Crean jardines químicos de sulfato de calcio en el laboratorio en condiciones similares a las del Marte primitivo

Un equipo internacional con participación del IACT-CSIC logra por primera vez crear jardines químicos de sulfato de calcio en un laboratorio. Estos jardines crecen en condiciones similares a las del planeta Marte primitivo, lo que podría llevar a equívocos a la hora de interpretar las imágenes de la superficie marciana.
Un trabajo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado crear jardines químicos a partir de sulfato de calcio, identificando además las condiciones para su formación y desarrollo espontáneos. La investigación, que se publica en la revista Angewandte Chemie, resalta además de que estas condiciones concuerdan con las que pudo haber en el Marte primitivo y llaman a la cautela para evitar confundir estas estructuras inorgánicas con restos de vida pasada.
“Nuestra investigación ha demostrado que los jardines químicos que combinan calcio y sulfatos se producen en condiciones muy similares a las que la ciencia nos dice que podrían haber existido en el Marte primitivo. Así que existe la posibilidad de que, al interpretar las imágenes obtenidas por sondas y rovers, estos jardines químicos producidos de forma totalmente abiótica puedan confundirse con evidencias de vida orgánica”, explica Alexander Van Driessche, investigador del CSIC en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT-CSIC) y uno de los autores del trabajo.
Los jardines químicos son estructuras tubulares totalmente inorgánicas pero cuya forma recuerda a la de seres vivos como plantas o corales. Descritos por primera vez en el s.XVII, tienen aplicaciones industriales y científicas relacionadas con tecnología del cemento, la corrosión de metales o el estudio del origen de la vida.
Aplicaciones industriales
Los investigadores no solo han logrado formar jardines químicos de sulfato de calcio, sino que han identificado además las condiciones para su formación y desarrollo espontáneos. Observaron y describieron los patrones de crecimiento a diferentes concentraciones y temperaturas, y utilizaron espectroscopía Raman y microscopía electrónica de barrido para determinar la composición exacta de las estructuras resultantes, que resultaron ser completamente de yeso.
“Nuestro trabajo en esta área se relaciona con la búsqueda de métodos más sostenibles para producir bassanita —un tipo de sulfato de calcio que se emplea en construcción como precursor del yeso— dado que el proceso industrial actual requiere un elevado consumo energético. Haber creado jardines químicos de sulfato de calcio supone un paso más en esta dirección”, explica Van Driessche.
Aunque posibles de reproducir en laboratorio, la superficie terrestre no reúne las condiciones para el crecimiento espontáneo de estos jardines de sulfato de calcio. De hecho, para encontrar condiciones que favorezcan su crecimiento hay que mirar a las fumarolas negras de los fondos oceánicos, con su combinación de agua salada y fluidos hidrotermales.
Búsqueda de vida marciana
Aunque estos jardines no se producen de forma espontánea en la superficie terrestre, la superficie de Marte sí presenta grandes depósitos de sulfato de calcio, resultado de la época en la que el planeta estuvo probablemente recubierto de agua. Es precisamente por ello que los investigadores suelen examinar estos depósitos cuando buscan restos de vida.
Sin embargo, durante estas épocas con agua, la superficie del planeta presentaba un ambiente ácido y salino que, según los autores del trabajo, resulta totalmente compatible con la formación espontánea de estos jardines químicos. Unos jardines que, vistos a través de las imágenes de sondas y rovers, y sin ninguna otra información adicional, podrían confundirse con fósiles.
“Nuestro trabajo pueden entenderse como un llamamiento a la cautela, un recordatorio de que la morfología por sí sola no constituye un indicador fiable de vida. Que algo tenga una forma parecida a la de seres orgánicos no lo convierte automáticamente en una biofirma: los falsos positivos son posibles», recuerda el investigador del CSIC.
Van Driessche destaca además el papel de la geología en la búsqueda de vida extraterrestre: “a través del estudio detallado de las rocas es posible reconstruir la historia climática y geológica de un planeta. En este caso, identificar y estudiar la composición de los depósitos de sulfato de calcio en la superficie marciana podría arrojar luz sobre las características fisicoquímicas del periodo húmedo del planeta y contribuir a una mejor comprensión de las condiciones superficiales de Marte que podrían haber sido idóneas para albergar vida”, concluye.
Referencia:
Selina Reigl, Elisabeth Wagner, Carlos Pimentel, Prof. Dr. Werner Kunz, Alexander E. S. Van Driessche*, Dr. Matthias Kellermeier*. (2025). ‘Gypsum Gardens: Self-Assembled Tubular Structures of Calcium Sulfate with Relevance for the Detection of Extraterrestrial Life’. Angewandte Chemie International Edition.
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