Un ‘tesoro’ verde en aguas rojas: la microalga del río Tinto con efectos antiinflamatorios

La microalga Coccomyxa onubensis, con su coloración típica verdosa, habita en aguas ácidas donde predominan los tonos rojizos y ocres, colores que le otorgan su nombre: el Tinto. En él, esta microalga, que sólo se localiza en esta zona del sur de España, ha demostrado desarrollar una alta capacidad antiinflamatoria. Esta cualidad se suma a sus propiedades ya identificadas como antibacterianas y antioxidantes. Por si fuera poco, la ciencia andaluza también demostró que este microorganismo es además capaz de producir lípidos para obtener biocombustibles.
El río Tinto es el único con aguas rojas de toda Andalucía, y por extensión, también lo es de toda España. La alta concentración de metales pesados, como el hierro y el cobre, le conceden esta tonalidad rojiza. Un río inusual que parece sacado de otro planeta, concretamente de Marte, y donde la propia NASA estudia la presencia de vida extraterrestre sin dejar de pisar suelo terrestre.
Este río único y peculiar alberga microorganismos que también son singulares, no tanto por sus colores sino por sus cualidades. Como es el caso de la microalga Coccomyxa onubensis autóctona del Tinto y de la que la ciencia andaluza ya había identificado que contiene propiedades antioxidantes y antibacterianas.
Asimismo, esta microalga 100% onubense es una fuente potencial de biocombustible renovable, es decir, puede llegar a ser útil para producir biocarburantes tras acumular lípidos en su biomasa cuando se cultiva en condiciones de escasez de nutrientes.
Nuevas propiedades de esta microalga
Todas estas características, unidas a que sólo vive en el río Tinto, hacen de Coccomyxa onubensis una microalga exclusiva. Ahora, tras un nuevo estudio de científicos del grupo de investigación ‘Biotecnología de microalgas’ de la Universidad de Huelva, y del Centro de Ciencias del Mar de la Universidad de Algarve, su singularidad suma y sigue. Estos expertos han medido y demostrado por primera vez su capacidad antiinflamatoria.
Asimismo, en colaboración con las universidades de Sevilla y del Algarve, han comprobado que, sometiendo a situaciones de estrés a este microorganismo, incrementa la capacidad bioquímica antiinflamatoria de sus extractos hasta un 50%. En concreto, la adición de hierro en cultivos de esta microalga favorece que acumule más compuestos con propiedades antiinflamatorias.
De esta forma, hasta las microalgas responden a situaciones de desafío. “El estrés por hierro estimula la respuesta antioxidante de la microalga, que principalmente aumenta el contenido en algunas moléculas con capacidad antiinflamatoria. Lo hemos comprobado en pruebas in vitro realizadas con macrófagos, células del sistema inmunitario que se localizan en los tejidos”, explica a la Fundación Descubre María Robles, investigadora de la Universidad de Huelva y autora principal de este estudio.
Resistente a entornos extremos y situaciones de estrés
Para obtener estos resultados, el equipo de investigación onubense comparó el comportamiento de cultivos de esta microalga a los que añadieron hierro respecto a cultivos sin este ion incorporado. “Estudios previos han determinado que este tipo de microalgas presenta una mayor facilidad para adaptarse a condiciones de estrés por el entorno oxidante en el que vive. Con este trabajo hemos comprobado que soportan condiciones extremas como la incorporación de concentraciones más elevadas de hierro sin afectar negativamente a su crecimiento, gracias a su capacidad antioxidante”, matiza Robles.
Para ello, los expertos probaron concentraciones diferentes de hierro en los cultivos, con la finalidad de identificar el grado de estrés que es capaz de soportar este tipo de microalga y cómo genera esta respuesta bioquímica antioxidante. Los cultivos con hierro se mantuvieron en crecimiento durante un periodo de unos 10-12 días.
A lo largo del periodo de incubación de los cultivos, estudiaron el crecimiento y viabilidad fotosintética de la microalga. También determinaron el contenido en distintos compuestos antioxidantes, principalmente compuestos fenólicos y carotenoides, y su capacidad antiinflamatoria. “Los radicales libres son moléculas inestables que se producen naturalmente en el cuerpo, pero también pueden ser generados por factores externos como la contaminación, la radiación y el estrés. Estos radicales libres atacan las células, dañando el ADN, las proteínas y los lípidos y, por tanto, desencadenan una respuesta inflamatoria, donde el organismo intenta reparar el daño celular. Estos compuestos antioxidantes se encuentran, principalmente, en frutas y verduras y, son capaces de neutralizar dichos radicales libres y evitar así que dañen a las células”, añade la autora del estudio.
Fuente natural de compuestos bioactivos
Los resultados de los ensayos, publicados en la revista Plant Physiology and Biochemistry, demostraron que, bajo condiciones de estrés, Coccomyxa onubensis incrementa su capacidad antiinflamatoria hasta un 50%. “Los cultivos de la microalga no estresados presentan capacidades moderadas, de modo que el estrés, particularmente por la adición de hierro, potencia notablemente la función antiinflamatoria de los extractos de la microalga”, asegura Robles.

Este trabajo evidencia la utilidad de esta especie procedente de un entorno altamente ácido como una nueva fuente natural de nutraceúticos antiinflamatorios.
Según los expertos, este trabajo evidencia la utilidad de esta especie de microalga procedente de un entorno altamente ácido como una nueva fuente natural de nutraceúticos antiinflamatorios, es decir, complementos alimenticios que combinan propiedades nutritivas y otras beneficiosas para la salud, debido a su capacidad para afrontar las condiciones oxidativas de su hábitat. “C. onubensis es un organismo prometedor para producir compuestos bioactivos con actividad antiinflamatoria, incluyendo ácidos grasos, compuestos polifenólicos y carotenoides”, matiza la autora del estudio.
Tras este avance científico, el siguiente paso es identificar qué moléculas son las responsables de la mayor capacidad antiinflamatoria de los extractos de esta microalga. Así, según los expertos, podrían probar su capacidad nutraceútica en pacientes con enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, artritis reumatoide, entre otras.
Un nuevo ‘poder’ de una microalga verde aparentemente como las demás, aunque con la excepción de que nace, crece y se desarrolla en ambientes extremos, rodeada de aguas ácidas de color rojo. Su hábitat la hace diferente al resto de microalgas, hasta única en su especie, ya que para adaptarse a dicho ambiente produce moléculas de carácter antioxidante. Una microalga con múltiples propiedades que reúnen un potencial biotecnológico que la ciencia andaluza sigue estudiando y aportando avances cada día.
Más información en #CienciaDirecta: Demuestran la capacidad antiinflamatoria de una microalga autóctona del río Tinto
Suscríbete a nuestra newsletter
y recibe el mejor contenido de i+Descubre directo a tu email