Granada /
07 de marzo de 2022

La generosidad humana se resintió durante los días más duros de la pandemia

Fotografía ilustrativa de la noticia

Los meses de confinamiento general de la población provocado por la pandemia de COVID-19 afectaron a la ciudadanía de muy diversas formas, influyendo en su comportamiento y perspectivas. Un estudio internacional en el que participa la Universidad de Granada ha demostrado que la generosidad de las personas se vio negativamente afectada ante la incertidumbre y la crisis socioeconómica que generó la situación sanitaria en su peor periodo.

Los meses de confinamiento general de la población provocado por la pandemia de COVID-19 afectaron a la ciudadanía de muy diversas formas, influyendo en su comportamiento y perspectivas. Un estudio internacional en el que participa la Universidad de Granada ha demostrado que la generosidad de las personas se vio negativamente afectada ante la incertidumbre y la crisis socioeconómica que generó la situación sanitaria en su peor periodo.

En este trabajo han participado, por parte de la UGR, el investigador del Departamento de Antropología Antonio M. Espín y la investigadora del Departamento de Métodos Cuantitativos para la Economía y la Empresa Teresa María García Muñoz.

Teresa María García Muñoz

Antonio M. Espín

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La investigación se ha desarrollado a través de un experimento de economía del comportamiento ejecutado durante el 20 y el 25 de marzo de 2020, en pleno confinamiento, donde 969 personas de diferentes características y que vivían en Andalucía se enfrentaron a distintos juegos económicos virtuales.

Como en cualquier experimento económico, se emplearon incentivos monetarios y los participantes sabían que durante el juego podían ganar 100 euros. Para medir la generosidad, el equipo de investigación utilizó la siguiente pregunta: “Si ganaras el premio de los 100 euros, ¿te gustaría donar una parte de ese dinero a una ONG?” Los usuarios podían elegir donar desde el 0% hasta el 100%.

Controlando género y edad, y mediante modelos de regresión, se ha analizado cómo evolucionaban las donaciones en función de la intensidad de exposición a la pandemia o a las noticias sobre COVID-19. Este progreso fue negativo, es decir, la cantidad donada se redujo en los tres últimos días del estudio, aunque hubo variaciones: las personas más mayores, a priori más favorables a donar, redujeron su interés por realizar donaciones de forma más considerable.

El equipo de investigación también ha tenido en cuenta las expectativas de los participantes en el experimento, en función de cómo esperaban que se comportaran los demás. Para ello se realizó la siguiente pregunta: “¿Cuánto dinero crees que donarán los otros participantes a la ONG?”. “Observamos que con el paso de los días se redujeron las expectativas de donación y esto nos hizo pensar que quizá los participantes redujeron sus donaciones porque esperaban que los demás también lo hicieran”, explica el investigador de la UGR Antonio Espín.

Respecto a las preferencias sociales, se realizaron dos preguntas que reflejaban la preocupación de los participantes por los demás. Se les pidió que valoraran si estaban de acuerdo con las siguientes afirmaciones: “No me preocupa cuánto dinero tengo, lo que me preocupa es que otros tienen menos que yo”, “no me preocupa cuánto dinero tengo, lo que me preocupa es que otros tienen más que yo”. La primera afirmación ayuda a medir la solidaridad del individuo y, la segunda, la envidia.

La investigación se ha desarrollado a través de un experimento de economía del comportamiento ejecutado durante el 20 y el 25 de marzo de 2020, en pleno confinamiento.

“Como esperábamos, encontramos que individuos más solidarios donan más e individuos más envidiosos donan menos, pero ninguna de las dos características sufren cambios a lo largo de los días de exposición a la pandemia, lo que refuerza la idea de que las expectativas acerca del comportamiento de los demás explican la reducción de las donaciones. Las preferencias sociales tampoco influyen en el efecto de la edad”, detalla la investigadora Teresa María García.

Una posible explicación que dan los investigadores a los resultados es que una amenaza como la de la COVID-19 puede disminuir la generosidad hacia personas que no se consideran parte del propio grupo, pero aumentar la solidaridad dentro de los círculos sociales más cercanos, o desviar la solidaridad hacia la causa social más significativa. Dicho de otra forma, si en la pregunta experimental sobre la donación a la ONG se hubiera especificado que era para investigar sobre COVID o que con la donación se ayudaría a las personas de su barrio o ciudad, probablemente los resultados hubieran sido diferentes.

Referencia bibliográfica:

Brañas-Garza P, Jorrat D, Alfonso A, Espín AM, Muñoz TG, Kovářík J. 2022 Exposure to the COVID-19 pandemic environment and generosity. R. Soc. Open Sci. 9: 210919. https://doi.org/10.1098/rsos.210919


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