Almería /
17 de enero de 2018

Hispatec desarrolla en Almería la agricultura más ‘inteligente’

Fotografía ilustrativa de la noticia

Fuente: Luz Rodríguez / Fundación Descubre.

Asesoría científica: José Luis Estrella.

La ‘agricultura inteligente’ o ‘smart agro’ está cada vez más presente en Andalucía, denominación que hace referencia a la incorporación de la tecnología para mejorar el rendimiento de producción, recursos y toma de decisiones de los profesionales del campo. Sevilla, Málaga o Almería han acogido recientemente eventos para dar a conocer e intercambiar experiencias relacionadas con este sector en crecimiento. Una de las empresas andaluzas pioneras en el desarrollo de proyectos de I+D y en la incorporación de las TICs a la agricultura es la almeriense Hispatec.

Dispositivo Hortisys para el control en tiempo real del estado de los cultivos combinando con datos meteorológicos tanto de interior de invernadero como de exterior y regionales.

Robots recolectores, regadío a control remoto o seguimiento de la producción a través de una aplicación móvil son ya una realidad. La empresa almeriense Hispatec lleva décadas apostando por el desarrollo tecnológico del sector agrícola, lo que la ha llevado a convertirse en referente nacional e internacional en sistemas de gestión de empresas agroalimentarias gracias al desarrollo de un ERP (Enterprise Resource Planning) específico para este sector, denominado ERPagro. El objetivo de un ERP es gestionar toda la información que una empresa produce con el fin de alcanzar una mayor eficiencia en la gestión. “Desde hace años hemos desarrollado nuestro ERP con soluciones para el campo a través de apps para smartphones, conectividad con sensores IoT (Internet of Things) y análisis ‘big data’. Todo ello nos ha llevado a tener una solución completa que controla la información desde la semilla hasta el consumidor”, explica José Luis Estrella, director general de esta empresa almeriense.

En concreto, un software controla toda la información que se genera a lo largo del complejo proceso de producción. Datos de cosecha, apps para control y manejo de cultivos, entrada de productos, trazabilidad, manipulado y logística… Tecnología punta al servicio del agricultor. De ahí que ingenieros informáticos y agrónomos pasando por analistas e implantadores con una larga experiencia en las características de las empresas agrícolas trabajen codo con codo en esta empresa. Un equipo muy heterogéneo. “No se trata solo de saber programar, tenemos que saber para qué se programa y cómo se usan nuestros productos. El hecho de contar con un equipo que conoce todas las etapas del proceso es clave y uno de nuestros pilares más importantes”, añade José Luis Estrella.

Para este informático y experto en dirección de empresas agroalimentarias, participar en I+D es la consecuencia lógica de querer desarrollar más y mejores productos: “Muchas de las ideas que tenemos sobre cómo mejorar y ayudar a nuestros clientes pasan por inventar sinergias entre tecnologías existentes pero que nunca antes han trabajado juntas. Al conocer muy bien las necesidades del mercado y las posibilidades que la tecnología va ofreciendo, encontramos natural participar en proyectos de innovación para colaborar en el avance del smart agro”.

A su juicio, “la agricultura española se encuentra entre las más avanzadas del mundo. No en vano España es el principal país exportador de fruta y hortaliza fresca del mundo. Los profesionales españoles son muy serios en cuanto a la adopción de tecnologías que les hagan mejorar y llegar más lejos en sus desempeños, pero no es un sector que salte de un lado para otro a la hora de elegir tecnologías. Los pasos que se dan se hacen de manera muy segura y firme pero no a una velocidad que en otros sectores nos parece rápida”.

Una agricultura con menos incertidumbres

Desde la empresa almeriense se lleva a cabo en la actualidad el desarrollo y aplicación de varios proyectos de  innovación. Uno de ellos es el  IoF2020, una apuesta europea por el desarrollo del internet de las cosas en el sector agrícola. Tiene como misión demostrar el valor añadido del uso de dispositivos de todo tipo conectados a internet como, por ejemplo, sensores, sistemas de riego o software de gestión que puedan ser gestionados y controlados de manera remota por los distintos actores de la cadena agroalimentaria.

José Luis Estrella, director general de Hispatec.

IoF2020 se organiza en torno a cinco sectores con la creación de 19 casos de estudio con distintas temáticas. “El objetivo –indica Estrella-  es formar un ecosistema que facilite la creación a largo plazo de soluciones tecnológicas utilizables por el mayor rango posible de empresas y que todas crezcan y aprendan con la información de todos”.

Otro de los proyectos es el denominado Globalviti, una iniciativa para el sector vitivinícola liderada por Bodegas Torres en la que participan empresas del calado de Pago de Carraovejas, Bodegas Ramón Bilbao, Bodegas Martín Códax y Juvé & Camps, entre otras. Se trata de crear una solución global para mejorar la producción vitivinícola frente al cambio climático basada en robótica, en tecnología IT y en estrategias biotecnológicas y de manejo del viñedo.

Apps para controlar el producto, riego por control remoto, recolección robotizada… ¿cuál es la acogida por parte de los profesionales del sector? Estrella asegura que “aquellos agricultores y técnicos de campo que utilizan productos como Hortisys (sensores en planta) quedan impactados. Disponer de una guía que les dice como está recibiendo el cultivo sus tratamientos y anticipar las necesidades de agua, nutrientes o cuidados supone al principio una adaptación a una manera nueva de trabajar, pero cuando ven que disponen de los datos exactos y cómo reacciona la planta a cada acción, ven su utilidad de manera inmediata”, añade. Lo importante, sostiene, no es sólo saber lo que está pasando en cada momento, lo verdaderamente valioso es ser capaz de anticiparse y hacer predicciones y simulaciones de lo que va a pasar o lo que se va a necesitar.

Para el responsable de Hispatec, el agricultor del futuro será “un profesional con más datos, más seguro de su producción y con menor incertidumbre acerca de la producción y la cosecha. La tecnología le ayudará a implementar un consumo más inteligente y dejarse llevar menos por intuiciones que sólo suponen una limitación”.


Ir al contenido