Ser capaz de delimitar el estado de consciencia e inconsciencia es uno de los actuales retos neurocientíficos. El método de referencia es la Escala de Recuperación del Coma (CSR, por sus siglas del inglés), un cuestionario de tipo psicológico que evalúa una serie de indicadores según la interacción del paciente. Como alternativa, desde el ámbito de la investigación están surgiendo respuestas que recurren al electroencefalograma como fórmula no invasiva de conocer el estado de la mente.

El indicador de la dimensión fractal permite conocer sin necesidad de interacción si un paciente está despierto o no (Autor: Tim Samoff).

Un equipo multidisciplinar, compuesto por científicos de España, Italia, Brasil y Bélgica, ha desarrollado un método que combina el registro de las señales del cerebro y la dimensión fractal. Una fórmula que confiere volumen físico a la actividad mental. Con ello, alcanzan a saber si una persona está o no despierta cuando esta es incapaz de comunicarse. El sistema, probado en personas sanas, busca ser una herramienta para el abordaje clínico de pacientes con daño cerebral o en estado de coma.

En concreto, el sistema traduce los impulsos cerebrales y les da forma geométrica. “El software que hemos diseñado crea un objeto tridimensional y medimos cómo ocupa el espacio. Por ejemplo, un folio de papel es plano de partida, pero si con él haces una pelota estás llenando el espacio mucho más. Eso mide la dimensión fractal”, explica a la Fundación Descubre el autor principal del trabajo, Juan Ruiz de Miras, investigador de la Universidad de Jaén. Esto permite fijar una escala, sobre la cual se puede interpretar si la persona supera o no el umbral de la consciencia.

Juan Ruiz de Miras es responsable del desarrollo informático para el modelado geométrico de la actividad cerebral.

Este tipo de fórmulas ya ha sido aplicada con éxito en el abordaje de patologías como la epilepsia, el Alzheimer o los trastornos del sueño. Este equipo de investigadores pone sobre la mesa su utilidad también para medir el estado de consciencia de personas incapaces de responder a estímulos. “La novedad de nuestro trabajo es que procesamos esa información con un algoritmo matemático, de manera que podemos aplicar nuestra técnica sin necesidad de interactuar con la persona”, señala Ruiz de Miras.

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