28 de junio de 2016

Acompañando al cáncer

Fotografía ilustrativa de la noticia

Informa: José Teodoro del Pozo / Fundación Descubre

Asesoría científica: María José Sánchez, Ramón Guisado, María Jesús Rubio y Ángeles Prieto

“Usted tiene cáncer”. El día a día a partir esta afirmación no es fácil. Nunca forma parte del plan. Pero ocurre con frecuencia. Una de cuatro mujeres y uno de cada tres hombres serán diagnosticados antes de los 75 años en España. Para la mayoría, convivir con esta enfermedad supone el mayor reto al que alguna vez se han enfrentado. Modifica rutinas, afecta a la gestión de las emociones, aparecen la ira, la depresión o el aislamiento, altera las relaciones sociales o laborales y ocasiona, además, problemas económicos. Durante el tratamiento, la actitud del paciente, su entorno y las recomendaciones vertidas por los profesionales sanitarios resultan fundamentales.

María José Sánchez junto a su equipo de trabajo

María José Sánchez -en el centro de la imagen- junto a su equipo de trabajo

El cáncer es considerado actualmente por los expertos uno de los problemas de salud pública más importantes en España. Las causas de su aparición están asociadas tanto a factores genéticos como a razones ambientales y malos hábitos de vida en la dieta, el alcohol, el tabaco o la falta de ejercicio físico. Hoy día, para convivir con él, además de la entereza del propio paciente, resultan claves tanto el apoyo prestado por la familia y el entorno como los consejos por parte de los profesionales sanitarios.

El primer paso a la hora de retar al cáncer, aconsejan los especialistas, es la información, conocer al enemigo: qué es, cuál es su tratamiento o cómo se puede prevenir. “Debemos incrementar el nivel de conocimiento de la población sobre esta patología y sus posibles causas”, afirma María José Sánchez, directora del Registro de Cáncer de Granada. Y es que, se trata de una enfermedad cuya aparición responde a patrones distintos como la edad o el sexo. “También presenta diferencias en función de los factores de riesgo, las medidas de detección o el tratamiento”, expone Sánchez. No obstante, existe un aspecto común en todos los casos, el desarrollo descontrolado de células malignas o tumorales. “Tienen ciertas alteraciones en su mecanismo genético que les permiten un crecimiento ininterrumpido, evitando los controles e invadiendo otros órganos o tejidos”, explica.

Los cánceres ginecológicos

Ramón Guisado trabaja en el Hospital Reina Sofía de Córdoba y es experto en tipos ginecológicos como el de endometrio o de ovario. “El primero es el más frecuente en el aparato reproductor de la mujer. Lo detectamos temprano y tratamos con eficacia. De hecho, el índice de supervivencia es del 80 por ciento”, manifiesta. Por su parte, el de ovario es menos habitual –casi la mitad- y tiene la mortalidad más alta en este tipo de cánceres. “Es el más importante, ya que se trata de una seria amenaza para la vida”, prosigue.

Ramón Guisado

Ramón Guisado

En el caso del cáncer de endometrio, el más común, el médico especialista siempre aconseja, en primer lugar, prevenirlo: “Está asociado, entre otros factores, a la obesidad, por tanto, es necesario mantener la masa corporal a través del ejercicio y una dieta saludable”. María Jesús Rubio, experta en oncología médica del Hospital Reina Sofía de Córdoba, incide sobre esta misma idea. “Los hábitos de vida saludable incluyen evitar cualquier tipo de droga como el tabaco o el alcohol”, insiste.

Respecto a sus síntomas, la doctora Rubio sugiere acudir, en caso de un sangrado vaginal anormal, a la consulta del ginecólogo para realizar pruebas de diagnóstico, que consisten, normalmente, en una biopsia. “Más del 80 por ciento son detectados al comienzo -estadio uno- y el tratamiento es la cirugía”. Asimismo, señala la experta, otra recomendación es hacer revisiones periódicas: “Deben ser anuales a partir de los 25 años o del inicio de las relaciones sexuales y sobre todo desde la menopausia, ya que es una enfermedad que detectada a tiempo se cura”.

El cáncer de endometrio se trata, principalmente, mediante cirugía. “La recuperación es muy rápida, no afecta a la rutina diaria, ya que es una operación mínimamente invasiva en sus etapas iniciales”, afirma María Jesús Rubio. Para los casos donde está más avanzado, se combinan la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. “Aquí sí suelen aparecer ciertas complicaciones a nivel físico como bajada de defensas, vómitos o afectación del estado de ánimo. Por tanto, la mujer tiene que tener una actitud positiva y llevar, en la medida de lo posible, una vida normal”, sostiene Rubio. De hecho, la experta recomienda, para facilitar la recuperación, una alimentación sana, ejercicio físico, no fumar, no beber y gestionar el estrés para que no afecte al proceso de la enfermedad.

