Investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén (UJA) han analizado los estados de deambulación mental (mind wandering en inglés) en los pacientes que sufren de esquizofrenia.
“Este fenómeno nos ocurre a todas las personas, pero sin embargo en esquizofrenia ocurre con más frecuencia”, indica Marta Prieto, investigadora de la UJA participante en este estudio. “Los pacientes con esquizofrenia a menudo se caracterizan por un tipo de pensamiento dirigido hacia el interior. Sin embargo, sobre este fenómeno no hay ninguna evidencia científica hasta el momento”, señala. “Esto puede explicarse porque la investigación en neurociencia cognitiva generalmente ha abordado la cognición relacionada con el procesamiento de estímulos externos. Sólo recientemente se han realizado estudios centrados en explicar pensamientos, imágenes y sentimientos que no están directamente relacionados con el entorno externo. Este tipo de cognición se denomina mind wandering, un término con difícil traducción al español, que significa algo así como ‘mente que deambula’”, explica.
En su investigación, han explorado la deambulación mental en la esquizofrenia bajo la hipótesis de que su predominio sobre la cognición dirigida externamente sería una disfunción central en este trastorno. El mind wandering se entiende como un estado cognitivo en el que la atención se desconecta de los estímulos externos presentes y se centra en pensamientos o imágenes autogenerados internamente. Esta experiencia ocurre con frecuencia en la población general, ocupando entre un 30-50% del tiempo de vigilia. “Planteamos la hipótesis de que la esquizofrenia se caracterizaría por una desconexión frecuente de la atención de eventos externos que estaría acompañada de un enfoque excesivo en el mundo interior. Según esa idea, las alucinaciones y los delirios estarían estrechamente relacionados con este predominio de la cognición internamente guiada, ya que los pensamientos e imágenes internos pueden reemplazar a los eventos externos, creando un mundo interior delirante. Por tanto, el mundo interior y el exterior serían similares para estos pacientes”, expresa la investigadora de la UJA.
El estudio recoge la frecuencia de estos estados cognitivos en pacientes y en controles sanos; y también los correlatos electrofisiológicos a través de un registro de la actividad de la corteza cerebral (EGG). Además, analiza si el mind wandering está relacionado con las disfunciones cognitivas en personas con esquizofrenia. “Recogimos informe mientras veían segmentos de distintas películas; y posteriormente realizamos una evaluación cognitiva y psicopatológica solo de los pacientes”, desarrolla. “El objetivo fue crear un entorno experimental que simulara situaciones naturales en la vida diaria y, en este caso, les preguntamos por varios segmentos de película al azar para observar si estaban prestando atención a los vídeos o bien, si por el contrario estaban en mind wandering, es decir atendiendo a cualquier otro contenido que tenían en sus mentes”, especifica Marta Prieto.
Los resultados muestran que los estados de deambulación mental fueron más frecuentes en pacientes con esquizofrenia que en controles sanos. Sin embargo, esta mayor frecuencia de deambulación mental no correlacionó con déficits atencionales, de memoria o funciones ejecutivas típicos de estos pacientes. “Además, el mind wandering en los pacientes se caracterizó por un patrón diferente de complejidad del EEG en pacientes y controles, lo que sugiere que este estado en la esquizofrenia es diferente a nivel fisiológico al de controles sanos. En concreto, lo que encontramos fue que los pacientes mostraban una complejidad similar en estados de mind wandering y de atención hacia estímulos externos. Este resultado es interesante porque nos indica que su pensamiento, a nivel fisiológico, tiende a no diferenciarse para estados dirigidos interna o externamente. Su cognición hacia estímulos exteriores no difiere mucho de la dirigida hacia su interior”, argumenta Marta Prieto.
Como línea a seguir en este ámbito, la investigadora de la UJA considera que “estos resultados, totalmente novedosos en un trastorno mental grave como la esquizofrenia, pueden dar lugar a nuevas medidas de detección de individuos en riesgo de padecer esquizofrenia, y al diseño de tratamientos específicamente diseñados para esta alteración”.
El estudio, publicado recientemente en la revista de impacto Scientific Reports, ha sido llevado a cabo con financiación de la Junta de Andalucía por los investigadores del Departamento de Psicología de la UJA Marta Prieto, Sergio Iglesias, Antonio José Ibáñez e Inmaculada Rodríguez, en colaboración con Mª Felipa Soriano y José Ignacio Aznarte, profesionales de la Unidad de Salud Mental del Hospital San Agustín de Linares.
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