Colaboración andaluza en un proyecto internacional para conocer el impacto del confinamiento
Fuente: Universidad de Málaga
El Laboratorio de Emociones de la Universidad de Málaga, dirigido por el catedrático Pablo Fernández Berrocal, junto al Grupo de Investigación Cognición, Emoción y Salud de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por el doctor Antonio Cano Vinduel, desarrollan una investigación internacional para conocer el impacto psicológico que el confinamiento provocado por el COVID-19 produce en la población.
El Laboratorio de Emociones de la Universidad de Málaga, dirigido por el catedrático Pablo Fernández Berrocal, junto al Grupo de Investigación Cognición, Emoción y Salud de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por el doctor Antonio Cano Vinduel, desarrollan una investigación internacional para conocer el impacto psicológico que el confinamiento provocado por el COVID-19 produce en la población.
Según los expertos, las consecuencias psicológicas de todo lo que está pasando van a ser muchas y por hay que estudiar lo que funciona y lo que no, “para luego comprobar a qué parte de la población ha afectado más y con esos grupos de riesgo hacer una pequeña intervención”, explica Pablo Fernández.
En la actualidad, la investigación está en fase de análisis y todo el mundo puede participar mediante un cuestionario que ha sido lanzado vía online (que se puede rellenar en https://es.surveymonkey.com/r/PsiCogVid_19), en el que ya han participado más de 3.000 personas solo en España.
Esta investigación internacional cuenta con la colaboración de grupos de investigación de varias universidades españolas (Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Málaga, Universitat de València, Universidad de Zaragoza, Universidad de Granada y Universidad de Islas Baleares), así como de la Universidad Siglo 21 de Argentina y la Universidad PUCMM de República Dominicana.
«Queremos comparar los resultados en diferentes zonas de España, también con Sudamérica y también lo estamos ampliando a Alemania y a EEUU, a la zona de Nueva York, con unos colegas que están haciendo la misma encuesta allí», prosigue el profesor de la UMA.
Así, la investigación quiere averiguar cómo afecta física y emocionalmente la situación derivada de la pandemia, según la edad, el género o las circunstancias personales de cada individuo. Por ejemplo, «el confinamiento en aislamiento no es lo mismo que si es con una familia, o si esa persona tiene que ir a trabajar o está obligada al teletrabajo», precisa Fernández Berrocal.
Especialmente quieren comprobar si afecta igual a los adolescentes que a los adultos o personas mayores, porque «todas las recomendaciones se están haciendo en general para toda la población, y es lógico, pero quizás cierto grupo de población necesitaría consejos específicos».
Además, hay preguntas que apuntan al nivel emocional, es decir, cómo las personas afrontan esas situaciones: «Algunas lo afrontan desde el miedo, otras desde la tristeza y otros desde el aburrimiento», resalta el director del Laboratorio de Emociones.
En este sentido, los primeros resultados de estudios que se han publicado en China, salvando las diferencias de aspectos sociodemográficos, muestran que las personas que utilizan estrategias de regulación, de manejo de sus emociones, más adaptativas o saludables han sido capaces de sobrellevar esas emociones sin que tenga consecuencias para su salud, tanto física como mental», aunque hayan sentido miedo o ansiedad”.
Las personas que rellenen la encuesta pueden dejar su dirección de correo electrónico al finalizarla, porque lo interesante de este tipo de investigaciones es hacerlas prospectivas, es decir, realizar una evaluación ahora y otra dentro de un mes, por ejemplo.
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