04 de febrero de 2016

¿Qué hacer ante un caso de acoso escolar?

Fotografía ilustrativa de la noticia

Si las familias sospechan que su hijo o hija puede estar siendo víctima de sus compañeros, deben intentar ofrecerle todo su apoyo y crear un clima positivo de confianza que refleje el interés de los padres en el problema, para que el menor pueda contarles la situación. Ello ayudará a conocer la realidad de la misma y a que el menor se desahogue y comparta con sus seres queridos el pesar que le acompaña. En cualquier caso, siempre hay que huir de culpabilizaciones y o preocupaciones excesivas que puedan generar un mayor malestar. Una vez definida la situación, es muy importante comunicar al colegio el problema e informar al hijo/a de lo que se va a hacer al respecto, siendo sensibles con la circunstancia del menor y buscando poco a poco la normalización de la situación familiar.

A veces los padres también encontrarse en la situación opuesta, siendo su hijo o hija el posible maltratador. En este caso, las familias han de intentar afrontar el problema activamente y no evadirlo, transmitiendo al menor la gravedad de la situación, pero sin culpabilizarlo. Es de vital importancia insistir en la necesidad de pedir disculpas y reflexionar sobre cómo su comportamiento ha podido afectar al compañero/a maltratado para favorecer su empatía y responsabilidad. Acto seguido hay que acudir al centro con el menor para intentar solucionar el problema. Cuando se han tomado las respectivas decisiones con el centro, sería interesante hablar con el hijo o hija para saber en qué ocupa el tiempo libre con sus amigos y decidir de forma conjunta la adecuación de sus amistades. Es recomendable incrementar la atención sobre su comportamiento y reforzar los cambios positivos que se den, por pequeños que sean.

Cuando es el profesorado el que sospecha de la existencia de una posible situación de acoso, lo primero que hay que hacer es confirmar dicha situación hablando con la posible víctima y ofreciéndole su confianza y apoyo. A veces, puede ser recomendable hablar con los compañeros allegados a la víctima para identificar correctamente a los agresores. El caso habrá de ponerse en conocimiento del equipo directivo y de orientación, que aplicará el protocolo diseñado por la comunidad y las medidas contempladas en el plan de convivencia para tales circunstancias, reuniendo a todos los implicados y sus familias para transmitirles la situación y las actuaciones que se llevarán a cabo (por ejemplo sanciones para los agresores o intervención a nivel grupal para favorecer la inclusión de la víctima).


Ir al contenido