Comprueban que la inteligencia emocional influye de manera positiva en la capacidad de perdonar una ofensa
Un artículo publicado en la revista Personality and Individual Differences, concluye que la inteligencia emocional (IE) influye en el perdón interpersonal. La principal novedad de la investigación, dirigida por los profesores de la Universidad de Málaga Lourdes Rey Peña y Natalio Extremera Pacheco, radica en analizar la contribución de las habilidades que forman dicho constructo psicológico (IE) en combinación con otros predictores del perdón estudiados tradicionalmente, como la gratitud, el optimismo y los cinco grandes rasgos de personalidad (neuroticismo, amabilidad, responsabilidad, extroversión y apertura a la experiencia).
“De este modo podremos saber qué aporta la Inteligencia Emocional (IE) y si es un constructo diferente a los existentes, que ayuda a explicar cómo las personas pueden llegar a perdonar a otras tras una ofensa interpersonal”, señala a la Fundación Descubre la profesora Lourdes Rey. Además, los investigadores han evaluado si estas habilidades de la IE pueden intervenir de manera única y diferente en el perdón interpersonal. Para ello han realizado un estudio con 535 estudiantes voluntarios de la Universidad de Málaga, en el que han controlado el resto de variables analizadas en la literatura que influyen en él (rasgos de personalidad, gratitud y optimismo).
“El perdón es importante para cualquier persona, ya que todo encuentro interpersonal conlleva la posibilidad de ser ofendido o herido y esto nos puede llevar a sentir ira o resentimiento por los demás. Si perdonamos tras una ofensa, es más probable que las relaciones continúen a pesar de los errores o fracasos”, indica la investigadora de la Universidad de Málaga.
Según autores como Michael E. McCullough (2001), el hecho de ser ofendido por otro implica una transgresión. Esto provoca, al menos, dos motivaciones interpersonales: la motivación para evitar la fuente del daño y la motivación para buscar venganza. Ambas disminuyen cuando se perdona.
Inteligencia emocional y perdón
La inteligencia emocional desde el modelo de Salovey Y Mayer (1997) se compone de cuatro habilidades: percepción, facilitación, comprensión y regulación emocional. El estudio dirigido por los profesores Rey y Extremera ha comprobado que existe una relación positiva entre estas habilidades y la motivación a la evitación. Es decir, a una mayor inteligencia emocional de la persona, existirá mayor probabilidad de que intente evitar la fuente de la ofensa. Por otra parte, alguien con mejores habilidades de la IE tendría una menor motivación para la venganza, ya que existe una relación negativa entre ambas.
La investigación también ha analizado por separado una de las habilidades de la IE, la regulación emocional, que promueve el crecimiento emocional e intelectual. Se podría definir como la habilidad para regular las emociones en uno mismo y en otros, mitigando las negativas e intensificando las placenteras sin reprimir o exagerar la información que transmiten (Salovey y Mayer, 1997)
Esta habilidad explicó, según los científicos malagueños, parte de la tendencia de motivación a la venganza “Es decir, que más allá de la importancia de tener una personalidad positiva, ser agradecido y optimista en la vida, las personas con buenas habilidades para manejar sus emociones son más propensas a reducir su tendencia vengativa ante una ofensa realizada por otros”, indica la profesora. Además, Lourdes Rey insiste en que este hallazgo pone de relieve la importancia de desarrollar estrategias de regulación eficaces para disminuir los pensamientos vengativos de las personas que, por lo general, son los antecedentes de la conducta agresiva humana.
Innovación metodológica
Para evaluar a los participantes en el estudio se han utilizado varias pruebas, entre ellas la adaptación española del MSCEIT (Mayer Salovey Caruso Emotional Intelligence, de Mayer, Salovey, y Caruso, 2002), realizada por Extremera, Fernández-Berrocal y Salovey (2006). Se trata de una escala de capacidad de 141 ítems que mide la inteligencia emocional entendida como una habilidad. En ella se describen diferentes situaciones y se solicita a la persona que indique cómo reaccionaría en cada una de ellas. Las respuestas representan actitudes reales para resolver problemas emocionales. Se trata, por tanto, de una prueba de ejecución, de habilidad. El uso de esta escala es innovador, ya que “en este tipo de estudios se han utilizado pruebas de autoinforme para medir la Inteligencia Emocional. Éstas miden las creencias de las personas con respecto a sus habilidades de IE, pero no las habilidades emocionales que realmente tienen”, señala la profesora malagueña.
Este estudio sobre el perdón interpersonal se enmarcaría dentro de la piscología positiva. “Nos centramos en las fortalezas del ser humano que repercuten en el bienestar. Sus resultados podemos aplicarlos en talleres de formación dirigidos a aumentar la felicidad y el bienestar y a dotar a las personas de estrategias de afrontamiento ante conflictos interpersonales”, explica Lourdes Rey. El objetivo de los talleres sería principalmente preventivo, para ayudar a las personas y dotarlas de herramientas para solucionar sus problemas interpersonales, tanto en el ámbito familiar, como en el de pareja o el laboral.
Referencia Bibliográfica:
Lourdes Rey, Natalio Extremera. Positive psychological characteristics and interpersonal forgiveness: Identifying the unique contribution of emotional intelligence abilities, Big Five traits, gratitude and optimism. Personality and Individual Differences. Volume 68, October 2014, Pages 199–204
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