Intercambio de conocimiento

¿Qué aporta cada socio al proyecto?

(JAB). El consorcio de empresas SANDO-NADIR ha trabajado de manera colaborativa y conjunta. Arrancamos con una fase de aprendizaje y documentación. A continuación se desarrollaron dos ensayos técnicos. El primero de fotogrametría que lo acometimos las empresas y el segundo de LiDAR lo desarrolló la universidad.

(FJAT). En el grupo de Gestión Integrada del Territorio y Tecnologías de la Información Espacial nos centramos en la obtención de cartografía 2D y 3D de alta precisión. Estábamos interesados en la tecnología LiDAR y teníamos un proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía para estudiar la evolución de áreas costeras. Trabajamos tanto con imágenes aéreas y satélitales como con datos LiDAR obtenidos desde avión o helicóptero, pero necesitábamos algo más ágil para capturar datos de forma eficiente en pequeñas áreas costeras. Aquí es donde nos fijamos en la posibilidad de emplear drones.

Contamos con el grupo de automática y robótica porque son expertos en programación de software y sensores integrados. También por la similitud del sistema con el funcionamiento de un robot cuando se mueve, que utiliza sus sensores para construir un modelo del mundo.

Para las empresas fue muy interesante la mecánica de integración de dispositivos con expertos en explotación de la información.

¿Qué ventajas tiene esta colaboración universidad-empresa en el proyecto?

(JAB). La colaboración con los agentes del conocimiento nos resulta fundamental para que podamos llegar a tener éxito en nuestros proyectos. En la aplicación de técnicas ya contrastadas somos muy buenos en nuestro sector, pero para mejorarlo necesitamos el conocimiento generado por las universidades. Por otra parte, para el asesoramiento técnico y administrativo en I+D+i es fundamental la colaboración de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA). Las ayudas económicas para poder en marcha este tipo de proyectos son necesarias, ya que cuando los empiezas desconoces si vas a tener éxito.

(FV). La aportación más tengible de CTA es la económica, pero lo importante es el apoyo y asesoramiento para ayudar a madurar la actividad de I+D+i. La función de tranferir la metodología para hacer las empresas más competitivas.