Huelva /
20 de julio de 2023

Pellets de pino, una ‘receta energética’ para prevenir los incendios forestales

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: Alba Madero Milla

Fuente: Fundación Descubre

Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha evaluado la densidad, el contenido de humedad, el poder calorífico y la resistencia mecánica del pino piñonero para producir biocombustible. La recogida de sus restos vegetales ayuda a reducir la incidencia del fuego en bosques y montes, que tan sólo en Andalucía arrasó 15.000 hectáreas en 2022.

El verano trae consigo cambios en las temperaturas, especialmente en comunidades autónomas como Andalucía donde el termómetro alcanza altas cifras que desafían la resistencia de personas, fauna y flora al calor. En este contexto, la combinación de factores como el clima, los periodos cada vez más sofocantes y secos y la presencia de vegetación inflamable crea un entorno propicio para la rápida propagación de los incendios.

Tan sólo en 2022 se han registrado en Andalucía más de 153 incendios forestales y más 15.000 hectáreas quemadas, según datos del Infoca. La consecuencia directa de estos eventos es la pérdida de extensas áreas arboladas y matorrales, la destrucción de hábitats naturales y la puesta en peligro de especies autóctonas.

Biomasa de ramas finas y hojas trituradas antes de ser peletizada.

Ante este escenario, las instituciones ponen el foco en soluciones sostenibles, como el aprovechamiento de los residuos que se pueden convertir en potencial combustible en los bosques. En esto se centra la labor de un equipo de investigación de la Universidad de Huelva, que ha desarrollado pellets de biomasa de pino para prevenir incendios e incrementar la rentabilidad de este material vegetal. Se trata del primer estudio que analiza las características físicas y químicas de los residuos del pino piñonero para producir un biocombustible sólido que se emplea para generar calor en calderas y estufas.

Bosques y matorrales

Aunque ya se producían pellets de distintas especies arbóreas, la propuesta de los investigadores evalúa por primera vez cuatro cualidades de los pellets fabricados con la biomasa del pino piñonero (Pinus pinea L.):

-La densidad
-El contenido de humedad
-El poder calorífico
-La resistencia mecánica.

Con estos datos, concluyen que el producto final posee un gran potencial energético en relación a su tamaño, es eficaz en la combustión, emite un volumen muy bajo de gases contaminantes en comparación a los combustibles fósiles y su producción es sostenible.

Clasificación de la biomasa de pino piñonero por tamaños antes de ser analizada.

Aunque la biomasa es una fuente de energía renovable y sostenible, y se encuentra en lugares tan cercanos como los bosques y montes, no se hace uso de todo su potencial. Así lo indica un informe del Instituto de Ingeniería de España, donde se señala que tan sólo se aprovecha un 40% de este recurso.

Para incrementar este porcentaje y crear alternativas con alto poder energético, los expertos exploran en su artículo publicado en Forests las cualidades de la biomasa de pino piñonero tras su transformación en pellets. Por ejemplo, su bajo contenido en humedad, su biodisponibilidad -es un recurso abundante en la naturaleza- y una alta densidad, es decir, que contiene una gran cantidad de material útil en un volumen relativamente pequeño. Esto facilita su almacenamiento y reduce los costes del transporte, ya que se aprovecha más el espacio disponible.

Ventajas

Así, el desarrollo de estos pellets implica dos ventajas: una mediombiental y otra económica. En primer lugar, la recogida sostenible de biomasa de los bosques y montes ayuda a prevenir incendios forestales, ya que se reduce el material potencialmente combustible. Por otro lado, la obtención y venta de pellets de pino piñonero podría costear hasta un 80% de los gastos de producción y transporte de la biomasa. “Sólo en los pinares de Huelva se podría obtener hasta 1000 kilogramos de biomasa forestal por hectárea al año. Con 3 hectáreas, se podrían cubrir las necesidades energéticas de un hogar durante un año”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Huelva Manuel Fernández.

Pellets de pino piñonero tras salir de la peletizadora.

Tras establecer cuáles eran las partes más útiles del árbol, los expertos llevaron la biomasa a una planta de pelletización, donde trituraron el tronco sin corteza y las ramas para convertirlos en serrín y luego las densificaron. Esto significa que extrajeron todo el aire y agua posibles y comprimieron el material para obtener los pellets, con forma de gránulos alargados y cilíndricos de entre 1 y 2 centímetros. Los científicos añaden que la venta de estos pellets podría suplir entre un 30% y 80% de los costes de los trabajos de prevención de incendios en la provincia de Huelva.

De este modo, el equipo de investigación Análisis y Planificación del Medio Natural centra sus esfuerzos en el aprovechamiento de la biomasa forestal. Afirman que, si se utilizasen todas de forma sostenible, no sólo se reduciría la incidencia de incendios, también se cubrirían todas las necesidades anuales de energía eléctrica y térmica del 60% de las viviendas andaluzas. Un objetivo que responde al desafío de proteger los bosques andaluces de las llamas para preservar la riqueza natural de la región.

Peletizadora y muestras de serrín esperando a ser peletizadas.

Más información en #CienciaDirecta: Desarrollan pellets de biomasa de pino para prevenir incendios


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