Los derroteros por los que discurra el futuro de la aeronáutica están aún por determinar, apuntan los expertos, pero lo cierto es que ya hay campos en los que se están poniendo los esfuerzos de manera clara. Uno de ellos, señalan los especialistas, es el de la aviación no tripulada. “Es obvio que el porvenir apunta a esa dirección y se están haciendo cosas muy bien. No sólo incentivando propuestas que ya existen, sino aportando nuevas soluciones, desde instituciones dedicadas a la investigación como el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales de Sevilla, el ATLAS Center de Jaén, o el nuevo Centro de Experimentación sobre UAV de Huelva. Están trabajando en un sector de futuro”, señala Guerrero.
Por su parte, Eugenio Domínguez es más precavido. “Los drones tienen un mercado y unas determinadas utilidades, pero es difícil que alguna vez sustituyan a la aviación tradicional, al menos a corto y medio plazo”. Cabe recordar que es un sector en pleno crecimiento, cuyas aplicaciones empiezan a definirse a medida que avanzan las investigaciones y al que aún falta cierto marco regulador que ordene su actividad.
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