Taller de cocina impartido por la Escuela de Pacientes

Taller de cocina impartido por la Escuela de Pacientes

El de ovario, el más significativo

A diferencia del cáncer de endometrio, el de ovario es una enfermedad muy silente, difícil de apreciar, donde la mayoría de los casos, hasta en un 70 por ciento, son diagnosticados en fases avanzadas. “La mujer acude porque percibe, fundamentalmente, dolor abdominal, sensación de distensión abdominal y/o sangrado”, expone Rubio. Uno de los motivos de su detección tardía, continúa, es confundir estas molestias con otras enfermedades. “Las pacientes suelen asignar este tipo de dolencias a problemas digestivos o de gases, por ejemplo”, afirma Rubio. Y añade: “La advertencia que podemos hacer es acudir a los exámenes médicos de rutina para las mujeres y recibir atención profesional en el caso de notar algunos de los síntomas”.

En cuanto al tratamiento, cuando la enfermedad se encuentra en etapa avanzada, éste consiste en realizar, en primer lugar, una cirugía radical con el de no dejar enfermedad macroscópica. “Posteriormente una quimioterapia complementaria”, sostiene María Jesús Rubio. No obstante, matiza la experta, desde el pasado mes de enero es una obligación para el oncólogo determinar si se trata o no de un cáncer genético –hereditario- para aplicar, en esos casos, unos nuevos fármacos que eviten la recaída, se trata de los inhibidores parp. “Es un medicamento totalmente dirigido a una mutación genética responsable del cáncer que ha cambiado por el completo el tratamiento”, manifiesta.

De este modo, el principal reto para los profesionales sanitarios encargados de detectar y tratar el cáncer, está en la genómica, es decir, el estudio de la información genética del organismo. “El objetivo futuro es vencerlo mediante dianas específicas para cada uno de los tumores, de forma que se produzcan menores efectos secundarios y daños a los tejidos sanos para ser más eficaces con aquellos que son tumorales”, declara Rubio.

Actitud frente a la enfermedad

Para Ramón Guisado, el término ‘enfermar de cáncer’ va más allá del propio paciente, ya que involucra en el proceso a profesionales sanitarios, asociaciones, familiares y entorno cercano. “Contribuyen a que las personas afectadas acepten sus limitaciones e incomodidades”, sostiene. Todo ello implica, según el experto, que estas redes de apoyo, cada día, resulten fundamentales a la hora de sobrellevar el decaimiento psicológico y los síntomas físicos –cansancio o dolor, por ejemplo- asociados a esta enfermedad.

En el proceso de la enfermedad, tanto en el cáncer de endometrio como en el de ovario, la actitud del propio paciente es igual de importante. “Al principio es difícil expresar un sentimiento que no sea negativo ante algo que amenaza tu vida”, dice Guisado. No obstante, el especialista invita a buscar –y encontrar- el lado positivo a lo largo del tratamiento: “Algunas personas vuelven a descubrirse a sí mismas, revivir emociones olvidadas o recuperar relaciones que parecían rotas”.

Taller de actividad física impartido por la Escuela de Pacientes

Taller de actividad física impartido por la Escuela de Pacientes

La prevención, el tratamiento más eficaz

Según la Organización Mundial de la Salud –OMS- y la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer -IARC-, entre un tercio y la mitad de todos los episodios de cáncer –esto es, 45 por ciento de los casos en hombres y 40 en mujeres- se pueden prevenir. “Lo más eficaz y rentable a largo plazo es tomar medidas para la eliminación de los factores exógenos, es decir, aquellos que se pueden controlar como los malos hábitos de vida”, indica María José Sánchez.

Con este objetivo, en octubre de 2014, la IARC y la OMS publican la cuarta edición del ‘Código Europeo contra el Cáncer’, que establece 12 maneras de adoptar estilos de vida saludables y aumentar la prevención de esta enfermedad en Europa. “Es muy importante evitar el tabaco, el alcohol y la exposición excesiva al sol, así como mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada y la práctica habitual de actividad física, demostrando, ésta última, ser muy eficaz en la prevención de hasta 13 tipos de cáncer como el de colon o mama, por ejemplo”, afirma el investigador de la Universidad de Sevilla, Borja Sañudo Corrales.

La batalla contra el cáncer nunca cesa. Otro tipo de iniciativas también están en marcha. Entre las más recientes, ‘TanSolo5Minutos’ es una campaña de participación social lanzada este mismo año por la Fundación Caja Sur y la Asociación Española Contra el Cáncer con el objetivo de prevenir esta enfermedad en España. “Consiste en identificar las zonas y la población de riesgo a padecer cáncer a través del estudio de sus hábitos de vida, ayudando con ello a organizar de forma más eficiente acciones preventivas concretas que permitan reducir cerca de un 50 por ciento el número de casos”, apostilla Borja Sañudo.


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