Plácido Navas

Nacido en Algeciras un 5 de octubre de 1952, sus padres, funcionario él y ama de casa ella, sacaron adelante una familia en la que Plácido no estaba sólo, pues contaba con una hermana y dos hermanos más. Ahora, ya con esposa e hijos, confiesa que entiende perfectamente lo complicado que debió resultar: “Es algo difícil conciliar la vida profesional con la familiar”. No es de extrañar dicha afirmación teniendo en cuenta su trayectoria. Licenciado en Biología y doctorado en el año 1978 en la Universidad de Sevilla realizó el post-doctorado en Estados Unidos, concretamente en la Universidad de Purdue en Indiana (1984-1986). Asimismo, ha desarrollado su carrera en la Universidad de Córdoba, el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo en la Universidad Pablo de Olavide–CSIC y el Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Raras (CIBERER) del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

Fue durante sus estudios de segundo curso de Biología cuando tuvo claro que la ciencia sería su futuro. Su estimulación principal resulta tan básica como contundente: “El interés por interpretar las imágenes que veía en el microscopio y que nadie sabía explicarme fue lo que me motivó a dedicarme de lleno a la investigación”. En ese ámbito que adora y al que ha dedicado por completo su vida, destaca como hito histórico más relevante la estructura del ADN de James Watson y Francis Crick (1953) que permitió dar respuesta a los principales interrogantes sobre los mecanismos de la herencia, es decir, aquellos que permiten a cada individuo poseer rasgos propios y que éstos se transmitan de una generación a otra. A lo largo de su carrera, destaca de forma muy positiva el aprendizaje durante su época en tierras estadounidenses. “Conocí el valor de la organización y programación en la obtención de objetivos cuando hoy en día estamos acostumbrados a las interrupciones permanentes por diversos asuntos y otros de urgencia que no se habían previsto”.

Plácido Navas, en su despacho.

Envejecimiento y enfermedades raras

Desde hace ya tiempo, Plácido Navas ha enfocado su carrera en dos vertientes principales: el estudio de las enfermedades raras y el envejecimiento. En el primer caso, durante su actividad de investigación básica (cuya finalidad es aumentar el conocimiento sobre un tema específico) y gracias al apoyo del doctor Joaquín Arenas, director del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre de Madrid, descubrieron que podían ser útiles en el diagnóstico de las enfermedades raras mitocondriales, llamadas así por la deficiencia de una o más proteínas localizadas en las mitocondrias que se encuentran en las células. “Desde entonces nos implicamos con intensidad y casi hemos volcado nuestra actividad en esta tarea”. En este sentido, considera que, en general, tanto España como Andalucía están al mismo nivel científico que el resto de los países de nuestro entorno, con muchos expertos verdaderamente implicados en este tipo de enfermedades. “Son muchas y es imposible dedicarse a más de una, o un número muy reducido, por cada grupo de trabajo”.

Respecto al envejecimiento, argumenta que la investigación ya ha influido de forma notable en el alargamiento de la esperanza de vida de la población acrecentando la eficacia de la medicina en el tratamiento y prevención de enfermedades, así como el aumento de los niveles de atención a las personas. Por ello, se muestra esperanzado en lo que aún está por llegar. “La ciencia está en condiciones de incrementar, no sólo la longevidad, sino también el estado de salud en nuestra vejez”.

En cuanto a lo que cada individuo puede hacer para frenarlo, tiene claro que no todo está en manos de las personas aunque sí es posible mejorar el proceso de envejecimiento con diversos factores cotidianos a tener en cuenta. “Envejecer tiene un componente genético importante pero también son significativos otros elementos de nuestro entorno como la práctica de actividad física y la dieta”. De hecho, aconseja aprovechar al máximo el privilegio que supone vivir en un lugar como Andalucía. “Disfrutar realmente de nuestro medio y clima con actividades al aire libre y seguir una alimentación mediterránea será muy beneficioso en términos de baja incidencia de las enfermedades asociadas al paso de los años como la hipertensión o la diabetes”.

Su cotidianidad alejado de la oficina

En su tiempo libre, Plácido Navas se dedica a leer y cocinar, alternando con algunas labores de jardinería, aunque reconoce que para desconectar de todo necesita estar entre fogones. Los huevos fritos con patatas le hacen perder el norte y entre sus libros preferidos, aunque hay varios de Umberto Ecco, Tom Verdon y Jostein Gaarder, dice que quizás del que guarda mejor recuerdo es “El misterio del solitario”, escrito por éste último. Entre sus citas preferidas escoge una tan aplicable a los tiempos que corren que es inevitable no pensar sobre ella una vez la escuchas: “Los problemas que se quitan durmiendo no son problemas. Los problemas son los que te quitan el sueño”.

Además, elige estar cerca del mar como el mejor lugar para aislarse. “Preferentemente en Cádiz, en el Estrecho de Gibraltar”. Finalmente, la palabra que nunca eliminaría del diccionario sería «persona”: «Seguramente porque son la base de la sociedad y los pilares de nuestras vidas e instituciones aunque a menudo tendemos a abusar de la naturaleza».