Cambio de pareja en la pardela cenicienta: del luto a una mayor esperanza de vida
Un equipo de investigación en el que participa la Universidad de Huelva ha concluido que las hembras de esta especie mediterránea saltan uno o más ciclos de puesta en el caso de enviudar o separarse de su compañero habitual. Los expertos relacionan esta actitud con un mecanismo de defensa para asegurar la supervivencia en la especie.
El mundo de las parejas es digno de observación en todo el reino animal. Igual que ocurre con el ser humano, unos prefieren el poliamor y otros, en su extremo, la monogamia absoluta. En ese abanico de posibilidades que ofrece el instinto por la perpetuación de la especie y una de las funciones básicas de cualquier ser vivo encontramos las respuestas que cada cual adopta para conservar su legado.
En el caso de que la opción sea la monogamia, hay que saber muy bien a quién se escoge como compañero, porque lo de para toda la vida puede asustarnos a todos, también a los animales.
Muchas aves marinas son monógamas y, precisamente, de la elección de su pareja dependerá su subsistencia. Es el caso de la pardela cenicienta, que pasa la mayor parte del año mar adentro y solo llega a las costas mediterráneas para criar. Las puestas de las hembras suelen ser de un solo huevo y, como todo tiempo de gestación y crianza, requiere de un desgaste físico considerable. Por eso, deben asegurar que el macho que las acompaña les dé la descendencia deseada y que el polluelo llegue a alzar el vuelo por sí solo, como cualquier madre anhela.
Segundos matrimonios
Cuando el compañero no ha estado a la altura o no regresa al ciclo siguiente a su lugar de cría, ¿qué hacen? Lo lógico sería pensar que buscan una nueva pareja para su puesta anual, pero no es así.
Según ha observado durante más de una década un equipo de investigación del Instituto Superior de Investigación y Protección del Medio Ambiente (ISPRA) de Italia en el que han participado personal de la Universidad de Huelva, la Università de Pisa (Italia), y del Instituto Ruder Boskovic, Croacia e Instituto Holandés de Ecología (NIOO-KNAW) de Países Bajos las pardelas cenicientas se toman un tiempo y no buscan de manera inmediata un sustituto para asegurar que el siguiente padre de sus hijos cumpla bien con su misión. “Confirmamos que la hembra quiere asegurar que su nuevo compañero sea válido para la reproducción antes de aliarse con él y no hacer un intento en vano que pueda suponer su deterioro”, indica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Huelva Simone Santoro, autor del artículo.
Las investigaciones se realizaron con una colonia que se reproduce en la isla Pianosa del archipiélago toscano (Italia). Los datos publicados en la revista Animal Behaviour ayudan a conocer mejor el comportamiento de estas aves para perpetuar su conservación. Así, han observado que aunque son monógamas, el 36,5% de las hembras y el 54,5% de los machos renovaron su pareja a lo largo de sus vidas. La esperanza de vida reproductiva promedio de ellas fue de 7,94 años, mientras que la de ellos fue de 8,81 años. “Atendiendo a estas cifras, vemos que ellos cambian más, pero pueden procrear durante más tiempo. Además, también hemos determinado que las hembras que cambian de pareja, casi siempre debido a la desaparición del macho, son más longevas”, añade el investigador.
La tentación vive arriba
Estas pardelas cambian de pareja sobre todo si enviudan, pero también si sus compañeros emigran a otra zona o, si ha habido un ciclo en el que no han procreado, se divorcian y buscan otras opciones válidas. Además, nos indica Simone Santoro que en la nueva elección de pareja por parte de las hembras podría existir una tendencia por lo conocido, ya que se ha observado en ocasiones, que las aves escogen a machos vecinos para formar nuevos enlaces.
Los machos, sin embargo, responsables de la guarda y defensa del nido, casi siempre ocupan el mismo territorio que compartían con su anterior pareja y esperan a que llegue una nueva hembra.
Otros resultados del estudio han sido:
- Las hembras que cambian de pareja son las más longevas, especialmente las que anidan en la superficie.
- El cambio de pareja no afecta al éxito reproductivo a corto plazo, lo que sugiere que las nuevas parejas son tan válidas como las antiguas.
- Los motivos de los cambios de pareja en pardela cenicienta no suelen estar provocados por fallos reproductivos
- Los cambios de pareja se dieron mayoritariamente por la muerte de uno de los miembros.
La observación de las distintas especies que pueblan tierra, mar y aire da las pautas para conservar la biodiversidad del planeta. En este caso, los expertos abren camino para ahondar en la vida matrimonial de las pardelas cenicientas, en cómo orientan sus acciones tras la pérdida del compañero para seguir dando respuesta a su instinto procreador. Aunque, vistos los resultados, quizás no esté tan mal lo del cambio de pareja, ya que las hembras viven más cuando lo hacen. Habría que plantearse si solo se da en las pardelas o también en la nuestra.
Más información en #CienciaDirecta: El ave pardela cenicienta cambia su comportamiento reproductivo al perder a su pareja
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