Los datos aportados por la ciudadanía en una aplicación móvil sirven para crear un modelo que predice la presencia de estos invertebrados en las costas, así como cuántos, dónde y cuándo aparecerán. Con este proyecto de la Universidad de Huelva, el usuario también podrá consultar y compartir información como el estado del oleaje, la incidencias en el litoral o si hace viento.
“Ahora mismo en Arroyo de la miel (Málaga) no he visto ni una sola medusa”. Con un simple mensaje como éste en la aplicación móvil Infomedusa, Laura ve luz verde para pasar el fin de semana en la playa con sus amigas. Lleva seis meses consultando esta herramienta digital cada vez que planea un viaje a la Costa del Sol. En ella, otros usuarios comentan qué tiempo hace, el estado del oleaje o la cantidad de gente que hay en playas concretas, entre otros datos de interés.
Ella misma puede compartir sus observaciones sobre estas cuestiones los días que pase en el litoral. De este modo, no solo ayudará a otros usuarios, también aportará información de interés para los científicos de la Universidad de Huelva, que han diseñado un modelo basado en inteligencia artificial y ciencia ciudadana que anticipa la llegada de medusas a las playas de la Costa del Sol (Málaga).
Con los datos aportados por la ciudadanía en esta aplicación, desarrollada por el Aula del Mar de Málaga, y el empleo de un sistema que detecta e interpreta los mensajes de los usuarios de forma automática, los expertos predicen la llegada de estas especies marinas a las zonas de baño. Además, constatan que la dirección e intensidad del viento influyen en la presencia de estos organismos.
Ciencia ciudadana
Esta investigación supone un proyecto de ciencia ciudadana, es decir, aquellos en los que la ciudadanía participa en alguna de las fases del proceso investigador. En concreto, los expertos recogieron los datos compartidos por los usuarios en los chats de Infomedusa sobre el estado del oleaje, el clima de un día concreto o si hace viento, entre otras cuestiones, pero centrando su investigación en la relación entre las condiciones climáticas y la presencia de medusas en las costas.
Con estos datos, este equipo de investigación y mediante la intervención de un sistema de inteligencia artificial entrenado con un glosario de 551 palabras para recopilar datos de interés (fuerza del viento, estado del oleaje, volumen de medusas…), los expertos han establecido cuál es la dinámica y la ruta de estas especies marinas cuando se aproximan a la playa. Así, comprobaron que primero las medusas llegan a las costas más cercanas al Estrecho de Gibraltar y, desde ahí, son progresivamente arrastradas por las corrientes y empujadas por el viento hacia el levante. Ya cerca de las playas, llegan hasta las zonas de baño si el viento se agita con intensidad y de manera perpendicular a las mismas. “Los modelos que hemos desarrollado con la colaboración ciudadana se van a integrar en esa aplicación para que ésta tenga una capacidad predictiva. Así, la propia herramienta le dirá al usuario si el día que va a ir a la playa habrá o no medusas”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Huelva Juan Carlos Gutiérrez.
Margen de error
Los sistemas de inteligencia artificial tienen limitaciones dado que los expertos deben ‘enseñarles’ a interpretar la información que recogen. Por este motivo, este equipo de investigación compuesto por los grupos ‘Análisis y planificación del medio natural’ y ‘Sistemas inteligentes y minería de datos’ de la Universidad de Huelva y expertos del Instituto Español de Oceanografía de Málaga exploran distintas metodologías que faciliten la interpretación de los mensajes aportados por la ciudadanía, de modo que el sistema sea totalmente automático y mejore su margen de error. “Estamos pensando incluso en ‘dirigir’ a los usuarios para que introduzcan la información de una forma concreta. Así, sería mucho más fácil interpretarla y no haría falta intervención humana”, resume Gutiérrez.
Una vez los investigadores mejoren este margen de error, turistas como Laura y sus amigas podrán consultar en esta herramienta cuál es el mejor momento para ir a la playa y sacarle el máximo partido a sus vacaciones. Todo ello sin preocuparse de las medusas u otros inconvenientes como las aglomeraciones o los fuertes vientos.
Más información en #CienciaDirecta: Desarrollan un modelo basado en inteligencia artificial y ciencia ciudadana que anticipa la llegada de medusas a las costas.
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