Sevilla /
13 de noviembre de 2019

Excavaciones con ‘sello’ andaluz en la única mina de cobre prehistórica documentada en las Islas Baleares

Fotografía ilustrativa de la noticia

Investigadores de la Universidad de Sevilla y la Universidad de las Islas Baleares han reanudado en agosto de 2019 los trabajos en el yacimiento balear de Sa Mitja Lluna. Se trata de la única mina de cobre prehistórica documentada en las Islas Baleares. Estos trabajos contribuirán a ampliar los conocimientos de minería y arqueometalurgia relativos a la prehistoria.

Investigadores de la Universidad de Sevilla y la Universidad de las Islas Baleares han reanudado en agosto de 2019 los trabajos en el yacimiento balear de Sa Mitja Lluna. Se trata de la única mina de cobre prehistórica documentada en las Islas Baleares. Estos trabajos contribuirán a ampliar los conocimientos de minería y arqueometalurgia relativos a la prehistoria.

En agosto se llevó a cabo una nueva intervención en el excepcional yacimiento menorquín de Sa Mitja Lluna.

La mina de cobre prehistórica de Sa Mitja Lluna es un yacimiento de especial interés, no solo por su excepcional conservación, sino también por ser actualmente la única mina prehistórica conocida en las Islas Baleares y una de las pocas excavadas en el Sur de Europa. La mina está situada en la Illa d’en Colom (Isla de Colom) una pequeña isla de 59 hectáreas de superficie, de propiedad privada y actualmente deshabitada, situada al este de Menorca, en una zona de acantilado denominada Sa Mitja Lluna (la Media Luna), por la forma de la orografía costera. La isla se encuentra dentro del Parque Natural de S’Albufera des Grau, con grado máximo de protección ambiental como reserva natural; incluso el acceso al interior de la isla requiere autorización previa.

Después de su descubrimiento, realizado durante el año 2010 en una colaboración entre investigadores de la Universidad de Sevilla (Prof. Mark A. Hunt Ortiz) y del grupo ArqueoUIB de la Universidad de las Islas Baleares (Laura Perelló, Bartomeu Llull y Bartomeu Salvá), el mismo equipo de arqueólogos dirigió dos campañas de excavación en los años 2012 y 2014. El registro arqueológico de los sondeos realizados durante estas campañas, así como las dataciones radiocarbónicas obtenidas, confirmaron el inicio de la explotación minera en la primera mitad del II milenio a.C., en la Edad del Bronce balear.

Después de un paréntesis en el que se han llevado a cabo análisis de laboratorio y estudios especializados, en agosto de 2019 han podido llevar a cabo una nueva campaña de excavación en este yacimiento excepcional, gracias a la financiación del Consell Insular de Menorca, al permiso del ente gestor del Parque Natural de S’Albufera des Grau y a la autorización de los nuevos propietarios de la isla.

Considerando los interesantes resultados obtenidos hasta ahora, que han permitido dar un considerable impulso en los estudios de minería prehistórica en las Islas Baleares, el equipo investigador está dispuesto a dar continuidad al proyecto con nuevos trabajos de campo. Desde entonces, a través de estudios parciales, se han podido establecer varias líneas de investigación, profundizando en aspectos básicos de tecnología y organización de las sociedades de la Edad del Bronce.

“Las campañas de excavación realizadas hasta ahora no han revelado la existencia de fases de explotación minera en épocas posteriores a la Edad del Bronce; es, así, un ejemplo extraordinario de la tecnología minera prehistórica empleada, sin prácticamente alteraciones antrópicas posteriores, algo que es muy poco común en este tipo de yacimientos mineros, caracterizados por la existencia de fases de explotación sucesivas en las que las posteriores van alterando o destruyendo las fases previas”, explican los investigadores de la US.

Imagen del yacimiento costero donde se excavó el pasado agosto. Foto: UIB

Esta conservación extraordinaria y la ausencia de trabajos mineros posteriores relevantes se debe en parte a tratarse de un depósito mineral pequeño (para parámetros de geología económica actuales), así como por su aislamiento, en una pequeña isla de propiedad privada de Menorca que, además, está protegida desde que pasó a formar parte del Parque de S’Albufera des Grau en el año 1995 gracias a las movilizaciones sociales que reclamaban la protección de la zona.

El proyecto de investigación arqueológica de Sa Mitja Lluna ha aportado importantes novedades en esta campaña de 2019, constatándose que el frente de trabajo que se intuyó en campañas anteriores corresponde a una labor en trinchera realizada para la explotación de un filón de mineral de cobre (calcopirita primaria y minerales de formación secundaria, óxidos y carbonatos). Esta labor quedó posteriormente colmatada por escombros generados por labores en áreas inmediatas.

El material arqueológico encontrado entre estos estériles son herramientas líticas utilizadas como mazas mineras y morteros para romper la roca y triturar el mineral, además de fragmentos de cerámica coherentes con las dataciones de C14 y restos de madera carbonizados. Algunos de los elementos recuperados ya se pueden ver expuestos en las salas del Museo de Menorca, en Mahón.

Las herramientas de minero son muy numerosas, tanto en superficie como entre el material de las escombreras. Muchas de ellas cuentan, en mayor o menor medida, con muescas y modificaciones puntuales y poco definidas para su enmangue. La mayoría de estas herramientas están fabricadas a partir de cantos rodados seleccionados por su peso, su forma ligeramente ovalada y su textura granulométrica, de arenisca fina de cierta dureza. Los investigadores proponen que estos cantos rodados se habrían traído de una de las calas de la misma Illa den Colom, en concreto la conocida precisamente como Punta des Macs (Punta de los Cantos Rodados), a unos 750 m de Sa Mitja Lluna, en la que abundan este tipo de piedras, a las que ha “seleccionado” y dado forma la erosión marina. El utillaje lítico se complementa con percutores y con morteros de cazoleta, que habrían servido para triturar y seleccionar el mineral.

Mediante otra línea de investigación, la arqueométrica, los análisis de procedencia y distribución mediante Isótopos de plomo han permitido proponer posibles relaciones entre este depósito mineral y el metal depositado en los ajuares funerarios de cronología coincidente. En este sentido, aunque se trataría de una explotación local relativamente modesta, en la Edad del Bronce existe un gran movimiento de objetos y de personas, y hay indicios para proponer que el mineral extraído de Sa Mitja Lluna fué utilizado para elaborar instrumentos y objetos que se han encontrado no solo en Menorca, sino también en las otras islas del archipiélago Balear.

Los expertos aseguran que las investigaciones en este yacimiento podrán contribuir a responder muchas preguntas que se hacen actualmente los prehistoriadores especializados en temas de minería y arqueometalurgia, entre ellas si se ejercía un control directo de los recursos minerales, si la explotación era permanente o estacional y ponderar el nivel de importancia que el cobre tenía dentro de la comunidad y hasta qué punto determinaba aspectos de la vida cotidiana y de relaciones sociales o de organización.

Después del éxito de esta última intervención, todo parece indicar que las futuras intervenciones programadas por el equipo de arqueólogos arrojarán nuevos e interesantes datos que nos ayudarán a comprender el complejo mundo de la producción y movilidad de objetos metálicos en la prehistoria.   La singularidad del yacimiento, que es sin duda un testimonio único, podrá además aportar un valor añadido a la candidatura de Menorca Talayótica como Patrimonio Mundial de la Humanidad.


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