26 de julio de 2018

Juan Antonio Romero: Una vida bajo el agua para mostrarla al mundo a través de los acuarios

Fotografía ilustrativa de la noticia

Autoría: María Victoria Mendoza.

Asesoría científica: Juan Antonio Romero.

Es andaluz y sevillano por parte de padres y abuelos, pero nació y creció en Venezuela rodeado de grandes bosques ecuatoriales, lo que le sirvió para soñar ya desde niño con ser un aventurero de la naturaleza. Sus estudios de Biología Marina en Francia y la cercanía allí con su ídolo Jacques Cousteau, con quien trabajó después cuatro años a bordo del Calypso, fueron las semillas que lo convirtieron en un científico y filmador de los fondos marinos durante 30 años hasta la actualidad. Ha explorado, navegado, buceado y grabado imágenes en todos los mares del mundo y tras dirigir, asesorar y fundar acuarios en América, Asia y Europa, ha aterrizado recientemente en la capital andaluza de nuevo, pero esta vez como director del reinaugurado Acuario de Sevilla.

Pasaba de niño los veranos en pueblos de Andalucía y playas cercanas, y vivía en Venezuela. Pero no es posible considerarlo de ninguna ciudad ni país, ni por nacimiento ni por ancestros, ya que su trayectoria profesional y ‘pasional’ le ha llevado a través de los mares del mundo constantemente. Porque la vida de este biólogo marino y cineasta siempre ha ido más allá de pisar tierra firme, para bucear y capturar todo lo existente en los fondos de los océanos de todos los rincones del mundo. Ahora, después de convertirse en un experto por su trayectoria divulgadora y trabajos científicos, ha vuelto a la tierra de sus progenitores, desde las antípodas, a enseñar a Andalucía los secretos que esconden los fondos marinos ejerciendo la Dirección del Acuario de Sevilla tras su compra por parte de Global Omnium, empresa propietaria del Oceanográfico de Valencia del que Juan Antonio es asesor científico desde su fundación y miembro del comité científico de la Fundación del Oceanográfico.

Su residencia durante los últimos diez años ha sido Nueva Zelanda. Allí es donde decidió crear su propia empresa de asesoría especializada en acuarios y una productora cinematográfica dedicada a proyectos de documentales submarinos. Desde que Romero emprendió esta ambiciosa hazaña ha asesorado en la puesta en marcha de varios acuarios de importancia internacional como los de Dubái, Estambul o China. Ha sido a través de esta iniciativa empresarial, por su actividad hasta ahora de asesoramiento al Oceanográfico de Valencia, como ha llegado esta vez al Puerto de Sevilla, más concretamente al acuario situado en el Muelle de las Delicias. Reside en la capital andaluza y ha prestado todo su conocimiento para abordar la reinauguración del espacio que hacen al recinto más tecnológico, ecológico y sostenible, y que permitirán que el visitante pueda “recorrer” los mares del mundo y sus ecosistemas.

Mano a mano con Jaques Cousteau

Pero todas las ideas aportadas por el nuevo director del acuario sevillano no tienen sentido sin una vida repleta de viajes y experiencias bajo el mar. Todo comienza con su primer empleo tras finalizar los estudios de Biología Marina en Francia, y la que sería su gran oportunidad, más tarde, en un laboratorio del Museo Oceanográfico de Mónaco del que Jacques Cousteau era director. Su formación como biólogo le permitía desempeñar un trabajo científico en laboratorio, pero poco después tuvo la opción de cumplir su verdadero sueño más relacionado con la divulgación y la aventura embarcando en el Calypso durante cuatro años, buque adquirido por Cousteau y convertido por él mismo en un icono pionero de la investigación oceanográfica. A bordo desempeñaba su función de biólogo, pero su pasión por el cine le implicó en la realización de documentales sobre los fondos marinos en la década de los 80. “Existía un proyecto científico, que consistía en explorar los fondos del sudeste asiático, las costas de Indonesia y Borneo, inexploradas hasta el momento. Zonas completamente vírgenes en aquella época” recuerda Romero.

