Fuente: Universidad de Jaén
Las investigadoras Nieves Moyano, del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén y María del Mar Sánchez-Fuentes, del Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza, han publicado un estudio en el que realizan una revisión sistemática sobre el acoso homofóbico en el ámbito escolar. Entre sus conclusiones, señalan como factores de mayor vulnerabilidad para sufrir bullying ser LGBTQ en comparación con ser heterosexual o cisgénero. A su vez, los chicos lo sufren en mayor medida que las chicas.
El estudio, publicado recientemente en la revista Aggression and Violent Behavior, lleva por título ‘Acoso homofóbico en las escuelas: una revisión sistemática de la investigación, prevalencia, predictores relacionados con la escuela y consecuencias’ (Homophobic bullying at schools: A systematic review of research, prevalence, school-related predictors and consequences). “El acoso escolar es un fenómeno prevalente en todo el mundo. La escuela es un entorno relevante para la socialización de niños y adolescentes. En ocasiones, ésta puede ser un lugar hostil para los alumnos que probablemente sufren la pasividad escolar. De los 90 documentos seleccionados para este trabajo, la mayoría de los estudios se centran en estudiar este fenómeno en la adolescencia, período vital en el que aumenta considerablemente la prevalencia de este tipo de conductas”, indican las investigadoras.
En su opinión, en la escuela se pueden detectar ciertos factores de riesgo y de protección. Por ejemplo, aspectos que protegerían a los adolescentes de sufrir bullying son: formar parte del grupo, contar con apoyo social, así como contar con medidas de educación inclusiva, políticas y planes de estudio de apoyo. Por otro lado, se detectan factores importantes que predisponen a agredir, como son: tener actitudes homofóbicas, prejuicios sexuales, legitimar el acoso homofóbico y desvinculación moral.
Respecto a las consecuencias de sufrir bullying homofóbico, las investigadoras apuntan que son numerosas, destacando en concreto e: bajo rendimiento académico, un mayor absentismo escolar, los efectos negativos sobre el sentimiento de pertenencia a la escuela o diversas emociones y sentimientos negativos.
Finalmente, el estudio plantea estrategias o barreras para gestionar el acoso escolar. Desde la perspectiva del profesorado, la toma de conciencia y autoeficacia; desde la perspectiva del alumnado es más probable que intervengan cuando ven que otros intervienen. Entre los obstáculos para abordar el acoso homofóbico se señala la incomodidad percibida por los estudiantes al hablar sobre su sexualidad con los docentes, la incomodidad de éstos al discutir temas (incluida la falta de capacitación asociada), la falta de prioridad dada a estos tipos de acoso y las opiniones de los padres acerca de la homosexualidad. “Los hallazgos de esta revisión sistemática proporcionan información sobre estrategias útiles, así como de las barreras y facilitadores percibidos. Esta revisión puede guiar mejor la prevención en el campo de la educación sexual”, aseguran.
Actualmente, las investigadoras realizan otro estudio sobre el consentimiento sexual y su relación con las conductas de agresión. Para ello, requieren participantes de nacionalidad española que deseen participar que deben rellenar una encuesta.
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