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17 de mayo de 2021

Por qué no es recomendable tomar una aspirina antes de recibir la vacuna contra la COVID-19

Fotografía ilustrativa de la noticia

¿Es conveniente tomarse una aspirina antes de vacunarse contra la COVID-19? Ante esta pregunta, lo cierto es que no hay estudios que indiquen que la aspirina prevenga los posibles efectos secundarios de la vacunación contra esta enfermedad. De hecho, según los expertos sólo se debe tomar este medicamento para contrarrestar síntomas y si así lo indica un profesional sanitario.

¿Hay que tomarse una aspirina antes de vacunarnos contra la COVID-19? Lo cierto es que no hay estudios que indiquen que la aspirina prevenga los posibles efectos secundarios de la vacunación contra la COVID-19. De hecho, según los expertos consultados por Maldita Ciencia, sólo debemos tomar este medicamento para contrarrestar síntomas y si así nos lo indica un profesional sanitario.

Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VacúnaTE que Maldita.es y la agencia de noticias Servimedia desarrollan contra la desinformación sobre las vacunas de la COVID-19 con el apoyo de Google News Initiative.

No hay estudios que indiquen que la aspirina pueda prevenir los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19

La aspirina, cuyo principio activo es el ácido acetilsalicílico, es un medicamento que se utiliza para aliviar síntomas como la fiebre y dolores leves o moderados como el de cabeza, el muscular o el menstrual, según el prospecto publicado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Tamara Dorado, farmacéutica del Área de Información del Medicamento del Consejo General de Farmacéuticos, explica a Maldita Ciencia que la duda de si es bueno tomar una aspirina antes de recibir la vacuna viene de que este fármaco «posee un efecto antiagregante plaquetario» en dosis de entre 100 mg y 300 mg, es decir, que puede prevenir la formación de trombos.

Como ya os hemos contado en Maldita Ciencia, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) afirmó que existe un «posible vínculo» entre las vacunas de AstraZeneca y Janssen y casos muy raros de trombos que se dan junto a un nivel bajo de plaquetas en sangre. De ahí que surja la duda de si la aspirina, en dosis bajas, podría ayudar a prevenir la posible aparición de trombos tras recibir estas vacunas contra la COVID-19.

Dorado señala que la aspirina puede usarse en distintos tratamientos, entre ellos, la prevención del accidente cerebrovascular «tras la aparición de un primer evento». Sin embargo, según la farmacéutica, hasta el momento no hay datos que prueben que este medicamento prevenga la posible aparición de efectos secundarios derivados de la vacunación contra la COVID-19.

En esta misma línea, Rafael del Pino Casado, profesor de Enfermería en la Universidad de Jaén y vocal la Asociación de Enfermería Comunitaria, nos dice que la aspirina no aparece recomendada en literatura científica, ni para antes ni para después de la vacunación.

Sólo debemos tomar aspirina si es necesario y si nos lo indica un profesional sanitario

Como explica la farmacéutica Tamara Dorado, la aspirina sólo debe utilizarse cuando sea «clínicamente necesario» y «bajo criterio de un profesional sanitario», ya que es una medicación que no está exenta de efectos secundarios.

Lo mismo indica Guadalupe Fontán, enfermera del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería: «Al igual que todos los medicamentos, la aspirina debe tomarse para una sintomatología concreta e indicados por el profesional sanitario de referencia, para no automedicarse, ya que los efectos secundarios en las personas pueden ser muy variables en función de sus antecedentes». Según el prospecto publicado por la AEMPS, los efectos secundarios frecuentes de este fármaco (observados entre 1 y 10 de cada 100 personas) son los siguientes:

  •  Trastornos gastrointestinales, como úlcera de estómago, úlcera de intestino, sangrado gastrointestinal, dolor del abdomen, digestión pesada, ardor, acidez, molestias gástricas, náuseas y vómitos.
  • Trastornos respiratorios, como dificultad para respirar (asma, espasmo bronquial), congestión nasal y rinitis.
  • Urticaria, erupciones cutáneas, angioedema (inflamación e hinchazón que afecta a lacara, labios, boca, lengua o garganta, que puede causar dificultad al tragar o respirar) y picor.
  • Hipoprotrombinemia (alteración de la coagulación) cuando se administra en dosis altas.

