Granada /
22 de junio de 2021

Las casas de acogida pueden provocar desarraigo a mujeres víctimas de violencia de género

Fotografía ilustrativa de la noticia

Una investigación liderada por la Universidad de Granada revela que las casas de acogida pueden provocar desarraigo a estas mujeres y las alejan de las personas cercanas y de confianza en las que apoyarse y que tanto necesitan. Este estudio apunta que sería más acertado trabajar o intervenir con las personas cercanas (familiares, amistades…) para que supieran acompañar y comprender a estas mujeres en su proceso de salida de la violencia y en su recuperación.

Un estudio liderado por la Universidad de Granada (UGR) con mujeres supervivientes de la violencia de género en la pareja ha revelado que la estrategia de llevar a estas mujeres a una casa de acogida fuera de su municipio es contraproducente para la mayoría de ellas, puesto que las desarraiga y las aleja de las personas cercanas y de confianza en las que apoyarse y que tanto necesitan.

La investigación apunta que sería más acertado trabajar o intervenir con las personas cercanas (familiares, amistades…) a las víctimas de la violencia de género para que supieran acompañar y comprender a estas mujeres en su proceso de salida de la violencia y en su recuperación.

En un artículo publicado en la revista Journal of Interpersonal Violence, se apunta que sería más acertado trabajar o intervenir con las personas cercanas (familiares, amistades…) para que supieran acompañar y comprender a estas mujeres en su proceso de salida de la violencia y en su recuperación.

Este trabajo pretendía estudiar cómo ayudar a una mujer que está sufriendo violencia de género y quiere abandonar la situación, y facilita algunas de las claves que 53 supervivientes de violencia de género en la pareja de tres provincias andaluzas (Granada, Sevilla y Córdoba) han compartido en este estudio cualitativo.

Como explica Amparo de Píñar Prats, alumna del programa de doctorado en Psicología de la Escuela Internacional de Posgrado de la UGR y autora principal del estudio, “lo principal y fundamental para casi todas ellas es el apoyo social, tanto formal como informal. Es decir: tener una persona cercana y de confianza es lo que más les ayudó y lo que más echaron de menos cuando no lo tenían. La familia y amistades por un lado y los recursos públicos, por otro, son imprescindibles”.

Un segundo aspecto a tener en cuenta es que recobrar la confianza en ellas mismas le hizo salir de la situación con más poder y fuerza para proseguir con sus vidas y así lo manifestaron como importante. Las mujeres participantes también resaltaron que escuchar a otras mujeres relatar situaciones y comportamientos violentos parecidos a lo que ellas sufrieron les hacía sentir comprendidas y entendidas en sus inquietudes, miedos y preocupaciones.

Sensibilizar a la población

De Píñar Prats también señala que, a la hora de intervenir con mujeres supervivientes de la violencia de género para que salgan fortalecidas y con las menos secuelas psicológicas posibles, es importante sensibilizar e informar a la población en general para hacerles ver lo que su apoyo y ayuda supone para las mujeres cuando dejan o quieren abandonar la violencia machista.

“Las intervenciones grupales con mujeres supervivientes tiene que ser la práctica habitual, asociado o no a las intervenciones individuales. Estas intervenciones grupales tienen más beneficios que las terapias individuales en su recuperación psicológica, al poder identificarse con otras mujeres y no verse como víctimas. El potenciar y formar a las asociaciones de mujeres en esta temática es trascendental”, destaca la investigadora.

La investigadora Amparo de Píñar Prats, alumna del programa de doctorado en Psicología de la UGR, es la autora de este trabajo.

Por último y como llamada de atención a las instituciones públicas, el estudio de la UGR revela que las intervenciones tienen que prolongarse a lo largo del tiempo, tanto las psicológicas, las formativas, las laborales, etc., ya que sufrir violencia de género afecta tanto a la salud física y psicológica de las mujeres, a la confianza en ellas mismas, a su autoestima, que el trabajo para empoderarlas no se puede circunscribir a un momento determinado: tiene que existir una continuidad, como ellas demandan.

“Con la implicación de una sociedad informada y unas instituciones públicas con personal bien formado, la lucha contra las secuelas de este problema de salud pública, tal y como lo define la Organización Mundial de la Salud, será más eficaz y eficiente”, concluye la investigadora.

Referencia bibliográfica:

Amparo de Piñar-Prats, Manuel Fernández-Alcántara, María Nieves Pérez-Marfil: “Needs and Support Perceived by Women for Coping with the Experience of Intimate Partner Violence in Andalusia (Spain): A Qualitative Study”. Journal of Interpersonal Violence (IF 3.573 ) Pub Date : 2021-04-18 DOI:10.1177_08862605211006367


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