Durante la Revolución Industrial, el carbón se convirtió en el pilar energético de las grandes fábricas y locomotoras. Sin embargo, transportarlo desde las minas hasta los centros urbanos era un proceso lento, costoso y contaminante. En su momento, ingenieros y científicos se enfrentaron al reto de aprovechar los recursos energéticos de forma más eficiente y cercana a los puntos de consumo. Por ejemplo, James Watt mejoró la máquina de vapor, no solo para optimizar el uso del carbón, sino también para reducir la dependencia de largas cadenas logísticas.

De derecha a izquierda: Manuel Cuevas, Adnan Asam Karim y Mª Lourdes Martínez.

Así como el carbón transformó la industria en su momento, en la actualidad, los recursos sostenibles como los residuos agrícolas están marcando la ruta hacia una energía más limpia. Ejemplo de ello es el trabajo de un equipo de investigación de la Universidad de Jaén, que ha desarrollado un método que emplea microondas para transformar el alperujo, un subproducto de la producción de aceite de oliva, en un biocombustible llamado hidrochar. Este combustible sólido presenta ventajas como:

• Se produce en tan solo 30 minutos, frente a las 4 horas habituales.
• Supera en poder calorífico a técnicas tradicionales como la pirólisis.
• Este método puede aplicarse directamente en las almazaras, eliminando la necesidad de transporte y reduciendo costes e impactos ambientales. 

Menos tiempo, más poder calorífico

Según explican los expertos en un estudio publicado en la revista Journal of Analytical and Applied Pyrolysis,, el producto final es apto para calderas y otras aplicaciones energéticas, como la producción eléctrica. “Asimismo, la venta de este producto podría contribuir a la diversificación de las fuentes de ingresos de las almazaras, reduciendo el impacto ambiental de su actividad y contribuyendo a la economía circular”, comenta a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Jaén Adnan Asad Karim, coautor de este estudio.

Normalmente, los métodos tradicionales para obtener biocombustible a partir de alperujo suelen ser poco eficientes, ya que requieren procesos largos y costosos que implican un alto consumo de energía. Además, pueden generar grandes cantidades de residuos y emisiones, que repercuten negativamente en el medio ambiente y, por tanto, su rentabilidad y sostenibilidad son limitadas.

‘A golpe’ de microondas

Al igual que Watt y otros visionarios del pasado optimizaron el uso de la energía, este equipo demuestra que, con innovación, hasta los residuos pueden convertirse en una fuente energética de valor. “El biocombustible sólido obtenido mediante la técnica que proponemos es una opción segura y productiva para su uso en calderas y otros sistemas de combustión, mejorando tanto la eficacia como la durabilidad de los equipos”, añade la investigadora de la Universidad de Jaén María Lourdes Martínez Cartas, coautora del estudio.

El equipo de investigación de la UJA durante la pasada edición de La Noche de los Investigadores.

Tal como el carbón revolucionó el progreso industrial, los residuos agrícolas están impulsando la transición hacia una economía más sostenible, mostrando cómo la innovación local puede tener un impacto global.

Más información en #CienciaDirecta: Desarrollan un método rápido que emplea microondas para transformar el alperujo de oliva en biocombustible