Los grandes protagonistas de esta historia son los siguientes: astilla, hueso de aceituna y pellet. De distinto acabado y precio, son la materia prima con la que se elaboran los biocombustibles más habituales.
El investigador José Antonio La Cal proporciona algunas pistas sobre cada uno de ellos. “La astilla procede, en su mayoría, de pino, de poda de olivo y almendro y de chopo. Su valor oscila entre los 90 y 100 euros la tonelada”.
Les siguen, en precio y uso, el hueso de aceituna y la cáscara de almendra. “En este caso, el precio del mercado aumenta a los 135 ó 140 euros la tonelada”, prosigue el investigador. Este tipo de biomasa, junto a la astilla, se utiliza en industrias o grandes instalaciones como hoteles, residencias o piscinas.
La tercera posición es para el pellet, el más caro, ya que su precio ronda los 200 o 220 euros la tonelada. De ahí que su uso se limite a equipos domésticos y de pequeña potencia como una estufa.
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