Descubren una proteína que puede ser la base para luchar contra la malaria
El grupo de investigación Proteómica Estructural y Funcional de la Universidad de Sevilla descubre una proteína con cobre, la rusticianina, que tiene características muy parecidas a la de los anticuerpos y que ayuda a que no se reproduzca el Plasmodium en sangre. Este estudio, que se encuentra aún en fase preliminar, podría ser la base para el diseño de futuros medicamentos para luchar contra la malaria, una enfermedad que se transmite por la picadura de un mosquito y se desarrolla en el interior de los glóbulos rojos.
El responsable de esta investigación y director del CicCartuja, el catedrático Miguel Ángel de la Rosa Acosta, informa de que estos avances científicos se encuadran dentro del Proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía “Búsqueda Estructural de Metaloproteínas Vegetales Capaces de Inhibir la Invasión Celular y Posterior Desarrollo del Parásito de la Malaria”, que concluye a finales de año pero en el que se seguirá profundizando a través del proyecto dirigido por la investigadora Irene Díaz Moreno, que estudiará la Interactómica del Apicoplasto en Malaria. El apicoplasto es un orgánulo de origen vegetal que carece de clorofila pero mantiene todas las propiedades de las proteínas vegetales.
“El objetivo es conocer en profundidad el funcionamiento de este falso cloroplasto, esencial para el desarrollo del Plasmodium, y usarlo como nueva diana a la que dirigir los tratamientos. Si somos capaces de bloquear su maquinaria metabólica evitaríamos la proliferación del Plasmodium y, por consiguiente, el desarrollo de la malaria”, afirma De la Rosa.
El citocromo c
Este conjunto de expertos están llevando a cabo también un estudio estructural y funcional del citocromo c, una proteína que contiene hierro y que se caracteriza por su multifuncionalidad. El citocromo c ejerce de agente de control en la muerte celular programada que se produce en los seres vivos diariamente para la regeneración celular, cuando esta proteína sale de la mitocondria y llega al citoplasma bloquea todo el metabolismo de la célula y comienza el desmoronamiento de la misma.
“Tratamos de investigar con qué otras proteínas interacciona el citocromo y cómo es dicha interacción a fin de poder hacer también un estudio comparado entre las células humanas y las vegetales que nos permita observar sus diferencias y similitudes desde el punto de vista evolutivo. Asimismo pretendemos comprender ciertas enfermedades, como el cáncer, que derivan de fallos en el equilibrio entre las células que nacen y las que mueren”, explica este investigador del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis de la Universidad de Sevilla y del CSIC, quien añade que “si sabemos con exactitud dónde se ubica cada pieza en la maquinaria celular y cómo funciona podremos saber también cómo solucionar los problemas”.
Artículo científico: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23749994
Fuente: Vicerrectorado de Investigación
Mª Carmen Escámez Almazo
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