrez y Verónica Márquez, profesores del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina de la Facultad de Ciencias de la Salud, por Alfredo Alcayde, profesor del Departamento de Ingeniería, por José Miguel Garrido y Alba García, sanitarios y doctorandos en la UAL, y por Carlos Alberto Ferreras, en su caso ingeniero en Sotrafa SA. El título del mismo es ‘Disinfection of gloved hands during the Coronavirus outbreak (COVID-19)’ . En él se ha determinado “la influencia que provocan distintos desinfectantes en los guantes de nitrilo, encontrándose que aquellos que contienen alcohol en su composición los debilitan, pudiendo romperse en su retirada y, por tanto, causar el contagio accidental de los profesionales sanitarios”.

Los investigadores han explicado que todo surgió cuando uno de los autores del trabajo, “al vivir en primera persona, dentro del campo batalla, la situación, observó cómo se producían degradaciones en los guantes al aplicar soluciones desinfectantes”, algo que “inició la mecha que nos llevó a hacer el estudio”, textualmente. Por tanto, “el objetivo de la investigación ha sido comprobar la resistencia de los guantes de nitrilo a distintas soluciones desinfectantes”, ya que, según se ha apuntado antes, “se observó que la desinfección de las manos enguantadas por parte de los profesionales de la salud puede reducir considerablemente el riesgo de transmisión de infección, cuando los guantes están indicados para todo el proceso de atención al paciente y se realizan múltiples actividades al mismo paciente”. La metodología, tal y como versa el resumen publicado, ha sido, en primer lugar, exponer los guantes al desinfectante, comparando el grupo de control (guante no tratado) con los demás.

Después, el espesor de cada muestra de prueba se midió con un micrómetro, se usaron guantes de nitrilo 100% libres de polvo y se seleccionaron las siete soluciones desinfectantes más utilizadas en el campo de la salud. Una solución de lejía disminuyó la carga de rotura, aunque en menor medida que los desinfectantes que contienen etanol en su composición. Muy valorada ha sido por parte de la comunidad científica la aportación realizada por estos investigadores, que remitieron el artículo el pasado mes de abril en medio de uno de los peores momentos de la pandemia, siendo publicado este mismo mes de septiembre, en concreto el día 10.


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