Precisión versus legislación

¿Qué ventajas aporta embarcar el sistema en un dron?

(JAB). Los vuelos convencionales necesitan condiciones climatológicas precisas y permisos de vuelo. Con este sistema podemos obtener información en el momento preciso, por ejemplo, cuando se está produciendo una tormenta, para evaluar los daños y buscar una solución rápida. En suma, una información real y precisa del escenario.

(IF). Otra ventaja frente a los vuelos convencionales es la disponibilidad y la precisión. Resulta poco viable que un avión salga de un aeródromo para tomar datos para un sólo kilómetro de playa.  En cuanto a su precisión, proyectos previos en la provincia de Málaga, vimos que con un avión convencional podíamos tener imágenes de 10 centímetros de tamaño de píxel. En el caso del dron tenemos imágenes inferiores al centímetro. El sistema aporta una resolución muy elevada, debido a que el dron vuela más bajo.

(FJAT) El escáner láser y la tecnología son relativamente baratos en comparación con otros sistemas convencionales. Sin embargo, como la captura de información no está totalmente conseguida y embarcada en un dron, aún hay tareas en las que no puede desbancar al vuelo tradicional. En realidad se trata de un problema de escala de trabajo y eficiencia operativa.

(JAB). Efectivamente, en cada trabajo es viable un sistema. Para hacernos una idea, para medir hasta 1 hectárea utilizamos la topografía clásica. A partir de ahí y hasta 1.000 hectáreas es más rentable con un dron. En superficies que superen esa longitud se utiliza el avión convencional.

¿Con qué obstáculos se enfrenta esta tecnología?

(IF). El obstáculo principal al que nos enfrentamos es la legislación. En ciudades como Málaga, con un aeropuerto tan importante, la zona de exclusión aeroportuaria es amplia, con lo que resulta difícil ofrecer una cobertura total de todas las playas. Además, el proceso para pedir los permisos no es eficiente, ya que tardan bastante tiempo para cubrir fenómenos rápidos, como tormentas.