Genes para identificar aceitunas con más peso y preservar las tradiciones
Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén ha analizado el ADN de 40 variedades de olivo cultivadas y 10 silvestres (acebuches) para establecer qué marcadores genéticos influyen en el tamaño del fruto. Con este conocimiento los mejoradores, es decir, quienes realizan las combinaciones para obtener los especímenes más deseables, pueden seleccionar árboles que produzcan frutos más grandes para aumentar la producción agrícola.
“Madre, yo tengo un novio
aceitunero
que tiene vareando
mucho salero,
se acabó la faena
y no lo he vuelto a ver.
Madre, yo tengo un novio
que me decía
que me quería
por mi querer.
Dale a la vara,
dale bien que las verdes
son las más caras,
y las negras pa ti, tipití, tipití.
¡Ay, que me voy detrás de ti!”
Esta letrilla popular es una de las muchas canciones, poemas, refranes y adivinanzas que ha dejado en Andalucía el olivar y la recogida de la aceituna. Un legado que se va transmitiendo de generación en generación, haciendo honor al simbolismo que poetas y artistas han asociado en sus obras con el olivo: longevidad y renovación.
No obstante, esta cultura generada alrededor del olivar está ligada a la actividad económica del mismo, que se ha ido desarrollando a lo largo de los años para adaptarse a los nuevos tiempos. La ciencia ha puesto su granito de arena en este proceso para facilitar la labor de los agricultores y, al mismo tiempo, obtener un fruto más rico, sano y rentable.
Ejemplo de ello es el trabajo de un equipo de investigación del Instituto Universitario de Investigación en Olivar y Aceites de Oliva de la Universidad de Jaén, IFAPA ‘Alameda del Obispo’ y el Instituto de Investigación en Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP, CSIC-UPV), que ha identificado los genes que determinan el peso de la aceituna. Este conocimiento podría servir para:
-Futuros programas de selección genética, de modo que los agricultores puedan cultivar variedades con características deseables en cuanto a su peso.
-Seleccionar las aceitunas más grandes para producir productos específicos u obtener más aceite.
-Mejorar la rentabilidad de la aceituna.
Selección genética
Tal y como explican en el artículo publicado en Plants, se trata de la primera vez que se identifica los genes que establece el peso de la aceituna. Este hallazgo representa un avance en el campo de la genética de este fruto y brinda información para comprender mejor sus mecanismos genéticos y biológicos involucrados en su crecimiento.
Tradicionalmente, la selección genética de la aceituna se realiza mediante la observación, identificación y elección de los olivos con características deseables para su reproducción. Estos árboles se convierten en ‘parentales’ mediante la polinización controlada, que ofrece al mejorador, es decir, quienes realizan las combinaciones para obtener los especímenes más deseables, la posibilidad de obtener los especímenes que produzcan, en este caso, frutos de mayor tamaño. No obstante, éste es un proceso laborioso que puede llevar años, inversión económica, espacio en el terreno cultivable y que implica amplios márgenes de error. “Comprobar marcadores genéticos específicos, como el que determina el peso de la aceituna, facilita la selección de árboles portadores de características beneficiosas, agilizando así el proceso de mejora genética. Es como abrir un manual de cada árbol que nos indica sus cualidades”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Jaén Francisco Luque.
De este modo, los científicos contribuyen al desarrollo e impulso del sector olivarero, materia prima para el vasto conjunto de canciones populares, poemas, refranes y referencias culturales que han surgido en torno a este árbol milenario, preservando así su tradición y su simbolismo, para aunar tradición e innovación.
Más información en #CienciaDirecta: Identifican los genes que determinan el peso de las aceitunas
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