Un equipo de investigación del IFAPA ‘Alameda del Obispo’ de Córdoba ha determinado qué componentes de este fruto rojo llegan al último tramo intestinal tras la digestión. Así, han podido conocer con exactitud qué sustancias concretas ejercen efectos protectores sobre las células colónicas.
En 2010, la Asociación Española contra el Cáncer encargó un estudio para conocer los mitos y creencias que existían entre la población sobre qué alimentos podían contribuir al desarrollo de cáncer y cuáles podrían contribuir a su prevención.
Los resultados de la encuesta mostraron que existía un gran desconocimiento sobre cómo llevar una dieta saludable y cómo aplicarla a la prevención del cáncer. El 36% de los participantes manifestaron no conocer ningún alimento que contribuyera a esto.
Sin embargo, los expertos llevan décadas planteando hábitos de vida que incluyen ejercicio físico, evitar el alcohol y el tabaco y seguir las recomendaciones que se recogen en la pirámide de la alimentación, donde figuran tanto el tipo de alimento como la frecuencia de consumo para prevenir el cáncer.
Por ello, tanto los profesionales de la salud y la educación como los medios de comunicación han aunado esfuerzos para hacer llegar a los ciudadanos las pautas que pueden ayudar a prevenir esta enfermedad, además de desterrar mitos inciertos relacionados con la alimentación y el cáncer. Por ejemplo, seguir una pauta dietética concreta no cura el cáncer, pero sí puede contribuir a prevenirlo.
Y siempre es mejor prevenir que curar.
Además, científicos de todo el mundo estudian la relación que ciertos productos tienen con el desarrollo de tumores para determinar su acción concreta. Las conclusiones de estos trabajos incluyen el consumo de alimentos que contienen compuestos que evitan la inflamación y el estrés oxidativo de las células, impidiendo que mueran o que no funcionen correctamente.
En esa línea y en el caso del cáncer de colon, uno de los más extendidos en la población según la última actualización del Ministerio de Sanidad, un equipo de investigación del IFAPA ‘Alameda del Obispo’ de Córdoba junto a otros centros de Reino Unido, Italia y Arabia Saudí ha demostrado en un proceso de digestión ex vivo, es decir, en una digestión real, que el consumo de frambuesas contribuye a la protección de las células frente al cáncer.
En primer lugar, ha determinado qué elementos efectivos y beneficiosos de la frambuesa y qué cantidad llega realmente a este tramo del tracto intestinal para conocer mejor cómo actúan contra los tumores.
Concretamente, los expertos han determinado la presencia en el colon de polifenoles de frambuesa, unos compuestos con acción antioxidante y antiinflamatoria. Además, los científicos demuestran en un artículo publicado en la revista Redox Biology, que estas sustancias actúan tras la digestión intestinal evitando el estrés oxidativo de las células y, por tanto, su muerte.
De esta manera, aportan una justificación más precisa para incluir este fruto rojo dentro de los alimentos recomendados en la dieta para prevenir el cáncer de colon. “Hemos determinado la proporción exacta de los compuestos que llega al colon tras la digestión. Además, hemos comprobado en cultivos celulares que la acción microbiana transforma ciertas moléculas, presentes inicialmente en la frambuesa, en ácidos fenólicos que ejercen la acción beneficiosa en el organismo”, indica a la Fundación Descubre la investigadora del IFAPA ‘Alameda del Obispo’ de Córdoba Gema Pereira-Caro, coautora del artículo.
En el estudio, se evaluaron los metabolitos y catabolitos de los polifenoles de la frambuesa, es decir, todos sus derivados, con una mayor precisión y exactitud en un contexto fisiológicamente relevante, ya que se desarrolla en un entorno ex vivo, es decir, con una digestión humana real.
Los procedimientos de digestión in vitro, simulándola en una probeta, o los realizados con instrumentos que la imitan, no pueden replicar completamente el proceso que se desarrolla en el organismo debido a la dificultad de emular la cantidad de enzimas que intervienen y las múltiples reacciones que se producen. Tampoco se pueden estudiar los componentes en el mismo proceso real, ya que sería necesaria una intervención quirúrgica a un paciente sano. En este caso, los trabajos se han realizado ex vivo, es decir, trabajando con pacientes a quienes se les había extirpado el colon. De esta manera, se ha conseguido una mayor precisión en los resultados.
Desgranando a la frambuesa
Después del consumo de frambuesas, los polifenoles que sobreviven a la digestión en el intestino delgado ingresan al colon, donde están sujetos a la acción microbiana. El objetivo de la investigación era conocer la degradación y la acción de estos compuestos en ese momento. Así, incluyeron el análisis de la masa digerida que procede del íleon, llamada líquido ileal, extraído de las bolsas de los pacientes sin colon, observando los compuestos antioxidantes de la frambuesa no absorbidos por el intestino delgado.
En una persona sin esta patología, esta masa alcanzaría el colon, donde las bacterias, también conocidas como microbiota intestinal, la degradarían. Los nutrientes resultantes pasan al torrente sanguíneo pero, al mismo tiempo, actúan de manera beneficiosa protegiendo las células de la pared del intestino.
Tras la determinación de los compuestos que se forman durante la digestión, los expertos sometieron las muestras de líquido ileal a fermentación fecal para replicar lo que ocurriría en el colon en sujetos sanos. Así, se analizaron las sustancias producidas para detectar cambios en la composición química en los que aparecen los ácidos fenólicos que actúan en la protección contra el daño del ADN. Además, confirmaron que se produce la activación de Nrf2-ARE, una proteína con alto poder antioxidante.
De esta manera han establecido con precisión qué componente exacto resulta en la digestión de la frambuesa y cómo actúa en las células en el último tracto intestinal. Los ensayos apuntan que contribuye a la prevención del cáncer de colon.
Esta fruta que se disfruta en los meses de julio a octubre, además de ser apetecible a cualquier hora y encontrar multitud de recetas para saborearla, contribuye al cuidado del colon, argumentos suficientes para incluir a las frambuesas en la dieta de verano. Habrá que recordar citarlas en la próxima encuesta cuando pregunten qué alimentos pueden contribuir a la prevención del cáncer.
Más información en #CienciaDirecta: Identifican los compuestos beneficiosos de la frambuesa que actúan en el colon
Suscríbete a nuestra newsletter
y recibe el mejor contenido de i+Descubre directo a tu email