09 de mayo de 2013

Añaden compuestos procedentes de microalgas al aceite de oliva para prevenir enfermedades oculares

Fotografía ilustrativa de la noticia

Fuente: Universidad de Jaén

Ruperto Bermejo (derecha) junto a dos miembros de su grupo de investigación. Foto: Isabel García.

Ruperto Bermejo (derecha) junto a dos miembros de su grupo de investigación. Foto: Isabel García.

Personal científico expone en el stand de la Universidad de Jaén (UJA) en Expoliva los resultados de su investigación para diseñar aceites efectivos en la prevención de enfermedades degenerativas oculares humanas

El experto en Química Física y Analítica de la Universidad de Jaén, Ruperto Bermejo, acudió al stand de la UJA en la Feria Internacional de Expoliva para compartir los resultados de su investigación científica, que consiste en añadir nuevos compuestos antioxidantes procedentes de microalgas marinas a los aceites de oliva virgen extra. El objetivo, según explicó el investigador, es usar estos nuevos aceites enriquecidos para prevenir enfermedades degenerativas oculares humanas.

“Actualmente existe un interés creciente en el desarrollo de alimentos funcionales, que son aquellos capaces de proporcionar efectos beneficiosos para la salud, adicionalmente a su valor nutritivo o energético”, subraya Ruperto Bermejo, que añade que “estos productos son usualmente alimentos tradicionales enriquecidos en uno o varios componentes, que ejercen o promueven un efecto beneficioso para la salud”.

El equipo de la UJA ha centrado su investigación en el ‘carotenoide luteína’, un compuesto cuya ingesta adecuada y constante puede prevenir la evolución de la degeneración macular senil o pérdida de transparencia en el cristalino, que puede derivar en cataratas. El experto destaca que la luteína se encuentra en otros productos como las zanahorias, la lechuga o la col de Bruselas, pero que añadiéndola al aceite de oliva, un producto que consumimos todos los días, se garantiza la ingesta diaria de este elemento.

Según explica Ruperto Bermejo, la investigación se ha desarrollado en tres fases, una primera que consistió en obtener un microorganismo vivo que fuera rico en este compuesto antioxidante, en este caso ha sido la microalga Scenedesmus almeriensis. La segunda etapa se centró en desarrollar una metodología científica para poder extraer el compuesto de la biomasa de microalgas. Y la tercera fase, en la cual está inmerso el grupo actualmente, consiste en estudiar y analizar la composición del aceite y sus propiedades una vez que se ha añadido la luteína.

El investigador destaca que el grupo está probando añadir este compuesto en aceite de oliva virgen extra procedente de distintas aceitunas para evaluar la reacción del mismo y las variaciones en su composición. “De esta forma, lo que pretendemos es dotar al aceite de oliva de un valor añadido superior al que ya de por sí tiene y ofrecer una alternativa diferente a las actuales, en la lucha contra algunas enfermedades degenerativas humanas”, concluye el experto.


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