Los individuos, en lugar de las especies, en el foco de un estudio sobre la biodiversidad ante el cambio global
La Estación Biológica de Doñana-CSIC destaca en una publicación la importancia de estudiar más allá de la
especie como unidad básica y tener en cuenta la variabilidad individual para predecir cómo responderá la biodiversidad ante el cambio global. La investigación indica que la persistencia de comunidades diversas de
plantas y polinizadores requiere la concurrencia de individuos especialistas y generalista.
La ecología ha centrado su estudio en la especie como unidad básica de análisis para simplificar la gestión y análisis de datos. Sin embargo, este enfoque, aunque ha aportado conocimientos muy valiosos, tiende a invisibilizar la diversidad real de interacciones entre organismos y sus consecuencias.
La Estación Biológica de Doñana ha liderado una investigación publicada en la revista Ecological Monographs pone a los individuos, en vez de las especies, en el centro del estudio. El trabajo revela cómo sutiles diferencias en la forma de interactuar de cada individuo pueden influir de manera decisiva en la persistencia de las comunidades ecológicas frente a los cambios ambientales. La investigación cuenta además con la participación de la Universidad de Canterbury de Nueva Zelanda y del Instituto Leibniz-IGB de Berlín.
El individuo como foco
Uno de los pilares fundamentales de la biodiversidad es el mutualismo, es decir, la interacción biológica en la que individuos de diferentes especies, como plantas y polinizadores, obtienen un beneficio mutuo. El estudio de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) trata aspectos relacionados con esta y con otras ideas.

Un macho de Eucera hispaliensis sobre Lavanda pedunculata. Fotografía: Curro Molina.
«Durante décadas, la investigación en ecología ha asumido, por lo general, que todos los individuos de una especie poseen los mismos rasgos e interactúan de manera idéntica”, explica Blanca Arroyo-Correa, científica de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC). “Nuestro estudio desafía esta convención al demostrar que la variación individual en los organismos mutualistas desempeña un papel crucial a la hora de determinar si una especie logrará persistir frente a cambios ambientales”, concluye.
La biodiversidad desde una nueva perspectiva
El equipo investigador ha desarrollado un marco matemático para comprender el impacto de la variación individual en la biodiversidad. Este procedimiento integra las variaciones individuales bajo el concepto de estabilidad estructural, que indica la capacidad de un ecosistema para mantener su estructura y funcionamiento a lo largo
del tiempo a pesar de las perturbaciones.
El modelo se aplicó a datos de campo recopilados en matorrales mediterráneos del Parque Nacional de Doñana. Durante una temporada de floración se registraron miles de visitas de polinizadores a cientos de plantas de diversas especies. “Descubrimos que las especies de plantas estaban compuestas, en realidad, por individuos con una gran
variación en su grado de especialización respecto a los distintos polinizadores. Por ejemplo, algunas plantas solo atraían a unas pocas especies de polinizadores debido a su aislamiento o a la escasa producción de flores, mientras que otras eran mucho más generalistas y recibían visitas de una amplia variedad de insectos”, explica Arroyo-
Correa.
Para la persistencia de comunidades mutualistas diversas, la concurrencia de individuos especialistas y generalistas dentro de las poblaciones proporciona la mayor estabilidad, según revelan los resultados. “Nuestro trabajo demuestra que ignorar la variación entre individuos puede conducir a conclusiones erróneas sobre la estabilidad de los sistemas ecológicos”, señala Pedro Jordano, coautor del estudio. “Al incorporar esta variabilidad natural en nuestros análisis, mejoramos nuestra capacidad”.
Predecir las respuestas de las poblaciones
A medida que el cambio climático, la pérdida del hábitat y otras degradaciones ambientales amenazan la diversidad dentro de las especies, las poblaciones pueden perder la variación individual esencial que actúa como defensa contra la extinción.
Por otra parte, el estudio ofrece pautas para la restauración de los ecosistemas como, por ejemplo, priorizar la diversidad de individuos en las plantaciones y evitar la homogenización de los ejemplares plantados. “Las estrategias de conservación a menudo se centran en proteger a las especies como unidades completas”, señala el investigador de la Estación Biológica de Doñana y coautor del artículo Ignasi Bartomeus. “Nuestro trabajo subraya la necesidad de preservar, además, la variación individual ya que es lo que permite a las especies persistir cuando forman parte de comunidades ecológicas diversas”.
Este estudio, al combinar teoría ecológica y datos de campo, no solo brinda una nueva herramienta para predecir la respuesta comunitaria ante las alteraciones ambientales, sino que también aporta perspectivas fundamentales para el manejo de los ecosistemas y la conservación en un contexto de acelerado cambio global.
Referencia:
Arroyo‐Correa, B., Bartomeus, I., Jordano, P., Cagua, E. F., & Stouffer, D. B. (2025). Bridging the gap between individual specialization and species persistence in mutualistic communities. Ecological Monographs, 95(3), e70031. https://doi.org/10.1002/ecm.70031
Comunicación EBD-CSIC
Suscríbete a nuestra newsletter
y recibe el mejor contenido de i+Descubre directo a tu email
