La primera Encíclica del Papa Francisco será sobre Ecología. El pontífice desea una ferviente defensa de la Naturaleza desde el Vaticano. Esta decisión no es solo oportuna, sino necesaria en el mundo en que vivimos. Nos muestra un camino de unidad de acción ante los problemas Globales, como el Cambio Climático. El Papa Francisco, como antecedente a la Encíclica, en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, La Alegría del Evangelio, de 2013 es muy claro en su mensaje acerca de los desafíos el mundo actual: no a una economía de exclusión, dice «Esta economía mata»; no a la idolatría del dinero; no a un dinero que gobierna en lugar de servir; no a la inequidad que genera violencia. Y, en el marco de nuestra casa común, nuestro planeta, nos llama a conseguir las condiciones de un desarrollo sostenible, alejado de la «cultura de la indiferencia y el descarte», que lleva a guerras injustas y dominio de los poderosos sobre los pobres y a un atentado general sobre el medio ambiente del planeta. Generar una llamada, desde la luz del Evangelio, para la protección del bien común que es la Naturaleza es imprescindible. Hay que pensar que el Papa Francisco tiene influencia directa como Pastor en una población de más de 1.230 millones de personas en el mundo. Si el mensaje ecológico del Papa Francisco cala, la influencia podría ser en una población mucho mayor. Una oportunidad de unión, bajo principios de equidad y justicia, inspirados por los valores esenciales del Evangelio, ante los graves problemas de la Humanidad.