30 de septiembre de 2016

Ciencia y vino, un maridaje que funciona

Fotografía ilustrativa de la noticia

Informa: Luz Rodríguez / Fundación Descubre.

Asesoría científica: Félix Ruiz, Universidad de Cádiz y Divulgades.

Félix Ruiz, en una de las actividades de la empresa gaditana Divulgades.

Félix Ruiz, en una de las actividades de la empresa gaditana Divulgades.

El maridaje es, en la actualidad, uno de los elementos recurrentes dentro del mundo del vino. Se trata de la combinación de sabores y aromas, buscando una experiencia global a la hora de degustar alimentos y bebidas. Hay miles de combinaciones y no tiene reglas para hacerlo de una manera adecuada. Hay que buscar qué vino y qué comida van bien juntos. En Cádiz han encontrado una nueva forma de maridaje, innovadora y original, que tiene a la ciencia y al vino como protagonistas.

En ‘Cata a la Ciencia’, proyecto divulgativo que trata de acercar de manera divulgativa y amena la ciencia a la sociedad, consiguen un maridaje perfecto entre aromas, disfrute y aprendizaje.

“Teniendo como excusa una cata de vino hacemos demostraciones científicas para que sirva como base para estimular a que la gente tenga más curiosidad”, explica Félix Ruiz que, junto a Lola Hernández, compone la empresa gaditana Divulgades, promotora de esta iniciativa donde se lleva a cabo el maridaje entre gastronomía y conocimiento.

Llevan elementos relacionados con el mundo del vino al ámbito científico (el envejecimiento, la oxidación o la alimentación). Ya han celebrado catas con temas como:  ¿Envejeces también como los vinos? o El oxígeno, ¿es beneficioso o perjudicial?

En Divulgades buscan puntos de encuentros entre la vida en general, el día a día, y la ciencia. Ya tienen experiencia a la hora de realizar actividades originales llevando la ciencia a la calle y a las aulas de la Bahía de Cádiz. De ahí surgió la idea de combinar la cultura del vino y su disfrute, con elementos científicos. “Desde hace un tiempo estamos trabajando en ideas que puedan juntar el turismo y la ciencia. Nos pareció que podíamos conectar ambos mundos, vino y ciencia, atraer a un público que normalmente no está interesado en temas científicos para que se sientan motivados y despertar curiosidades”, comenta el investigador.

Las actividades se diseñan y se realizan en conjunto con un sumillier o con una empresa de vino que aprovecha la cata para dar a conocer sus productos. “Cada vino viene acompañado de un experimento, vistoso, llamativo, normalmente muy visual  que  está relacionado con el tema del que estamos hablando. Espuma que salta o que hace ruido, cambios de color sorprendentes unidos a lo que estamos contando del tema en ese momento… Siempre intentado relacionarlo con las características del vino que se está probando”, destaca Félix Ruiz.

Con esta actividad, los participantes pueden disfrutar, durante una hora y media, de una completa y original demostración científica mientras degustan, en un ambiente distendido, una buena copa de vino.


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