Vicente Baos, médico de Atención Primaria y profesor de Patología Médica y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), también ha advertido a través de su cuenta de Twitter de que no debemos tomar aspirina «sin indicación expresa», tampoco para prevenir los efectos secundarios de la vacuna:

El bulo de tomar una aspirina días antes de ponerse una vacuna COVID me ha llegado por varios pacientes que inteligentemente me han preguntado. NO TOME ASPIRINA por ese motivo ni otro sin indicación expresa.

A este respecto, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, también dijo el pasado 12 de abril en rueda de prensa que automedicarse no es una buena idea. «Creo que tomar ácido acetilsalicílico no va a cambiar sustancialmente ningún riesgo a nadie. Si alguien quiere tomar una aspirina, bueno, pero que sepan que incluso la aspirina tiene efectos secundarios (…) automedicarse cuando no es necesario no es una buena práctica». Podemos escuchar sus declaraciones a partir del minuto 38:13 aproximadamente:

¿Es recomendable tomar paracetamol antes de recibir la vacuna de AstraZeneca?

La aspirina pertenece al grupo de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) que ayudan a aliviar el dolor y la inflamación, como pueden ser también el ibuprofeno y el paracetamol. Como hemos comentado antes, no hay estudios que prueben que la aspirina puede prevenir los posibles efectos secundarios de la vacunación contra la COVID-19, pero sí existen datos en el caso del paracetamol y la vacuna de AstraZeneca.

Según recoge la Actualización 7 de la estrategia de vacunación, con la vacuna de AstraZeneca la mayoría de efectos secundarios son de intensidad leve o moderada y desaparecen después de unos días. Por ejemplo, sensibilidad y dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, nauseas o fiebre. Asimismo, se indica que son más leves y menos frecuentes tras la segunda dosis y que las personas de mayor edad los sufren menos:

Captura de la Actualización 7 de la Estrategia de vacunación.

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud indica en este documento que, en el caso de la vacuna de AstraZeneca, se puede utilizar paracetamol como tratamiento «profiláctico», es decir, como tratamiento previo a la vacunación para prevenir los síntomas. También se puede tomar como tratamiento «síntomático» para reducir los síntomas y «sin que su uso interfiera en la respuesta inmune».

Tras esta afirmación, el documento incluye una referencia a un estudio publicado en la revista científica The Lancet. Según este artículo, en dos de los cinco lugares en los que se realizaron ensayos se administró paracetamol a los participantes antes de la vacunación y se les indicó que continuaran tomando un gramo de paracetamol cada seis horas durante 24 horas para reducir las reacciones asociadas a la vacuna. En general, el paracetamol sirvió para que los participantes en el estudio tuvieran menos dolor, sensación de fiebre, escalofríos, dolor muscular, dolor de cabeza y malestar general.

No obstante, tomar paracetamol antes de recibir la vacuna de AstraZeneca se presenta en el documento como una opción, no como una recomendación u obligación, según señala Rafael del Pino Casado, de la Asociación de Enfermería Comunitaria.

Antonio Blanes, responsable de servicios técnicos del Consejo General de Farmacéuticos,  explicaba a Maldita Ciencia que los datos publicados en The Lancet son preliminares y se han obtenido en un grupo muy reducido de pacientes. Por tanto, el experto considera que hasta que se tenga una mayor evidencia al respecto, la decisión de emplear paracetamol antes de la vacunación debería hacerse con la valoración individualizada por parte de un profesional sanitario para evaluar individualmente los beneficios y riesgos según cada caso.

De hecho, algunos profesionales indican que es mejor no tomar medicamentos para prevenir efectos secundarios, ni aspirina ni parecetamol. José Antonio Forcada Segarra, enfermero y presidente de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas, nos dice que, en general, no se recomienda la administración de fármacos antipiréticos (para reducir la fiebre) de forma preventiva. «Tan solo en la ficha técnica de la vacuna de AstraZeneca se recomienda paracetamol, pero en general la comunidad científica no es favorable a esta práctica. Los antipiréticos se deben utilizar para el tratamiento de la fiebre», indica.

En este sentido, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha lanzado una guía de lo que no hay que hacer en la vacunación contra la COVID-19 y, entre sus recomendaciones, contemplan el «no administrar sistemáticamente paracetamol para prevenir los posibles efectos secundarios de las vacunas contra la Covid-19».

También el médico Vicente Baos, en declaraciones a El Español, señala que «no hay que tomar nada antes de la vacuna. Ningún medicamento. Ni el paracetamol ni ningún otro producto». En cualquier caso, como decimos, la estrategia de vacunación plantea el tomar paracetamol antes de recibir la vacuna como una posibilidad y no como una recomendación.

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