Extraen datos de la nobleza egipcia de excavaciones en la necrópolis de Qubbet el Hawa
La misión arqueológica española que lidera la Universidad de Jaén en la necrópolis de Qubbet el-Hawa en Asuán (Egipto) ha descubierto los restos más antiguos de un gobernador del Reino Medio y de algunos de los miembros de su familia, así como otras nueve momias de más de 2.500 años de antigüedad, entre ellas la de un cocodrilo, que aportan nuevos datos sobre cómo era la nobleza egipcia.
“Mientras que resulta prácticamente imposible encontrar una cámara intacta con un faraón, podemos aportar información del siguiente nivel de la sociedad egipcia, la nobleza”, ha declarado el director del proyecto, el profesor de Historia Antigua de la UJA Alejandro Jiménez Serrano, que ha dado a conocer los hallazgos realizados este año junto al Rector de la Universidad de Jaén, Manuel Parras Rosa, que destacó el carácter multidisciplinar del equipo investigador formado por una treintena de personas, entre arqueólogos, antropólogos, arquitectos, químicas, restauradoras, egiptólogos, historiadores, filólogos, geólogos, topógrafos, dibujantes de bellas artes y fotógrafos.
Desde el año 2008, la misión española, dirigida por Alejandro Jiménez, en colaboración con el Ministerio de Antigüedades egipcio, se encarga de excavar diversas tumbas fechadas en la XII Dinastía (aprox. del 1810 al 1775 a.C.). Durante estos años, su equipo multidisciplinar ha descubierto el complejo funerario más grande del yacimiento, en el cual fueron enterradas las familias de dos gobernadores tardíos de la XII Dinastía: Heqaib III y Ameny-Seneb.
En esta sexta campaña, desarrollada en los meses de febrero y marzo, se ha estudiado y documentado la momia de Heqaib III. Su cámara funeraria fue saqueada al poco tiempo de enterrarse, aunque su momia se encontraba intacta. Fue enterrado con una magnífica máscara y un sudario. Su figura ya había aparecido en inscripciones en la isla de Elefantina, en el río Nilo, a la altura de la actual ciudad de Asuán. Sin embargo, estudios posteriores han revelado que su apariencia se idealizó en estas representaciones, pues este alto cargo sufrió una deformación de la espalda y murió con apenas 30 años. También se han hallado las tumbas de otros miembros de su familia, como el de una mujer llamada Gaut-Anuket, enterrada con un reposa-cabezas de excelente factura, y el hermanastro de Heqaib, conocido como Sarenput, inhumado junto con uno de los primeros ejemplares de shabti, que tenía incluso su propio sarcófago antropomorfo.
Por otro lado, otro de los descubrimientos más importantes fue la apertura de una cámara intacta que contenía un ataúd de madera en buen estado de conservación. En su interior se encontraba un individuo anónimo de origen nubio. Entre sus vendas se hallaba una daga nubia. Incluso el esqueleto de Sarenput presenta caracteres morfológicos nubios, que en opinión de los investigadores lleva a una conclusión inesperada: la familia de gobernadores de Elefantina de la XII Dinastía, enterrados en Qubbet el-Hawa, tienen diferentes orígenes étnicos como nubios y egipcios. Este hallazgo refleja la diversidad étnica en la composición de la población en la provincia más al Sur de Egipto y abre nuevos caminos para el estudio de las relaciones internacionales entre Egipto y el Reino de Kush.
Además, el grupo multidisciplinar liderado por la UJA ha encontrado otra cámara, tras excavar un pozo de 13 metros, con sarcófagos que albergaban nueve momias del periodo faraónico tardío (724-343 a.C.). Se trata de ocho personas y un cocodrilo momificados. Y tras esa cámara, se ha podido constatar la existencia de otra más. “El primer paso el próximo año será documentar las inscripciones. Después actuará nuestro equipo de conservación y restauración y una vez consolidado el material se extraerá y se terminará de consolidar en una zona más adecuada. Después podremos proseguir las excavaciones”, ha explicado Alejandro Jiménez, que adelanta que el estudio de estas inhumaciones facilitará más información acerca de la población local en este periodo tan poco estudiado.
Qubbet el-Hawa es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Egipto, ya que cuenta con la mayor colección de inscripciones biográficas talladas/esculpidas en las tumbas en una necrópolis no real. Hasta ahora, las tumbas más importantes datan del final de la VI Dinastía y hasta el final de la XII Dinastía (aprox. del 2250 al 1775 a.C.), aunque hay otros ejemplos del Reino Nuevo (aprox. entre el 1550 al 1100 a.C.). Cabe destacar la iglesia del complejo monástico medieval, con unos preciosos frescos y grafitis decorando sus muros.
Autor: Gabinete de Comunicación UJA (F.R.R.).
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