Sevilla /
11 de junio de 2018

Comprueban que la introducción comercial de abejorros como polinizadores en el cultivo de la fresa “Fortuna” no mejora la cosecha del fruto

Fotografía ilustrativa de la noticia

Fuente: CSIC Andalucía

El estudio se realizó en varias fincas donde se monitorizó durante un total de 48 horas más de 1880 polinizadores visitando flores y se analizaron casi 1300 ejemplares de fresas. Los expertos advierten que el uso de polinizadores comerciales debe ser optimizado, siempre y cuando sean necesarios.

Un equipo de la Estación Biológica de Doñana (EBD), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, ha comprobado a través de un estudio de observación en un área de cultivo de fresas de la variedad “Fortuna” en la provincia de Huelva, que la introducción de determinados polinizadores comerciales, como por ejemplo las colmenas de abejorros, no reportan siempre beneficios en la cosecha del fruto, como aumento de peso o calidad. El estudio aparece en el último número de Basic and Applied Ecology.

Campos de fresas.

En opinión de Montserrat Vilà, profesora de investigación del CSIC en la EBD y una de las autoras de estudio, “el uso de polinizadores comerciales debe ser optimizado, siempre y cuando sean necesarios. Queremos destacar que para esta variedad de fresa no es necesario utilizar abejorros para obtener fruta de primera calidad, siempre y cuando haya hábitats naturales alrededor de los invernaderos que favorezcan la diversidad de polinizadores silvestres”.

Una conveniente ayuda externa

Explica el estudio que en la producción de muchos frutos y semillas resulta fundamental la polinización de las flores por insectos. Por esta razón, en algunos cultivos los agricultores introducen polinizadores comerciales para asegurar que la producción no se verá comprometida ante la posible escasez de polinizadores silvestres. Además de la abeja de la miel, los abejorros son cada vez más utilizados con esta finalidad.

Precisamente, esta situación es la que ocurre en muchos invernaderos dedicados al cultivo de la fresa en la provincia de Huelva, que en las últimas décadas han aumentado considerablemente su cantidad, constituyendo la región el segundo productor mundial de esta fruta. Las fresas se cultivan desde noviembre hasta mayo. Principalmente durante el invierno, cuando las condiciones climáticas pueden ser adversas, parte de los agricultores introducen colmenas de abejorros en los invernaderos con el fin de asegurar una máxima calidad en sus fresas.

Alejandro Trillo, otro de los autores del estudio que desarrolla actualmente en la EBD su tesis doctoral sobre este tema, observó durante un total de 48 horas más de 1880 polinizadores visitando las flores de fresa y analizó casi 1300 ejemplares de fresas. A través de este monitoreo constató que además de la abeja de la miel, hay más de 25 tipos distintos de insectos que visitan las flores de fresa, incluso durante el invierno. El estudio ha mostrado que las flores privadas de las visitas por insectos producen fresas, pero son un 15 por ciento más pequeñas que las visitadas por polinizadores. No obstante, el uso de colmenas de abejorros no mejoró ni el peso ni la calidad de las fresas. En otras palabras, si bien es cierto que la presencia de  insectos polinizadores es positiva para la producción de los cultivos de fresa “Fortuna”, no es necesario añadir abejorros comerciales.

Destaca también la investigación que los polinizadores comerciales introducidos por los agricultores también obtienen recursos florales del medio natural; y pueden influenciar múltiples procesos ecológicos como por ejemplo la competencia con abejas solitarias, la transferencia de patógenos o la interferencia en la polinización de plantas silvestres.


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