‘Ocho semanas un objetivo’, un estudio controlado y aleatorizado para combatir la obesidad
El Grupo de Investigación BIOFANEX (Biological and Functional Analysis of Exercise) adscrito al Departamento de Educación Física y Deporte de la Universidad de Sevilla, en colaboración con el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo y el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), ha puesto en marcha el proyecto “Ocho semanas un objetivo”. Se trata de un estudio controlado y aleatorizado que combina dieta y ejercicio físico de alta intensidad encaminado a la mejora de parámetros de riesgo cardiovascular, a la pérdida de peso y a la mejora de la condición física de participantes con sobrepeso u obesidad.
Esta investigación parte de la necesidad de actuar ante lo que se ha denominado “la epidemia del siglo XXI” por organizaciones tan prestigiosas como la propia Organización Mundial de la Salud. Tradicionalmente dieta y ejercicio han sido los pilares en el tratamiento de la obesidad y las patologías asociadas a ella, sin embargo, solo el 45% de los adultos españoles realizan algún tipo de práctica deportiva, siendo la falta de tiempo libre la razón principal de esta práctica insuficiente, según señalan los expertos.
Ante esto, los expertos han tratado de encontrar un estímulo suficiente para mejorar los parámetros de salud deteriorados en este grupo de población pero en un tiempo menor. Recientemente el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) ha demostrado tener unos resultados muy notables tanto en sujetos sanos como con diferentes patologías (Tjonna et al, 2009; Hwang et al, 2011) y, por otro lado, el entrenamiento vibratorio (WBV) ha reflejado igualmente ser efectivo como medio de recuperación y como estímulo para la mejora de la composición corporal. Sin embargo ningún estudio previo ha combinado estos dos medios en el entrenamiento.
“El objetivo del presente estudio es evaluar el efecto de un HIIT combinado con una recuperación con vibraciones mecánicas sobre parámetros de riesgo cardiovascular, sobre la composición corporal, la calidad de vida y sobre la condición física de personas obesas o con sobrepeso”, ha informado el investigador principal del proyecto, el profesor de la US Borja Sañudo Corrales.
En el estudio han participado un total de 45 personas obesas o con sobrepeso (IMC ≥ 25 kg/m2), excluyendo a aquellas personas que padecían Diabetes tipo I ó II, con hipertensión grado 2 y 3 (TAS mayor de 160 mmHg y TDA mayor de 100 mmHg) y se omitieron igualmente pacientes con alteraciones ortopédicas o de otro tipo que pudieran interferir en la práctica segura del ejercicio físico, así como patologías cardiovasculares, renales o hepáticas graves. Una vez seleccionados, se dividió a los pacientes de forma aleatoria en 3 grupos y se les proporcionó a todos el mismo asesoramiento nutricional a cargo de nutricionistas, que se encargaron posteriormente de la elaboración de las dietas hipocalóricas de cada sujeto, así como de su control y seguimiento.
La dieta hipocalórica fue diseñada en base al gasto calórico total (GET) estimado de cada participante con una restricción de 500 Kcal /día (50% carbohidratos, 20% proteínas y 30% grasas). Para asegurar el correcto seguimiento de la misma, se animó a los participantes a realizar un diario dietético semanal, que fue evaluado y remitido nuevamente a cada uno de ellos con las recomendaciones del nutricionista.
Entre las variables analizadas destaca la calidad de vida, la determinación de parámetros de riesgo cardiovascular (tensión arterial, índice cintura cadera, etc.), la condición física (fuerza de tren superior e inferior y capacidad cardiorrespiratoria), el perfil bioquímico (glucemia, colesterol total, colesterol HDL, triglicéridos, los valores de colesterol LDL, insulina, índice HOMA, etc.) y composición corporal (porcentaje de masa grasa, muscular, etc.).
Es el primer estudio que combina entrenamiento interválico de alta intensidad y recuperación por medio de vibraciones mecánicas con objeto de obtener posibles beneficios adicionales y aunque, en la actualidad se encuentra aún en fase experimental, Borja Sañudo afirma que “ya se ha aplicado por separado con buenos resultados sobre la composición corporal en este grupo de población y ahora queremos ir más allá y realizar análisis bioquímicos que evidencien las bases por las que este tipo de medios de entrenamiento pueden ser efectivos en el control de personas obesas y/o con sobrepeso.”.
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