El contacto entre grupos sociales mayoritarios y minoritarios es negativo para estos últimos
Fuente: Universidad de Granada
La investigación, en la que participa la Universidad de Granada y que publica esta semana la revistaNature Human Behaviour, destaca que, en contra de lo que se pensaba hasta ahora, entre los grupos minoritarios este contacto parece relacionarse negativamente con el apoyo a la igualdad social. En esta colaboración internacional entre académicos de 69 países se recogieron datos de grupos aventajados (mayorías étnicas, cis-heterosexuales) y desaventajados (minorías éticas y minorías sexuales), obteniendo datos de 12.997 personas de diferentes grupos y países.
Un estudio internacional, en el que participa la Universidad de Granada (UGR), ha confirmado que el contacto intergrupal entre grupos aventajados (mayorías étnicas, cis-heterosexuales) y desaventajados (minorías éticas y minorías sexuales) no siempre es positivo como estrategia de reducción del prejuicio hacia los grupos desaventajados, como tradicionalmente ha defendido la Psicología Social.
La investigación, que publica esta semana la revista Nature Human Behaviour, señala que entre los grupos minoritarios, este contacto parece relacionarse negativamente con el apoyo a la igualdad social.
En este trabajo, el equipo liderado por Tabea Hässler y Johannes Ullrich, de la Universidad de Zurich (Suiza), coordinó una colaboración internacional entre académicos de 69 países, en los que se recogieron datos de grupos aventajados (mayorías étnicas, cis-heterosexuales) y desaventajados (minorías éticas y minorías sexuales). De esta coordinación internacional se llegaron a obtener datos de 12.997 personas de diferentes grupos y países.
Los resultados muestran que entre las personas que pertenecen a una mayoría (por ejemplo, heterosexuales), el contacto con el grupo de una minoría (por ejemplo, personas LGTBI) favorece el apoyo a la igualdad social. A mayor contacto, mayor es este apoyo a los grupos desfavorecidos.
Sin embargo, entre los grupos minoritarios, este contacto parece relacionarse negativamente con el apoyo a la igualdad social. Es decir, el contacto intergrupal en este caso hace que las personas apoyen menos la igualdad (aunque, a priori, la igualdad es algo que les beneficia como grupo).
El investigador del Centro Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada (UGR) y profesor titular de la Escuela de Psicología de la Universidad de Monterrey (Nuevo León, México) Mario Sainz Martínez es uno de los colaboradores de este trabajo.Sainz señala que, a pesar de las diferencias entre países y entre grupos, “en general, nuestros resultados muestran que efectivamente el contacto intergrupal, en determinadas situaciones, puede tener consecuencias negativas para los grupos desaventajados, ya puede favorecer que estas personas que pertenecen a minorías acaben teniendo actitudes en contra de la igualdad y de sus derechos como grupo”.
Implicaciones sociales del estudio
Aun cuando encontramos importantes variaciones en el efecto en función de cómo el contacto intergrupal y el apoyo al cambio social fueron operacionalizados, estos resultados son relevantes para la investigación en Psicología Social, ya que abren a debate qué tipo de estrategias (por ejemplo, cooperación o confrontación) son necesarias para que se produzca un mayor apoyo a las políticas y acciones a favor de una mayor igualdad social.
Los autores de este trabajo defienden que, en ocasiones, el contacto intergrupal entre minorías y mayorías puede dar lugar a que se justifique la existencia de desigualdades económicas, de acceso a recursos, educativas, etc.“Por ejemplo, el contacto entre personas residentes en un país y personas inmigrantes no necesariamente hace que las personas tengan actitudes más favorables hacia los migrantes y los integren en la sociedad. En ocasiones, este contacto sirve para mantener estereotipos o situaciones en conflicto”, concluye el investigador de la UGR.
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