Granada /
19 de diciembre de 2022

Aceite de oliva virgen durante el embarazo para mejorar el desarrollo cerebral de fetos con bajo peso

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Amalia Rodríguez / Fundación Descubre

Las ventajas de consumir el conocido como ‘oro líquido’ son múltiples y de sobra conocidas. Por ello, la dieta mediterránea está considerada como una guía nutricional idónea para todos y, especialmente, para las embarazadas. Un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín, del CSIC en Granada, ha analizado y comparado los efectos que provoca la ingesta de una molécula antioxidante presente en esta grasa saludable en el hipocampo de fetos porcinos con pesos por debajo de lo normal. Como conclusión, han comprobado que si la madre lo toma a diario se potencia su efecto neuroprotector en ellos. 

La famosa frase del filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach “somos lo que comemos”, tiene más de 170 años y sigue vigente. Podemos decir que, incluso, va más allá porque también somos lo que nuestra madre comió durante la gestación.

Una de las dietas con más beneficios reconocidos es la mediterránea, declarada en 2010 por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad. Rica en legumbres, frutas, verduras, hortalizas, pan, pasta, aceite de oliva virgen como grasa para cocinar, acompañado de un consumo habitual de pescado, yogures y queso, frente a una baja ingesta de carne roja, dulces y lácteos líquidos.

El hidroxitirisol es una molécula natural antioxidante presente en el aceite de oliva virgen.

La ciencia lleva años demostrando los beneficios de esta dieta y, sobre todo, de un ingrediente en particular: el aceite de oliva virgen. Es recomendable y aconsejable su ingesta para la ciudadanía en general y para las embarazadas en particular.

Los beneficios del consumo de aceite de oliva virgen para las gestantes se basan en la presencia de una molécula natural antioxidante, entre otras, tiene efectos neuroprotectores en fetos porcinos de bajo peso. Así lo ha comprobado un equipo de investigación formado por expertos de la Estación Experimental del Zaidín, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Granada, en colaboración con el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Barcelona, el Departamento de Fisiología Comparada del INIA-CSIC y el Departamento de Producción y Sanidad Animal de la Universidad Cardenal Herrera-CEU.

Lechones de diferente tamaño. El lechón A es una cría de una cerda alimentada con esta molécula, mientras que el B es un lechón que ha sufrido crecimiento intrauterino restringido.

Tras varios estudios sobre la ingesta de este antioxidante en cerdas gestantes y los efectos sobre el desarrollo cerebral de sus fetos, en este nuevo trabajo publicado en la revista Antioxidants han concluido que un consumo continuado de esta sustancia durante los dos últimos tercios de gestación, mejora la función cognitiva de fetos con crecimiento intrauterino retardado, es decir, que presentan bajo peso durante la gestación.

Llamada hidroxitirisol, este antioxidante natural se encuentra en estado puro en forma de líquido transparente e inodoro en el olivo, principalmente en las aceitunas. Esta molécula es uno de los compuestos más abundantes en el aceite de oliva virgen y es responsable de otorgarle el sabor amargo a este alimento. Sin embargo, no se encuentra en el resto de aceites porque se elimina con el refinado.

Hipocampo, diana del estudio

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación ha cuantificado y comparado el conjunto de proteínas del hipocampo -área del cerebro involucrada en la memoria, el aprendizaje, los estados de ánimo, el estrés y la cognición – en dos grupos de fetos porcinos ibéricos:

cerdas ibericas

Ejemplares de cerdas ibéricas que formaron parte del estudio.

1. En fetos procedentes de cerdas ibéricas a las que se les administró el hidoxitirosol durante los dos últimos tercios de gestación;

2. En fetos control, es decir, aquellos procedentes de madres a las que no se les había administrado dicha sustancia durante la gestación.

Con esta comparativa, los expertos buscaban identificar los mecanismos moleculares que modulan los efectos neuroprotectores de esta sustancia a nivel cerebral.

Proteínas clave

En concreto, determinaron y cuantificaron todas las proteínas que se estaban traduciendo en esta zona del cerebro en ambos grupos y evaluaron los posibles cambios en la abundancia de éstas en función de si sus madres recibieron tratamiento con hidroxitirosol o no. “Identificamos casi 6.000, un mapa completo que fuimos desgranando con un programa estadístico muy restrictivo para cotejar cuáles de ellas resultaban diferencialmente expresadas en los dos grupos estudiado”, explica a la Fundación Descubre la investigadora de la Estación Experimental del Zaidín Consolación García-Contreras.

Consolación García EEZ

Consolación García-Contreras, investigadora de la EEZ y coautora del estudio.

Los resultados obtenidos mostraron que el consumo de hidroxitirosol apenas influía en la traducción de proteínas entre los fetos de las madres control y en los que sus madres sí recibieron un suplemento de este compuesto en su dieta.

En total, se observaron diferencias en cuanto a abundancia en 11 proteínas entre ambos grupos, de las que tres destacaban en el grupo de fetos tratados. Asimismo, todas ellas estaban relacionadas con funciones neuroprotectoras.

1. La primera actúa como mensajero de las señales cerebrales y evita la incorporación de metabolitos tóxicos en células del sistema nervioso. Su ausencia está relacionada con la pérdida de función cognitiva y el envejecimiento.

2. Otra de ellas repara las uniones dañadas entre las diferentes partes de una proteína que impiden a otras partes esenciales incorporarse a la cadena proteica y desempeñar su función. La carencia o baja abundancia de dicha proteína implica que no se produzca este ciclo de reparaciones, pudiendo aparecer enfermedades relacionadas con malformaciones proteicas.

3. La tercera de estas proteínas está correlacionada de forma positiva con funciones cognitivas. Se sabe que su déficit puede provocar problema en el aprendizaje y la aparición de estrés y ansiedad.

Por tanto, si una malnutrición o una sobrealimentación materna puede ocasionar la aparición de fetos afectados por crecimiento intrauterino retardado, o incluso, aparecer por una insuficiencia placentaria no relacionada con la nutrición materna, es esencial la búsqueda de estrategias nutricionales que minimicen los efectos negativos de esta afección fetal.

De ahí que la dieta de una mujer embarazada no deba tomarse como una cuestión baladí. “Si hacemos un símil con los humanos, los fetos afectados por crecimiento intrauterino retardado presentan mayor morbilidad y mortalidad neonatal, así como una mayor propensión a padecer trastornos crónicos como obesidad, diabetes tipo II y enfermedades cardiovasculares en la vida adulta”, detalla García-Contreras.

embarazada aceite oliva

El consumo de aceite de oliva durante la gestación mejora el desarrollo cerebral del feto.

Por tanto, somos lo que comemos, con el matiz de que también somos lo que comieron nuestras madres. En el caso de las embarazadas, este valor añadido se traduce en una cucharada de ‘oro líquido’ en su dieta diaria hasta que su bebé nazca. Un regalo dorado para el desarrollo cerebral de su prole y que, además, contribuirá a evitar la aparición de otras patologías a lo largo de su vida.

Más información en #CienciaDirecta: El consumo de aceite de oliva virgen extra en embarazadas mejora el desarrollo cerebral de fetos con bajo peso


Ir al contenido