Actualidad científica
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El sistema de refrigeración RACU, creado en el marco del proyecto We District en el que participa la Universidad de Córdoba, emplea energía renovable, no utiliza sustancias refrigerantes, trabaja con aire 100% del exterior y permite controlar la temperatura, la humedad y la calidad del aire en el interior del edificio.
Expertos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y de Ingeniería de Edificación, así como de Arquitectura y Ciencias Económicas y Empresariales, e investigadores de Historia del Arte y de Dibujo de la Universidad de Granada participan en esta iniciativa que pretende establecer las bases para resolver el caos legal y regulatorio del sistema ferroviario colombiano y proponer la construcción de una nueva red nacional de altas prestaciones.
La Universidad de Sevilla forma parte del proyecto europeo RAWMINA, cuyo objetivo es extraer valiosas materias primas críticas de los subproductos residuales de la minería. En este proyecto, con una dotación de 12 millones de euros, colaboran 19 entidades, de nueve países diferentes.
Una nueva investigación en la que participan las Universidad de Córdoba y Jaén desarrolla un sistema capaz de predecir la calidad del acabado superficial de piezas impresas en tres dimensiones, lo que permite saber de antemano cómo imprimir un objeto con la rugosidad deseada.
El proyecto “Optimización de propiedades mecánicas de materiales compuestos” de la Universidad de Jaén, en colaboración con Airbus Defence and Space SAU, consigue crear estructuras más ligeras y resistentes. Los siguientes pasos del proyecto se basan en la industrialización de la tecnología desarrollada y el uso de materiales medioambientalmente sostenibles.
El estudio ha sido realizado por un grupo de investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea 'La Mayora' UMA-CSIC junto a científicos de otros centros de España, Italia y Alemania. Este bioplástico es seguro, biodegradable y resistente a grasas y aceites, cualidades que lo hacen apto para su uso en el envasado de alimentos.
En este estudio en el que participa la Universidad de Cádiz, su tecnología pretende conseguir una biodegradación controlada de los materiales compuestos termoestables mediante el uso de enzimas. La idea principal es que las mejores candidatas a enzimas se diseñen mediante Evolución Dirigida para adaptarlas al proceso de degradación. Las reacciones se escalarán dentro de reactores químicos industriales. Tras este proceso, se recuperan las fibras de carbono de los composites, se estudian los subproductos del proceso de degradación y se desarrolla su valorización.
Investigadores del Instituto de Micro y Nanotecnología (IMN-CSIC) explican cómo han identificado la composición de la lava de Cumbre Vieja para poder reaprovecharla en materiales de bioconstrucción. El conocimiento de la composición química de este residuo permitirá determinar su potencial de reaprovechamiento en la sociedad, aplicado a la bioconstrucción o la mineralización de suelos. Junto con la empresa andaluza Andalú Sea han localizado, caracterizado y reciclado materiales biológicos para su uso en la construcción u otras aplicaciones, como ya hicieron en el caso del alga roja invasora (proyecto ECO2-ALGAE).
Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén en colaboración con la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest (Hungría) ha propuesto una técnica bioquímica que usa microorganismos para producir un carburante más sostenible que los derivados de fuentes fósiles. Además, extraen otros dos compuestos con aplicaciones en la industria alimentaria y farmacéutica.
El proyecto ECARYSE de la Universidad de Córdoba y la empresa SACYR ha estudiado la aplicación de varios residuos y nanomateriales de base sílice en la cimentación de las carreteras como alternativas a la cal. El empleo de ésta no desaparece, pero sí se reduce generando beneficios para el firme, ya que mejora el comportamiento de la cimentación, reduce el espesor del suelo pasando de los 80 cm habituales a los 50 y 30 cm y puede ser útil para ser empleada en caminos rurales.
Una simulación realizada por la Universidad de Córdoba aborda la combinación entre agricultura y producción de energía fotovoltaica en un mismo terreno, hasta ahora limitada a plantas de poca altura, para árboles de mayor tamaño, e identifica un espacio geométrico entre las filas de los paneles solares en los que el cultivo sería rentable.
Un trabajo de investigación de la Universidad de Córdoba que emplea áridos reciclados procedentes de residuos de construcción y demolición (RCD) y agua carbonatada consigue dosificar un hormigón que secuestra un 181% más de dióxido de carbono que el hormigón convencional mejorando sus propiedades mecánicas. Esta nueva tecnología podría utilizarse en la fabricación de elementos de hormigón no estructurales, como adoquines, bordillos, bovedillas y mobiliario urbano.