El cambio climático no consiste en que la temperatura vaya a subir dos grados o cinco, según explica el investigador, Antonio Soria: “Responde a un cambio en los patrones de temperatura, en el comportamiento medio de la atmósfera, por lo que los episodios extremos como grandes calores, fríos, tormentas o calmas van a ser más frecuentes.”
Esto debilitará la corriente de chorro, encargada de estabilizar el patrón de borrascas y anticiclones en las latitudes medias. Al debilitarse, provoca una perturbación en la sucesión natural de las estaciones, introduce cambios en los episodios de floración de las especies, de manera que distorsiona notablemente la agricultura, la pesca, o la actividad económica estacional, además de que se incrementan los episodios extremos como huracanes y tormentas.
Por ello, Soria insiste: “El desafío es cuantificarlo adecuadamente, ponerlo en un marco de comparación y comunicar a la sociedad lo que nos estamos jugando. Lo importante es presentar estos impactos económicos comparables para que la gente sepa lo que nos puede costar el cambio climático”.
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