Asistentes al Diálogo sobre transgénicos, durante el debate / Foto: Charo Valenzuela.

Aunque abiertos a la comunidad científica, los diálogos que propone la Fundación Descubre no suelen reunir a una audiencia tan numerosa como la  que acudió en Granada al reclamo de un tema tan polémico como trascendente y al de unos ponentes de excelencia. De forma resumida estas son algunas de las ideas que pudieron escucharse del lado del público:

* «El debate sobre los transgénicos es una frivolidad del primer mundo. Frente a esta frivolidad también deberíamos hablar de agricultura sostenible o de alimentos kilómetro 0».

* «Divulgar es iluminar, no deslumbrar»

* «No todo es tan evidente ni todo busca el enriquecimiento de las empresas. Yo comencé pensando: ¿cómo es posible que se desarrolle un maíz transgénico asociado a un herbicida que se sabe que es peligroso? Mi visión inicial era errónea porque ese maíz ha servido para consumir menos herbicida ya que se usa justo cuando se planta el vegetal, no hay que esperar a que crezca y, por tanto, la cantidad de producto químico es mucho menor».

* «La pobreza es la mayor enemiga de la salud».

* «Si nos excedemos en la bioseguridad, a cuenta de haber generado un cierto terror en la sociedad, podemos acabar con la herramienta que hemos creado».

* «Como científicos debemos someternos a un principio de autocontención: no podemos considerarnos herederos de una casta sacerdotal con derecho a decidir lo que tiene que hacer la sociedad. También tenemos que someternos al principio de humildad, porque estamos acostumbrados a tener que revisar las cuestiones pasados unos años, algo que está muy relacionado con la cautela, con la precaución. Y finalmente tenemos que asumir el principio de desaislamiento: el efecto de la ciencia no se queda únicamente en el campo científico, lo cual es obvio, sino que está transitado por la economía, las relaciones sociales, la ecología… y todas esas interacciones hay que considerarlas antes de tomar una decisión».

* «Hay que hacer divulgación valiente, a pesar de las presiones y rechazando las amenazas que sufren aquellos científicos que defienden los transgénicos. A este debate hay que sumar el mayor número de voces posible para enriquecerlo y trasladarlo a la sociedad».