25 de abril de 2017

“La Antártida es un escenario ideal para el desarrollo de nuevas técnicas”

Fotografía ilustrativa de la noticia

Informa: Luz Rodríguez / Fundación Descubre.

Asesoría científica: Manuel Berrocoso.

Manuel Berrocoso, director del Laboratorio de Astronomía, Geodesia y Cartografía (UCA)
El estudio y vigilancia de la actividad del volcán Decepción centra las investigaciones de los científicos del laboratorio de Astronomía, Geodesia y Cartografía de la Universidad de Cádiz, que empieza su participación en las campañas antárticas españolas desde su creación en el año 2001. Su responsable, el científico Manuel Berrocoso, lleva vinculado tres décadas a la investigación antártica. En su trabajo juegan un papel fundamental los Sistemas de Navegación Global por Satélite (Global Navigation Satellite Systems, GNSS) que han introducido nuevas técnicas como el poder realizar mediciones de forma continua y automática a lo largo del tiempo.

Manuel Berrocoso¿Desde cuándo realiza su laboratorio campañas antárticas?

El Laboratorio de Astronomía, Geodesia y Cartografía de la Universidad de Cádiz (LAGC-UCA) como tal participa de manera continuada e ininterrumpida en las campañas antárticas desde su creación en 2001; aunque miembros de éste laboratorio comenzaron su participación en la investigación antártica desde el inicio de las mismas, en la segunda mitad de los años 80, entonces como personal del Real Observatorio de la Armada (ROA).

Han sido casi 30 años vinculados directamente a la investigación antártica. Además de la participación como institución, para mí lo más reseñable y destacable es el elevado número de investigadores, aproximadamente veinticinco, que han tenido la oportunidad de conocer la investigación científica en una región extrema de la Tierra con todos sus condicionantes.

¿En cuántas campañas ha participado?    

He participado en doce campañas. Mi trabajo científico desde 1988 se ha desarrollado en torno a la investigación geodésica en la Antártida y también a la aplicación de los resultados obtenidos a otros lugares (Andalucía, Canarias, México, Nicaragua).

¿Cuál es el objetivo principal de sus investigaciones?

En el Real Observatorio de la Armada (ROA) trabajé en el diseño de redes geodésicas  en el entorno de las islas Shetland del Sur y Península Antártica. Estas redes estaban  basadas en los, por entonces, incipientes satélites GPS y sirvieron como marco de referencia para el desarrollo de la cartografía terrestre y náutica inexistente en la zona por aquella época. Con posterioridad, en el LAGC-UCA, las grandes prestaciones del sistema GPS hicieron que, poco a poco, fuéramos desarrollando técnicas y métodos encaminados a estudios geodinámicos, tanto tectónicos como volcánicos, de la región. Hoy en día somos los responsables del mantenimiento de las series temporales geodésicas GNSS, geotérmicas y oceanográficas dirigidas principalmente a estudiar la geodinámica de carácter tectónico y/o volcánico en las islas Livingston y Decepción. Las series oceanográficas proporcionarán, además, información esencial sobre el cambio climático a partir del estudio de la variabilidad del nivel del mar. El conjunto de todos estos parámetros geodésicos y geofísicos (deformación superficial, anomalías termométricas terrestres y marinas y la variabilidad local del nivel del mar) constituyen nuestra aportación a la vigilancia de la actividad volcánica de la isla Decepción.

¿Por qué es importante estudiar lo qué pasa en la Antártida? ¿Qué datos aporta?

Además del conocimiento científico en sí mismo, su aislamiento hace que sea una región idónea para establecer nuevas metodologías y técnicas innovadoras que sean exportables a otras zonas de la Tierra en donde la interferencia de la actividad humana es más que considerable. El conocimiento global del comportamiento del planeta en multitud de disciplinas (geodinámica, oceanografía, meteorología, atmósfera, ecología, etc.) pasa por integrar datos y resultados obtenidos en esta región.

UCA 1¿Se requiere de una preparación especial para participar en estas campañas?

Se exige un exhaustivo reconocimiento médico, pero más que una preparación física específica lo realmente importante es que los investigadores participantes tengan un alto conocimiento de la operatividad de los sistemas que nuestro grupo utiliza en la zona. Hay que señalar que el objetivo básico es la adquisición de datos experimentales y éstos deben ser de una excelente calidad.

¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de trabajar en la Antártida?

La posibilidad de trabajar en una región aislada y extrema supone un reto operativo considerable.  Diseñar sistemas robustos, de gran fiabilidad y calidad, de bajo consumo, de altas capacidades de almacenamiento que puedan soportar la rigurosidad extrema del invierno antártico, ha sido y es un objetivo continuo apoyado en la experiencia acumulada. A veces soluciones que aquí nos parecerían peregrinas en el entorno antártico resultan ser esenciales y surgen de multitud de ensayos. Por ejemplo el aislamiento de los equipos receptores de satélites y de las baterías de alimentación o los mareógrafos de fondeo, instrumentos que registran de forma gráfica el nivel que alcanzan las aguas del mar en las distintas horas del día y que allí se utilizan  para estudiar la banquisa invernal, la capa de hielo flotante que se forma en las regiones de los océanos polares.

Llevan varios años participando en estas campañas, ¿cómo ha evolucionado el desarrollo de las mismas en estos años?

En nuestro caso ha sido determinante la evolución tecnológica que ha posibilitado contar con instrumentación cada vez de menor peso, mayores capacidades de almacenamiento y menor consumo energético. Este último aspecto ha permitido realizar observaciones GNSS en lugares donde el acceso es crítico. En estos 30 años se ha pasado de realizar algunas observaciones puntuales en vértices geodésicos, no muy alejados de las bases antárticas, a disponer de equipos GNSS capaces de transmitir en remoto vía wifi datos con frecuencias de hasta 1 Hz. Se han desarrollado técnicas y métodos capaces de evaluar, en tiempo cuasi-real, el parámetro  de deformación superficial para efectuar la vigilancia volcánica. Se ha pasado de registros puntales de anomalías termométricas sin georreferenciación ninguna, a estaciones permanentes de registros geotérmicos a varias profundidades. Se ha conseguido estabilizar mareógrafos de fondeo permanentes. Y ahora mismo se está intentando establecer una estación permanente de seguimiento de satélites GNSS: GPS (desarrollado por EE.UU.), Glonass (sistema de navegación ruso) y Galileo (red europea de satélites de navegación y posicionamiento).


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