10 de mayo de 2016

Aceite de oliva virgen extra para prevenir y tratar el lupus

Fotografía ilustrativa de la noticia
Grupo de investigación Farmacología Experimental y Farmacia Clínica de la Universidad de Sevilla

Grupo de investigación Farmacología Experimental y Farmacia Clínica de la Universidad de Sevilla

El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad crónica, es decir, para toda la vida, en la cual el sistema inmune (encargado de la defensa de nuestro cuerpo) comienza a atacarse a sí mismo pudiendo dañar a cualquier órgano, aunque habitualmente las zonas más afectadas son la piel, los riñones, las articulaciones y el propio sistema nervioso. Los enfermos de LES pueden sufrir un importante número de complicaciones que repercuten en su vida diaria y obligan a una vigilancia médica constante. A menudo el diagnóstico de la enfermedad es difícil ya que los primeros síntomas, generalmente dolor en las articulaciones, fatiga, manchas cutáneas y fiebre, pueden confundirse con los de otras enfermedades comunes.

En datos, el LES afecta a entre 4 y 250 personas por cada 100.000 habitantes de la población mundial y en el 90% de los casos aparece en mujeres en edad fértil. Las causas de esta enfermedad son aún desconocidas, aunque se cree que hay factores genéticos, medioambientales (el estrés, los rayos ultravioletas o algunas infecciones), la toma de ciertos medicamentos (algunos antidepresivos y antibióticos, por ejemplo) y hormonales (principalmente los estrógenos) que parecen estar implicados en la aparición y desarrollo de esta dolencia.

¿Existe tratamiento?

A pesar de los avances realizados en el tratamiento del LES, hoy día no existe un tratamiento curativo eficaz, aunque ciertos fármacos como los inmunosupresores que deprimen el sistema inmune, los corticoesteroides que muestran también propiedades anti-inflamatorias y los antipalúdicos (usados históricamente en el tratamiento de la malaria) ayudan a controlar los síntomas y la progresión de la enfermedad. Sin embargo, estos fármacos no son específicos para el tratamiento del LES y frecuentemente producen múltiples efectos adversos indeseables que repercuten en la salud de los enfermos.

En los últimos años se ha demostrado que ciertos tipos de dieta como la mediterránea puede prevenir y mejorar diversas patologías sin producir los efectos indeseables que acompañan al tratamiento farmacológico habitual. En este sentido, diversos estudios también han confirmado que el consumo habitual de aceite de oliva virgen extra en el contexto de una dieta mediterránea equilibrada, es eficaz en la prevención de ciertas enfermedades relacionadas con la inflamación crónica y la desregulación del sistema inmune asociado a una mejoría de la sintomatología clínica.

Aceite de oliva virgen extra

Aceite de oliva virgen extra

Aceite de oliva virgen extra

El aceite de oliva virgen extra se obtiene directamente de la aceituna sin ningún tipo de tratamiento químico. Este procesamiento natural hace que contenga una serie de compuestos beneficiosos para el organismo que no pueden encontrarse en otros tipos de aceite de oliva y que han demostrado ser capaces de prevenir y mejorar el desarrollo de diversas enfermedades como las cardiovasculares y digestivas, neurodegenerativas y también diversos tipos de cáncer, principalmente colorrectal, pulmón y ovario. Además, recientemente, desde el grupo de investigación Farmacología Experimental y Farmacia Clínica de la Universidad de Sevilla hemos demostrado cómo una dieta rica en aceite de oliva virgen extra es eficaz para prevenir y tratar la artritis reumatoide, una enfermedad reumática relacionada con el LES, en un modelo experimental en ratones.

Sin embargo, a pesar de las múltiples evidencias de los efectos beneficiosos del aceite de oliva virgen extra, no existían hasta ese momento estudios experimentales o clínicos (esto es, con personas) que demostrasen estos efectos positivos en la prevención y tratamiento del LES. Por ello, reprodujimos un modelo experimental de LES en ratones con el que se provocan síntomas similares a los de esta enfermedad en humanos (según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos) y a los que alimentamos con una dieta elaborada con aceite de oliva virgen extra en comparación con otro grupo de animales alimentados, en este caso, con aceite de girasol.

Tras los 6 meses de desarrollo del LES comprobamos como los animales alimentados con aceite de oliva virgen extra presentaron una menor mortalidad y síntomas de inflamación en las articulaciones que aquellos roedores que no habían consumido dicha dieta. Además, estudiamos diversos ‘marcadores’ inflamatorios implicados en el daño renal y demostramos cómo los ratones que recibieron aceite de oliva virgen extra como fuente lipídica, es decir, de grasas, sufrían menor inflamación y daño renal así como una disminución en la producción de parámetros inflamatorios. De hecho, estos resultados se encuentran publicados en la prestigiosa revista Journal of Nutritional Biochemistry.

El siguiente paso

Finalmente, para extrapolar estos resultados a la clínica, ya planeamos un estudio en colaboración con el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla que pueda confirmar los beneficios del aceite de oliva virgen extra en el control de los síntomas y en la progresión de esta enfermedad. Este trabajo surge en el contexto del proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad denominado ‘Estudio Químico Biodirigido y Caracterización Farmacológica del Aceite de Oliva Virgen Extra en el Lupus Eritematoso Sistémico Experimental’. Además, el Servicio General de Investigación de la Universidad de Sevilla (CITIUS) y la empresa andaluza ‘Oleoestepa’, ubicada en Sevilla, han colaborado en el desarrollo de esta investigación.


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