La presencia de agua en nuestro planeta impregna su atmósfera haciendo posible las nubes (formadas por gotas de agua en suspensión y cristales de hielo de agua) en cuyo interior se producen, gracias a la convección atmosférica, complejas distribuciones de carga eléctrica que dan lugar a una variedad de descargas eléctricas (no solo los rayos).

Aunque las investigaciones sobre la naturaleza eléctrica de la atmósfera terrestre arrancan a mediados del siglo XVIII, con las primeras aportaciones sobre la electricidad de las tormenta realizadas por Benjamín Franklin entre 1749 y 1752, a día de hoy persisten muchos interrogantes como, por ejemplo, ¿cuáles son los mecanismos precisos que posibilitan la formación de los rayos en el interior de nubes de tormenta?, ¿son todos los rayos iguales?, ¿qué son las extrañas descargas eléctricas descubiertas a partir de 1989 en las capas altas de la atmósfera terrestre (a partir de 15 kilómetros) y cómo están relacionadas con los rayos? ¿Existen rayos y otros tipos de descargas eléctricas en los planetas del Sistema Solar y en exoplanetas? ¿Afecta el calentamiento global a la frecuencia, intensidad y distribución geográfica de los rayos?

Recientemente se ha avanzado mucho en el estudio de descargas eléctricas “frías” o coronas eléctricas producidas en el interior de nubes de tormenta. A diferencia de los rayos, estas descargas, aunque muy energéticas, no calientan el aire y son una fuente natural directa de gases de efecto invernadero como el ozono y el óxido nitroso (gas de la risa).

En esta nueva charla del Ciclo Lucas Lara, organizado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC),  emprenderán un viaje electrizante por algunos aspectos de lo que hoy en día se conoce sobre la actividad eléctrica en la atmósfera terrestre y en otros planetas del Sistema Solar. Expondremos algunos de los últimos descubrimientos en este campo obtenidos gracias a los nuevos sensores en órbita terrestre que están permitiendo ahondar en el conocimiento de la naturaleza eléctrica de nuestra atmósfera.

*Imagen portada: Kevin Gill/ Wikimedia Commons