Según un estudio publicado en la revista Science, las niñas a la edad de seis años ya se perciben a sí mismas como menos capacitadas intelectualmente que los niños para la ciencia. Sin embargo, los esfuerzos educativos por paliar esta desigualdad se suelen centrar en edades más avanzadas, principalmente en educación primaria, secundaria y bachillerato y existen muy pocas iniciativas de divulgación para la educación infantil.

Feria de Infaciencia celebrada en marzo de 2019.

El proyecto Infaciencia: de las niñas de hoy a las científicas de mañana, liderado por la Universidad de Córdoba y cofinanciado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, tiene como objetivo incidir en la formación en igualdad de los niños y niñas del segundo ciclo de Educación Infantil, mediante el estudio y descubrimiento de mujeres científicas. En el proyecto, que cuenta con dos ediciones a sus espaldas, han participado centros públicos de Educación Infantil y Educación Especial, el Centro del Profesorado de Córdoba y estudiantes y profesorado de la Facultad de Educación de la Universidad de Córdoba.

«Los niños y niñas de entre tres y seis años se encuentran en una etapa en la que están construyendo su identidad de género y es importante que existan proyectos como este para evitar la crisis de vocaciones científicas en un futuro y la infrarrepresentación de la mujer en la ciencia», afirma Rosario Mérida, responsable del proyecto INFACIENCIA y Vicerrectora de Políticas Inclusivas y Vida Universitaria de la Universidad de Córdoba.

En la primera fase del proyecto, las distintas clases de Educación Infantil seleccionan a las científicas que estudiarán y que están relacionadas con los proyectos que están trabajando en las aulas infantiles. La selección de científicas es comunicada al estudiantado universitario. En ambos contextos -escuela y universidad- se empiezan a hacer actividades para investigar la biografía, los hallazgos científicos y las dificultades experimentadas por las científicas.

La segunda fase comienza cuando el estudiantado universitario visita los centros de infantil para compartir, en una jornada llena de ilusión, los aprendizajes alcanzados por ambos colectivos, en compañía de las familias.

En la tercera fase se celebra, en un espacio público, la Feria de INFACIENCIA en la que las maestras y el alumnado infantil montan stands sobre las diferentes científicas estudiadas y participan en experimentos y situaciones de aprendizaje sobre las mujeres científicas investigadas en el resto de aulas, estando presentes todos los centros.

Al final de la experiencia, se celebran distintas sesiones en cada clase con los maestros y maestras y familiares para evaluar las fortalezas, debilidades y propuestas de mejora del proyecto.

La evaluación del impacto que ha tenido este proyecto coeducativo, según la percepción de docentes y familias, se incluye en el artículo publicado en la revista Sustainability, indexada en el Journal Citation Report. En este trabajo, enmarcado en un paradigma de investigación cualitativo, se analizan los discursos expresados por 18 docentes y 46 familias, a través de entrevistas semiestructuradas.

Alto nivel de satisfacción por parte de las maestras y las familias

Según el estudio publicado, la experiencia ha sido muy satisfactoria. En el primer caso, el colectivo de maestras destaca el desafío creativo que ha supuesto adaptar, de manera didáctica, contenidos complejos a la capacidad de niños y niñas de edades comprendidas entre los tres y seis años.

Las maestras también valoran la oportunidad de trabajar en la igualdad de género, desde un punto de vista novedoso, y de una manera más contextualizada que las iniciativas que tienen que ver con la celebración de días conmemorativos de la igualdad de género, como el 8 de marzo o el 25 de noviembre, las cuales suelen resultar más repetitivas.

Por último, la mayoría coincide en que INFACIENCIA ha sido una oportunidad única para construir redes de colaboración con otros centros educativos y con la propia universidad, para intercambiar conocimientos y experiencias, así como para incrementar su motivación.

En el caso de las familias, también se percibe una valoración positiva del proyecto. La mayoría de las familias declara que no conocían previamente a las científicas estudiadas, por lo que afirman que el proyecto les ha enriquecido en ese sentido. Además, aprecian que el proyecto les permite trabajar junto a los más pequeños, cooperando, buscando información para desarrollar recursos educativos, a pesar de que el tema de conciliación laboral y personal haya supuesto un obstáculo en algunas ocasiones. Además, la mayoría se ha sorprendido al descubrir el enorme potencial de aprendizaje y curiosidad de niños y niñas tan pequeños y han comprendido que el valor de las actividades no era tanto hacer el recurso más espectacular, como promover la participación de la niña o el niño en la construcción de un conocimiento de manera compartida.

En varios casos, se ha percibido que algunas familias consideraban las actividades de igualdad de género en la escuela como un tipo de adoctrinamiento ideológico. «Esto demuestra que hay que seguir haciendo labores de concienciación y seguir explicando que la igualdad forma parte de una educación democrática, porque sin igualdad entre los seres humanos no hay democracia posible. Lejos de ser un argumento para disuadirnos de trabajar este tema, es un argumento que justifica la necesidad de seguir desarrollando proyectos coeducativos en las aulas, para garantizar una ciudadanía crítica y equitativa, así como el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde las primeras edades» explica Rosario Mérida.

El equipo continúa trabajando en la III edición de INFACIENCIA, que contará con distintas novedades. Por un lado, debido a las circunstancias sanitarias, las distintas actividades, incluida la feria INFACIENCIA, se realizarán mayoritariamente de forma virtual. Además, el equipo está creando una web sobre el proyecto donde alojarán toda la información. Este año, se hará un especial homenaje a la vida de la científica Margarita Salas y se ampliará el programa a colegios de las Palmas de Gran Canaria, además de a distintos centros de Córdoba y Sevilla.