Después de la experiencia con Cousteau, volvió a Estados Unidos, a la biología marina y al laboratorio, para trabajar en la identificación de especies en arrecifes y su evolución en el Golfo de México. De ahí volvió al mundo de los acuarios en Europa, esta vez en Génova donde ejerció de conservador y director científico del acuario italiano que en aquel momento era el más grande del mundo. Y de ahí de nuevo a la ciencia y a cruzar de nuevo el Atlántico para trabajar en las Bahamas coordinando un estudio de investigación sobre corales promovido por la NOAA norteamericana (National Oceanic and Atmospheric Administration).

Los mares y océanos del mundo como un proyecto de vida

Ya en 1997 se instala en Inglaterra donde dirigió durante casi diez años el Acuario Nacional Británico en Plymouth. Al mismo tiempo trabaja como productor de campo para la BBC que por aquel entonces comenzaba a realizar la famosa serie ‘Planeta Azul 1’ en la que participó durante todo el rodaje. “Fueron años de mucha actividad trabajando para la BBC y para el acuario británico que compaginé con otras actividades dedicadas a la conservación de la biodiversidad como estar en el patronato de la Fundación para la Protección de Tiburones Raya y otros muchos proyectos externos de conservación en muchos países”, cuenta Juan Antonio a la Fundación Descubre.

Pero de nuevo lo llamó la aventura, el mar y la vida, y decidió nada más y nada menos que embarcar en un velero con su mujer e hijos para dar la vuelta al mundo durante cuatro años. “Esta vez se trataba, sobre todo, de un proyecto de vida, y así embarqué sin investigación y sin cámaras, sólo para transmitir a mis hijos la riqueza de la vida, de la naturaleza y la diversidad en cada rincón del mundo” nos cuenta Romero. El viaje comenzó en Florida y durante algunos meses estuvo navegando por las tranquilas y cálidas aguas del Caribe hasta dar el salto a los grandes océanos y terminar en Nueva Zelanda tras casi cuatro años buceando en su intimidad familiar por todos los rincones de los mares y océanos del mundo. Fue allí donde acabó este apasionante viaje y, por casualidad, continuó su aventura terrestre que ahora lo trae de nuevo a España.

Ahora ha decidido vivir en Sevilla y traer a Andalucía y al acuario de la capital toda la riqueza de los fondos marinos del mundo a través de su historia, localizaciones, medio ambiente y diversidad de especies. Toda esta vida dedicada a los mares se traducirá en reforzar el centro como herramienta de divulgación. “Es muy importante afianzar la difusión de la investigación realizada conjuntamente con el Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla, además es una prioridad en este momento ampliar los proyectos de divulgación con ésta y otras entidades externas de investigación marina que deben tener cabida en el acuario”, aclara Juan Antonio.

La ciencia trascenderá a la sociedad a través de otras estrategias como la próxima inauguración del auditorio previsto en la ampliación del centro, donde habrá una constante actividad divulgativa de charlas, talleres y proyecciones el próximo mes de octubre. Además, el recorrido actual basado en el viaje de Magallanes hace 500 años, dará una vuelta de tuerca enseñando aquello que el explorador no vio y se escondía en lo más profundo de los océanos que recorrió, realizando una comparativa de cómo han evolucionado estos fondos en los últimos 500 años. Por el momento, lo que ya es una realidad gracias a la reinauguración es la reciente certificación obtenida de la huella de carbono, lo que significa que el centro ha mejorado todos sus procedimientos y ha reducido su consumo energético para conseguir el menor impacto posible en el medio ambiente.

Juan Antonio Romero participa actualmente en numerosos proyectos artísticos, cinematográficos y divulgativos a nivel mundial que tendrán sin duda alguna traducción en el acuario andaluz. Es director del Festival Internacional de Imagen Submarina que se celebra en Valencia y actualmente colabora en un proyecto de expedición del coral en Papúa Nueva Guinea que integra a científicos y artistas de la pintura y la música, fotógrafos de National Geographic y en el que también participa la recién premiada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, la oceanógrafa Sylvia Earle. “La idea es convertirlo en un proyecto expositivo que dará la vuelta al mundo”, aclara Romero. Sin duda, la impronta de este ‘hombre del mar’ no pasará desapercibida para el futuro de la divulgación de la biología marina en Andalucía.


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